Comenzaron a funcionar hace poco más de un año, y ya han organizado actividades como una Comida en la Calle, las alfombras del Corpus (hechas con material reciclable) o la hoguera de San Xuan. Pero fue en septiembre donde se coronaron como Asociación, llevando por un día a Riosa hacia el pasado con un Mercado Medieval que fue todo un éxito.
Pasarse por la antigua escuela de L’Ará, donde la Asociación tiene un local cedido por el Ayuntamiento, es un ir y venir de gente, ya que todavía se están recogiendo los restos del Mercado y devolviendo el material que los vecinos han prestado para la exposición de antigüedades… Han pasado sólo unos días desde que el Mercado Medieval dio la sorpresa, y todavía se respira una euforia contagiosa. «Estamos felices, imagínate, no sólo porque la gente respondió muy bien, sino porque los comerciantes vendieron mucho y los restaurantes se llenaron gracias al menú medieval.»
Detrás de este día ha habido muchos meses de trabajo, que en las últimas semanas ha sido frenético. Meses de visitar mercados, recopilar contactos, escuchar los consejos de los feriantes, y sobre todo de trabajar en la decoración: banderas y pendones para las calles; balcones, cortinas y papel para cubrir las paredes de la escuela; espadas y escudos para que los niños se disfrazasen, ropa de época para los participantes… Todo con el encanto de un evento organizado con un presupuesto mínimo, donde el cariño se notaba en cada rincón.
Además del Mercado propiamente dicho, el éxito del día fueron las propuestas para niños: los paseos en burro y la recreación de actividades tradicionales como lavar la ropa, mayar la sidra, andar a la hierba, varear la lana… «Esto fue gracias a Chus el carpintero, que nos dio la idea y nos proporcionó el material necesario. A los padres les encantó, y los niños disfrutaron muchísimo». También hubo tiro con gomeru, lucha medieval, un bar ambientado con mesas de madera y fardos de paja para sentarse, y el fin de fiesta con el concierto del grupo riosano Faen Versión.
Detrás del éxito del Mercado Medieval hay meses de trabajo de la Asociación.
La participación ha sido una de las grandes bazas del buen funcionamiento en este día. «No hubiera sido posible sin la gente que nos cedió el material para la exposición, que vino a echar una mano ese día o que simplemente se acercó a comprar o a tomar algo», opinan en la Asociación. La satisfacción de ver a vecinos mayores, que normalmente no salen de casa, paseando por las calles ese día fue una de las cosas que más ilusión hicieron, teniendo en cuenta que el objetivo de esta jornada era doble: atraer turismo de forma diferente y potenciar una experiencia vecinal que en los últimos tiempos flojeaba. «Hay que tirar por el pueblo, buscar hacer cosas juntos y darle vida. Queremos animar a la gente a que se apunte, porque además es un trabajo muy bonito, donde haces amigos donde antes sólo había conocidos».
Se nota este buen ambiente en la reunión que se ha montado en un momento, donde no han podido estar todos los miembros de la asociación, pero los que sí van contando anécdotas y explicando una organización donde todos hacen de todo, y aportan de lo suyo: la experiencia de Leonor Pérez, el trabajo de Covadonga Martín en redes sociales, el empuje de Rafaela Ruiz, las ideas de Ana González, el trabajo incansable de José Martín, la ilusión y la energía de Juan Villarejo…
Queda disfrutar del éxito, hacer balance, y recoger las ideas para mejorar el año que viene, porque parece claro que esto se repite. Pero para eso queda un año, y en la Asociación no se plantean quedarse quietos. Ya planean lo siguiente, aún por concretar, posiblemente poner en marcha un amagüestu tradicional, mientras le dan vueltas a otro ambicioso proyecto que revolucionaría de nuevo Riosa: la Feria de Abril. «Una misa rociera, un paseo con caballos, la feria propiamente dicha… es mucho trabajo y no sabemos si nos dará tiempo, pero desde luego es una idea que tenemos ahí». Viendo lo que pasa cuando se les mete algo entre ceja y ceja, será mejor no perder de vista las propuestas de estos vecinos, que prometen aún muchas sorpresas.