Dice la sabiduría popular que las cosas buenas se guardan en envases pequeños. Soto del Barco es uno de los ayuntamientos más pequeños de Asturias, pero en sus 40,23 km2, se reúnen los ingredientes necesarios para presentarse como uno de los núcleos de interés turístico de la costa asturiana.
La historia de Soto del Barco comenzó a escribirse en 1873, cuando se creó el concejo como tal. Su nombre proviene de la barca que antiguamente había al pie del Castillo de San Martín de la Arena y que servía como único paso del río Nalón cuando todavía no existían puentes. Desde su formación el concejo ha mantenido una línea de crecimiento hasta nuestros días, convirtiéndose en punto de destino para turistas que buscan un lugar perfecto para el descanso. Pero existen motivos concretos por los que Soto del Barco –con pueblos destacados como La Corrada, La Arena, Ranón, Riberas, La Ferrería y Soto- es un lugar imprescindible a la hora de conocer Asturias.
Por su arquitectura
En varios de los núcleos que forman Soto del Barco se pueden encontrar muestras de arquitectura indiana, introducida en Asturias por los emigrantes que, desde finales del siglo pasado, viajaron a tierras americanas.
En Riberas, un pueblo vinculado al río, se pueden visitar varias muestras de esta arquitectura entre las que se encuentra la iglesia de Santa María de Riberas, construida en 1.803, en sustitución de otra de época medieval y también el Palacio de La Bouza. Esta construcción incluye casas de guardeses, panera, jardines y una capilla.
En el pueblo de La Ferrería se levantaron también numerosas casas de indianos así como un templete utilizado para celebrar banquetes al aire libre, o la Villa Isabel que data de principios de siglo y que cuenta con una galería doble.
Existe también otra arquitectura muy rica en el concejo que atesora una gran variedad de casonas, palacetes, escudos, retablos, sepulcros y monumentos religiosos.
Por su litoral
El mar ha aportado un gen distintivo a la personalidad de Soto del Barco, que se halla ubicado en el área costera central de la región, en el margen derecho de la desembocadura del río Nalón. La presencia del Cantábrico ha marcado el día a día de sus habitantes, dejando una huella que a día de hoy se puede ver en la gran variedad de productos que llegan al mercado desde sus aguas. Mención importante merece también la localidad de San Juan de la Arena, el núcleo de población más destacado del concejo y de gran tradición marinera. En el puerto fondean 64 embarcaciones, 24 de las cuales se dedican a la pesquería de la angula.
Soto del Barco tiene un único arenal en el que concentra todo su atractivo: la Playa de Los Quebrantos. Está situada en San Juan de la Arena, justo en la desembocadura del río Nalón. Sus 800 metros se unen al Playón de Bayas -que pertenece al concejo de Castrillón-, creando un arenal de más de tres kilómetros en los que es habitual la práctica del surf y de diversos deportes náuticos.
Está comunicada directamente con el casco urbano, además de tener un carril-bici independiente lo cual facilita la llegada al arenal. Posee acceso a las zonas de baño para personas discapacitadas y en numerosas ocasiones le ha sido concedida la Bandera Azul por poseer servicios como socorrista y puesto de vigilancia, señalización, aparcamientos, zonas verdes, puntos de agua potable, duchas y lavapiés adaptados para gente con discapacidad, puntos de recogida selectiva de residuos, etc.
Por sus fiestas
El calendario festivo de Soto del Barco es variado. El 3 de febrero se celebra en Riberas una de las festividades más destacadas del concejo: San Blas. Este día se rinde homenaje a uno de los postres típicos elaborados a base de nuez: las bollinas.
El 24 de junio es un día grande. Coincidiendo con la celebración de San Juan y sus tradicionales hogueras, se enraman todas las fuentes de Riberas para después escoger la mejor engalanada. Ese día, en San Juan de la Arena, se celebra la procesión marinera declarada de Interés Turístico por el Principado de Asturias.
Unos días más tarde, el 29 de junio, es la localidad de Soto la que se engalana para festejar el día de San Pedro; mientras que en agosto la cita destacada es la fiesta que el pueblo de Ranón celebra en honor a San Roque.
Con la llegada de septiembre, llega también la celebración de San Telmo en San Juan de la Arena, momento de homenajear a los marineros. En la antigüedad esta fiesta coincidía con la finalización de la costera del bonito y abría la nueva temporada de pesca de la angula.
Por su gastronomía
En San Juan de la Arena se pesca el conocido como “Oro del Nalón”, por ello la localidad está considerada como la capital angulera de España. Cada año, desde su lonja, parten kilos y kilos de este pescado valorado en toda España como uno de los manjares más exquisitos producidos en el norte de la península. En el mes de marzo, este año del 3 al 5, se celebra el Festival Gastronómico de la Angula, un evento único a nivel internacional que ya ha cumplido treinta ediciones. Además de degustar la angula preparada de múltiples formas, los visitantes que se acerquen a Soto del Barco en esta época del año, podrán también admirar un espectáculo de gran belleza: cientos de embarcaciones y pescadores que recorren el río por la noche con luces encendidas.
Otra cita de interés gastronómico es el Concurso de Pinchos Bajo Nalón, un evento en el que participan los concejos de Pravia, Soto del Barco y Muros de Nalón. La iniciativa en la que participan varios establecimientos tiene lugar a finales del mes de febrero.
El Teatro Clarín es el centro de la actividad cultural en Soto del Barco. El edificio, levantado en 1920 por los indianos Fernández de Castro, acoge una programación teatral durante todo el año y de carácter gratuito. En el mes de febrero, los vecinos podrán disfrutar de las obras ‘Cyclo’ de la compañía Callejón del gato (día 3) y ‘El malentendido’ del grupo La Galerna (día 24). Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo