Miles de voladores explotando a la vez hacen un estruendo difícil de olvidar. Es la Descarga, la forma que tienen los cangueses de honrar a su patrona. Es además el signo de identidad de las Fiestas del Carmen y la Magdalena, una Fiesta de Interés Turístico Nacional que atrae a miles de visitantes todos los años.
Habitualmente, Cangas del Narcea es una villa tranquila, donde el turismo interior cobra sentido a base de hermosos paisajes, gastronomía típica y atención personalizada. Sin embargo, en los días que duran las fiestas la acostumbrada placidez deja paso a un reguero de pólvora y una explosión de celebraciones.
La Descarga es tan antigua que su origen se pierde en el tiempo, aunque es quizá con la creación de la Sociedad de Artesanos de Cangas del Narcea, en 1902, cuando se consolida totalmente. Esta es la peña más antigua de Cangas y la responsable de la Descarga, que realiza junto a las peñas La Andolina y El Refuerzo. Con los años, otras peñas y asociaciones han ido surgiendo, y las tiradas de fuegos artificiales y voladores se reparten por todo el calendario festivo. Gracias a este reclamo, en una población de aproximadamente 7.000 habitantes no cabe un alfiler: la magia de la Descarga es una muestra inédita de cómo convertir una pequeña localidad en una bomba de relojería, en la que por supuesto se extreman las medidas de seguridad.
El resto del año, Cangas del Narcea hace un esfuerzo por modernizarse. El visitante que acude año tras año nota el cambio en las infraestructuras y dotaciones: un campo en el que las novedades se acumulan, como muestra por ejemplo la Casa de Cultura. Otras instalaciones, como el futuro matadero o el Centro de Servicios del ERA, redundarán en la calidad de vida de los cangueses de una forma notoria.
Con fiestas o sin ellas, Cangas del Narcea ofrece posibilidades para una estancia amena, visitando la villa y disfrutando de la oferta turística, cultural y deportiva de todo el concejo.