Las jugadas de los grandes maestros del ajedrez son seguidas con interés desde la que se considera la capital del Valdés interior, Trevías.
Alfonso Gil lleva varios años al frente del Club Valdesva, un colectivo que cuenta con 40 jugadores, más de 80 colaboradores y simpatizantes. Allí han creado una Escuela de ajedrez.
-Participan en el Campeonato de Asturias por equipos, ¿qué requisitos les exigen para ello?
-Requiere contar con un mínimo de jugadores por categoría (nosotros somos 22 jugadores federados y participamos en Segunda Categoría y en Tercera), pagar las fichas federativas correspondientes, y disponer de un local digno para poder competir. Dado que el nuestro es pequeño, cuando coincidimos los dos equipos el Colegio Público San Miguel de Trevías nos cede un aula, lo que siempre es de agradecer.
-¿Cuáles son sus aspiraciones en la competición?
-Esta temporada el primer equipo aspira a subir de categoría (a Primera), mientras que en el equipo de Tercera la idea es jugar más o menos todos por igual, intentando que nuestros jugadores más jóvenes adquieran experiencia en la competición.
-¿Por qué en una localidad rural como Trevías el ajedrez ha cogido tanto auge?
-El Club se fundó en 1982 al amparo de la Asociación de Vecinos Valdesva de la Parroquia de Trevías y con un motor principal llamado Alberto Oria Blasco, que impulsó el ajedrez tanto a nivel escolar como deportivo. Supongo que la razón de que todavía estemos conectados con este apasionante mundo del ajedrez es que intentamos hacer las cosas bien, y de ahí que sigamos teniendo el apoyo necesario de toda la comunidad.
«A nivel escolar, está demostrado científicamente que el ajedrez aporta muchos beneficios como herramienta cognitiva y socializadora»
-¿Qué repercusiones tiene para la localidad la práctica de este deporte?
-Principalmente, dado que se trata de una zona rural desfavorecida, ha permitido a muchos jugadores conocer esta localización geográfica, incluidos los asturianos. Y, por otra parte, y no menos importante, mantener una actividad creativa y socializadora para todos los que viven aquí.
-Personalmente, ¿qué ventajas apareja esta afición?
-A nivel escolar, está demostrado científicamente que aporta muchos beneficios como herramienta cognitiva y socializadora: visión espacial, intuición, creatividad, empatía, responsabilidad, paciencia, etc. Pero si hablamos del ajedrez de competición, sobre todo para adultos requiere mucho esfuerzo y dedicación, y el hecho de enfrentarse a otro ser humano en un juego de carácter tan intelectual, a menudo, lleva implícito una carga extraordinaria de adrenalina que puede resultar contraproducente para el que lo practica.
-¿Por qué recomendaría esta actividad a niños y jóvenes?
-Básicamente, porque es infinito, es decir, las posibilidades que ofrece son maravillosas e inacabables. Además es muy barato y puedes jugar con todo el mundo, amén de ofrecerte un ‘plan de entretenimiento’ para cuando uno se haga mayor.
-¿Qué le han aportado personalmente los años que lleva al frente del Club?
-Honestidad y capacidad de trabajo.