La falta de relevo generacional, el trabajo que conlleva y las trabas burocráticas, han sido algunos de los escollos para que se dejasen de hacer las fiestas patronales en Santa Eulalia durante varios años. La Asociación Juvenil de Festejos Monsacro se estrenó el pasado año con resultados más que positivos. Dicen que habrá fiesta para rato.
El presidente Javier Fernández y los vocales, Alba Fuentes y Gil Blanco de la Asociación nos reciben en uno de los bares de la capital del concejo. Quieren dejar claro que él éxito del pasado año ha sido gracias a una labor de equipo, son ocho en la Asociación y además contaron con la colaboración de todo el pueblo que se volcó.
“La idea original era recuperar las fiestas de San Antonio en junio, algo de nuestro pueblo que nos hiciera no tener que salir siempre fuera. Nos juntamos Gil, Rocío, Elsa, Zoe y yo y decidimos crear una asociación, luego llamamos a Alba, Zaira y Martín y entre todos creamos el proyecto. No podemos olvidarnos tampoco de la experiencia de Rober, uno de los anteriores organizadores, que nos aporta muchas ideas”, comenta Javier.
Fijar la fecha fue algo complicado. “El verano está lleno de celebraciones, así que acordamos que fuesen el primer fin de semana de junio por lo menos para no coincidir con otras del concejo. Y probamos a concentrarla en un día porque es mucha la carga de trabajo”,
explica Gil.
Una de las claves de la cohesión de este grupo es que la mayoría se conoce desde pequeños y otros se han ido sumando.
Además de San Antonio “nos animamos a organizar las fiestas de Halloween porque en Morcín hay muchos niños. Hubo chocolatada y disfrutamos mucho. Organizamos también un sorteo en San Valentín, vendemos lotería…”, dice Alba.
Una de las claves de la cohesión de este grupo es que la mayoría se conoce desde pequeños y otros se han ido sumando. Todos arriman el hombro, se implican y reparten el trabajo. Esto ha servido de estímulo para que otros no pertenecientes a la Asociación colaboren con la ‘causa’. El presidente reconoce que ha sido algo contagioso y son muchas las ayudas que reciben: “Santi, Omar, Izar y Pablo el del kiosco, colaboran directamente con nosotros como si fueran uno más, la Asociación de Mujeres So La Malena están ahí para todo lo que haga falta y luego la ayuda de todos los vecinos, unos a nivel económico, otros comprando lotería, regalándonos unos conejos para un sorteo, donativos de empresarios y comerciantes para una cesta que luego se rifa. Todo el pueblo se implica. Ahora que tanto se habla de la España vaciada este es nuestro granito de arena para reivindicar lo rural, lo que nos une para evitar que se muera”.
En la pasada edición de San Antonio tuvo lugar además de la Misa y Puya’l Ramu, una sesión vermú, una pulpada, maratón de tute, juegos infantiles y una gran verbena amenizada por dos orquestas que duró hasta altas horas de la madrugada. Este año… más.