La importancia de la industria del hierro en tiempos antiguos se pone de manifiesto en este paseo que puede hacerse en coche o caminando. Todo ello aderezado con una buena sombra a la orilla del río Mazo.
Para llegar al punto de inicio, se parte en coche de la localidad de La Caridad, desde donde se toma la carretera FR-1 con dirección a Rozadas. Al llegar a Arancedo se pasa el pueblo y se aparca. Equipados con calzado cómodo hay que tomar la primera desviación a mano derecha, en dirección a Boimouro. Es una pista asfaltada que bordea el río Mazo, lo que permite ir escuchando el rumor del agua durante el recorrido y caminar arropados por la sombra de frondosos árboles. Tras un kilómetro se llega a la localidad de Boimouro, donde se encuentra una antigua “ferrería” transformadora de mineral cuyo origen se remonta al siglo XVIII, y en la que se trabajaba el hierro que posteriormente se trasladaba a Navia.
En Boimouro se encuentra una antigua “ferrería” cuyo origen se remonta al siglo XVIII.
Tras la decadencia de esta industria local, el lugar fue sucesivamente una serrería accionada por agua y luego molino harinero con dos piedras, una para moler el trigo y otra el maíz. De todo ello se conserva un largo canal de ochocientos metros, la parte baja de un muro con arco adintelado que da salida al agua y la denominada “casa de la ferrería”, con estructura de la época.
Al continuar el paseo, dejando atrás Boimouro, a seiscientos metros se encuentra Barreiras, donde continúa la pista. Esta vez sigue un curso ascendente durante dos kilómetros. Tras recorrer esa distancia, se llega a una bifurcación. Al tomar el camino de la derecha la pista conduce de nuevo a Arancedo, y si se elige la de la izquierda el destino es La Rebollada. En ese caso, el regreso se haría por el mismo camino. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo