A través del proyecto #FontescavadasViva, una pequeña aldea del concejo de Boal está mostrando al mundo cómo pelear contra el olvido y la despoblación.
Cinco casas habitadas y un total de nueve vecinos son los que permanecen en este núcleo rural asturiano cuyo nombre está recorriendo el mundo gracias a la iniciativa de un grupo de hermanos. “Somos cuatro, uno vive en Canarias, otro en Oviedo, otro en Madrid y yo estoy en Valencia -explica Mario Pérez, de Casa Rigueiro. Lo que nos une es que nos criamos en la aldea de Fuentes Cabadas, allí con muy poco éramos felices. Íbamos a la escuela caminando y teníamos responsabilidades desde que teníamos uso de razón, había que cuidar a la abuela, sacar a las vacas… era una manera de entender la vida, sin leyes pero con normas no habladas”.
Por diferentes circunstancias, la vida les ha llevado lejos de su casa natal y de la recóndita aldea boalesa a la que pertenecen, pero no por ello han dejado de amarla. Tanto que desde hace seis años impulsan una iniciativa destinada a evitar su despoblamiento, la enfermedad que ahoga al medio rural asturiano y que incide con gran fuerza en el concejo.
La Asociación se creó con la idea de movilizar al pueblo para generar un motor económico y restaurar recursos turísticos como son los molinos, la capilla y el lavadero público.
El objetivo de la primera fase ya se ha conseguido pues en diciembre de 2018 se decidió que una familia zamorana con un hijo de tan solo un año se trasladase a Casa Rigueiro, el hogar de los hermanos Pérez Suárez. La vivienda, que había permanecido sin habitar más de veinte años, fue cedida gratuitamente a esta familia junto con un terreno durante veinticinco años para que pudiera establecerse en la aldea y crear un negocio turístico que, de paso, revitalizase este enclave. La familia ya está reformando la casa y en principio tienen la intención de montar un negocio apícola.
“Una vez cumplida esta parte -añade el menor de los hermanos-, lo siguiente era crear una asociación y movilizar a todo el pueblo para generar un motor económico y restaurar recursos turísticos como son los molinos, la capilla y el lavadero público. Básicamente es lo que hicieron los indianos hace cien años, entonces dieron dinero para construir colegios y carreteras. Nosotros nos rascamos los bolsillos para recuperar los activos que tenemos”.
La Asociación todavía está en fase de creación pero esto no les ha impedido seguir trabajando y ya han conseguido el dinero necesario para recuperar la capilla del pueblo, otro de los objetivos. Ante la falta de apoyos por parte de la administración y de la Iglesia esto ha sido posible a través de la aportación de los vecinos, la venta de papeletas y una campaña de micromecenazgo (en goteo.org). “En el crowdfunding nos ha apoyado gente de todos lados, aunque fundamentalmente de la zona, pero el rango de influencia es alto porque, por ejemplo, de Valencia, donde estoy yo, han salido alrededor de tres mil euros. Tengo compañeros que después han ido a conocer el pueblo y volverán porque les apasiona la idea, el concepto. Básicamente se trata de contar una historia, es lo que las personas transmitimos a nuestros hijos y a los nietos, y cuando esa historia está bien contada, con un por qué y un para qué, cala”.
Para los vecinos, la celebración de la fiesta del pueblo el pasado mes de mayo tuvo un sabor especial, unidos en la lucha por restaurar el templo en honor a Santo Domingo de la Calzada, cuyos propietarios cedieron para el proyecto #FontescavadasViva. No sabían entonces que pocos meses después contarían con los fondos necesarios para esta particular gesta.
Unidos por un objetivo común no hay nada que pueda parar a los vecinos de Fuentes Cabadas que tienen por delante nuevos retos como la restauración del molino y el lavadero. El Ayuntamiento les ha prometido su apoyo en este último y el colectivo Foro Boal 3000 también está colaborando con ellos. Con el movimiento iniciado por los hermanos Pérez, una vez más se pone de manifiesto que solo uniendo fuerzas y mostrando voluntad es posible luchar contra el abandono del medio rural. Fuentes Cabadas está mostrando el camino.