Desde el techo de Cangas de Onís, en lo alto de Peña Enol a 2.478 metros de altura uno puede comprender por qué este territorio es el más fotografiado de la región, y el que los turistas identifican en mayor medida con Asturias. Quizá sean las altas cumbres que embelesan al observador o tal vez la grandiosidad de parajes míticos como Covadonga. Cualquiera de ambas razones explica su gran atractivo.
Cangas de Onís encarna la Asturias más turística, la que tiene que conocer todo aquel que se precie de ser un asturiano de corazón, aunque no necesariamente de cuna. Por eso, cada año son incontables los autobuses que llegan a este concejo asturiano que alberga en su interior 7.000 hectáreas del Parque Nacional de Picos de Europa, uno de los parques más bellos de España. Aquí es obligada la visita a los lagos Enol y Ercina, conocidos mundialmente por ser escenario privilegiado de la Vuelta Ciclista a España en numerosas ocasiones. Este rincón de alta montaña es compartido por vacas, cabras, ganaderos y en los periodos en que la climatología lo permite por visitantes ‘armados’ de cámaras en busca de la postal perfecta. Aquí la encuentran fácilmente.
Los Lagos se hallan a 12 kilómetros del conjunto monumental de Covadonga, lugar donde en el año 722 Don Pelayo ganó la batalla a los musulmanes, iniciando así la Reconquista de los territorios cristianos. La historia guarda para este paraje un lugar de privilegio, por eso, de una manera más sentimental que geográfica Covadonga es para muchos el centro de Asturias o al menos su venerado corazón. La grandiosidad de la Basílica contrasta con la sencillez de la Santa Cueva, el santuario donde reside la imagen de La Santina, la Virgen de Covadonga. A pesar de sus reducidas dimensiones la cueva es un lugar de peregrinación durante todo el año.
La capital del concejo, Cangas de Onís, es una localidad bulliciosa, principalmente en fechas vacacionales. Sus calles rebosan de locales que ofrecen souvenirs a los turistas: artesanía de la zona, camisetas, llaveros, todo tipo de recuerdos que atestigüen su paso por la región. La villa y sus alrededores son también lugares idóneos para encontrar alojamiento y buenos negocios de restauración.
Covadonga celebra el 8 de septiembre una de las Fiestas más esperadas: el día de La Santina.
La gastronomía de la zona también sabe vender la imagen de los productos asturianos, así que no puede faltar en una carta de menú la tradicional fabada. “Nos la piden constantemente -asegura José María Rojo Alvarez, experimentado restaurador en Cangas de Onís-. Tienes que tenerla siempre en el menú, aunque sea en pleno verano. Dada la riqueza de la zona también se consumen mucho platos de la huerta asturiana, el pote y los menús de carne, ya que la de aquí es muy buena”. Las recetas de siempre son las que triunfan, las tradicionales que poco tienen que ver con la cocina de diseño y que aseguran al cliente raciones abundantes. Rojo Alvarez ha conseguido importantes reconocimientos en su carrera profesional -tercer premio en el I Concurso Gastronómico del queso de los Picos de Europa y miembro del equipo campeón de cocina de Asturias en el año 2000- y sus recomendaciones son para tener en cuenta: probar el solomillo de buey -“que es excepcional”- o un plato de merluza o pixín, lo que rompe el tópico y demuestra que a este concejo de montaña llega también materia prima que en nada tiene que envidiar a una localidad costera.
Entre la variada oferta no falta un guiño a los quesos del oriente, principalmente Cabrales y Gamonéu, este último un producto específico de los concejos de Cangas de Onís y Onís que poco a poco va consolidándose en las mesas asturianas. “El Gamonéu es un queso tan bueno, que a diferencia de otros no se utiliza para salsas, y normalmente se consume al corte, en aperitivos” -explica Jose María Rojo.
El Gamonéu es un queso graso, elaborado con leche cruda de vaca, oveja y cabra, ligeramente ahumado, y cuenta con una de las tres Denominaciones de Origen Protegida del Principado de Asturias en materia quesera. Gerardo Niembro, presidente del Consejo Regulador, cuya sede se encuentra en la villa de Cangas cuenta que “este tipo de quesos ha de madurarse en cuevas naturales, en unas condiciones determinadas de temperatura y humedad”. Los productores de Gamonéu están satisfechos porque recientemente el Principado ha habilitado en el concejo de Onís una cueva de gran tamaño para todos ellos, que reúne las mejores condiciones para la maduración. “Es un paso importante para la producción de este queso ya que al madurar todos los quesos en la Cueva Oscura tendrán un aspecto más homogéneo, lo cual facilita enormemente la comercialización. La producción seguirá siendo la misma pero con una calidad asegurada”.
Los lagos Enol y Ercina son conocidos mundialmente por ser escenario privilegiado de la Vuelta Ciclista a España en numerosas ocasiones.
Una buena ocasión para comprobar la calidad de los platos elaborados con queso Gamonéu se presenta en el mes de octubre, ya que a mediados de este mes los restaurantes de la villa preparan menús y compiten por ofrecer las mejores recetas con este manjar con Denominación de Origen.
Precisamente en el mes de octubre Cangas de Onís se convierte en el centro de atención gastronómica del oriente asturiano, ya que celebra los días 8 y 9 la VIII Feria regional de quesos, durante la cual se expone una gran variedad quesera regional, nacional e incluso internacional; y el día 12 de octubre, coincidiendo con la celebración de la Fiesta del Pilar tiene lugar el LXXI Concurso Exposición de quesos de los Picos de Europa, la Feria de la Miel del Oriente de Asturias, el Mercado semanal y la Feria de Otoño, una ocasión ideal para la compraventa de reses. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo