Torazo da la bienvenida al verano con el Festival de la Boroña de Forna y lo despide con las Fiestas del Carmen, dos motivos de peso que reúnen de nuevo a las familias y animan al turista a probar sabores tradicionales.
En Torazo tradición y modernidad se dan la mano, porque lo que más atrae al visitante es su arquitectura rural, abanderada por sus cuidados hórreos, pero también sus tradiciones. La procesión de Ramos, considerada una de las más grandes de Asturias, la hoguera de San Juan, la boroña de forna y las Fiestas del Carmen atraen a familiares, amigos, curiosos y turistas repetidores, que saben que pasarán unos días memorables en compañía de vecinos que saben compartir sus fiestas y recetas. De hecho, el carácter comunitario que desprende el pueblo, le llevó a obtener en 2008 el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias.
Con la llegada del buen tiempo, se piensa ya en preparar la boroña de forna, un pan cuya masa se elabora fundamentalmente con harina de maíz y un poco de trigo. Se suele rellenar con chorizo, panceta o jamón, aunque hay quien le añade otros, como pollo o lengua, siempre colocando los ingredientes de sabores más fuertes debajo y los más delicados arriba. Su tamaño y contenido varía en función del número y del gusto de los comensales. El presidente de la Asociación Cultural Incós, José Antonio Martínez, señala que su origen proviene de «la tradición del día de Pascua, cuando la madrina hacía un regalo a su ahijado. Antiguamente le regalaba una boroña de forna, ya que no había la posibilidad de hacer otro tipo de regalo». Históricamente se sabe que después de la posguerra esta tradición desapareció, sin embargo en las casas se siguió elaborando para disfrutar la boroña en familia cada domingo de Pascua. Así que ahora que mucha gente se encuentra trabajando o viviendo fuera de Torazo, se ha convertido en un día especial de reunión familiar.
El presidente de Incós destaca que «la boroña de Torazo es distinta a las que se hacen en otros lugares o pueblos de Asturias, y su secreto está en la forma de elaborarla».
En base a la boroña, hace unos años se puso en marcha una iniciativa para recaudar fondos para las Fiestas del Carmen, y ello derivó en el actual Festival de la Boroña de Forna, que tiene lugar el primer domingo del mes de junio. De esta manera, los que no tienen familia en Torazo, pueden catar esta delicia gastronómica bajo la carpa que se instala al lado de la Capilla de la Virgen de la Sienra. Ese día los balcones de las casas aparecen engalanados para la ocasión, hay tradicional mercado de artesanía y productos agroalimentarios, pasacalles por la localidad y un pregón a cargo de un destacado personaje asturiano.
Otra cita ineludible en Torazo son las fiestas del Carmen, el último domingo del mes de agosto y declarada Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias. Se cree que se celebra esa fecha porque los vecinos acordaron esperar a recoger la cosecha de escanda, que se recolecta a finales de agosto, y así hacer los panes que se ofrecen a la Virgen. El año pasado la fiesta cumplió doscientos cincuenta años y, gracias a la implicación de los jóvenes del pueblo, se espera que continúe otros tantos. Por lo pronto el domingo comienza con pasacalles, concentración de ramos en La Llanxa, misa, procesión y subasta de ofrendas. El lunes, la jira en Incós pone el cierre a unas participativas celebraciones.