9.2 C
Oviedo
lunes 10, febrero 2025

Isabel Barreiro, atleta profesional: “La gestión de las emociones es fundamental”

Lo más leído

Correr era el hobby de Isabel Barreiro desde bien pequeña, y esta campeona de España ha hecho de su pasión una profesión en la que espera seguir conquistando podios.

En 2013 la gijonesa consiguió su primer título nacional en la categoría cadete, y tras muchas carreras y oros, diez años más tarde se proclamó campeona de España de 10.000 en pista con una marca de 32’03’’37. Durante varias temporadas sudó la camiseta en clubes como el Atlético Gijonés Fumeru, el Valencia Atletismo y el BM Bilbao. Hace poco más de un año, esta licenciada en Fisioterapia ha dado el paso a profesional con el C.A. Adidas, todo un sueño hecho realidad.

-¿Qué te llevó a practicar atletismo? ¿Tenías referentes en tu familia?
-La verdad es que empecé de casualidad, porque en mi familia no había nadie que hiciera atletismo. Cuando era pequeña, tendría cinco o seis años, vinieron al cole a dar las típicas charlas en las que te animaban a apuntarte a algún deporte: baloncesto, fútbol, atletismo… Y a mí el atletismo me llamó la atención, porque siempre fui una niña muy inquieta; me gustaba subirme a todos los árboles e ir corriendo a todos los lados. Salí del colegio diciéndole a mi madre que me quería apuntar, ella lo hizo y hasta hoy.

-¿Cuándo descubriste que podías ser buena en este deporte?
-Bueno, desde que empecé a correr siempre tuve buenos resultados, pero lógicamente, al principio, para mí era un juego más, me encantaba ir a entrenar y a competir. Luego, al llegar a la categoría cadete, ya empecé a competir fuera y fui campeona de España varias veces. Tenía buenos resultados en las carreras tanto aquí en Asturias como a nivel nacional, y supongo que eso también te motiva para seguir, pero claro, una cosa es ver que se te da bien y otra pensar que te puedes dedicar a ello; eso llegó muchísimo más tarde.

-¿Cambió mucho tu vida al convertirte en una atleta profesional?
-Cambió sobre todo respecto al descanso, porque ya tienes tiempo para ti. Tu trabajo es entrenar, y el descanso también es parte del entrenamiento. Antes de ser profesional estaba estudiando en la Universidad y, lógicamente, no me podía dedicar cien por cien al atletismo, pero creo que es una etapa por la que tienes que pasar y que te sirve para darte cuenta de la suerte que tienes. Hay mucha gente que está compitiendo a un nivel bastante alto y que aparte tiene su trabajo, porque no tuvo la oportunidad o no tiene las facilidades que yo tengo ahora mismo.

-¿Tu mayor logro ha sido el oro en los 10.000?
-Yo diría que sí, el campeonato de España de 10.000 y luego ser cuarta de Europa Sub 23 en 5.000 que, aunque en una categoría menor, es un buen resultado.

En 2023, Isabel Barreiro se proclamó campeona  de España absoluta de 10.000 m. en Burjassot (Valencia)
En 2023, Isabel Barreiro se proclamó campeona de España absoluta de 10.000 m. en Burjassot (Valencia)

-¿Qué valoras más en un momento determinado, tener una cabeza bien amueblada o unas condiciones físicas importantes?
-Ahí lo tengo claro: la cabeza. De hecho, mi primer entrenador, Mario González, siempre me decía que yo tenía la cabeza muy bien amueblada. Creo que es lo más importante porque, muchas veces se ven atletas que tienen una calidad impresionante, pero como no están del todo centrados se acaban perdiendo. Lógicamente, necesitas tener la suerte de valer para ello, pero vale mucho más el trabajo constante que el tener muchísima calidad y quizá no saber explotarla.

-¿Qué resulta más complicado: mantener un nivel alto tras haber subido a un podio con una buena marca o recuperarla tras una lesión y volver a tener sensaciones positivas?
-Es una buena pregunta porque las dos son complicadas. Cuando llegas a cierto nivel, quizá lo más difícil es llegar a ello, pero mantenerlo tiene lo suyo. Aun así, diría que es más difícil salir de la lesión, sobre todo si es una larga. Yo pasé por un par de ellas que me obligaron a estar bastante tiempo parada y se pasa mal; hay que tener mucha paciencia para recuperarte de eso, algo que a veces no tenemos del todo los deportistas. Además, las lesiones suelen llegar en los momentos más inoportunos, cuando estás entrenando fuerte porque tienes una competición importante, así que aparte de todo el proceso de recuperación tienes el golpe de no poder ir al campeonato para el que te estabas preparando.

-Ante un problema físico hay que trabajar para que no quede ninguna secuela que afecte a la actividad deportiva, ¿ocurre lo mismo en lo emocional?
-Sí, en muchos casos es fundamental, depende de qué tipo de lesión. Yo, después de tener un edema óseo en la cadera, cada vez que notaba algo un poco raro por esa zona ya me hacía pensar que volvía a tener uno y eso que no era posible, pero la cabeza te lleva a momentos chungos a la mínima oportunidad. Yo estuve y estoy trabajando con psicólogos, empecé de cara a conseguir un mejor rendimiento deportivo, pero claro, cuando llega una lesión tienes que aprovechar y utilizar todo lo que te cuentan.

-Seas o no profesional, todo deportista puede pasar por situaciones complicadas en las que viene muy bien tener ayuda.
-Sí, ahora por suerte ya se habla más de esto, aunque sigue habiendo gente a la que le puede dar vergüenza decir que va al psicólogo, pero creo que en esto ya deberíamos pasar página.

-Parece lógico asociar que, al igual que para tener un rendimiento físico alto necesitas un entrenador, también puedas necesitarlo en el campo mental.
-Sí, porque cuando llegas a cierto nivel los detalles son los que cuentan. Todo el mundo va a hacer lo mismo que tú, van a entrenar, van a comer bien… y tienes que llevarlo todo lo mejor posible.

-¿Cuál ha sido, deportivamente hablando, el momento más feliz de tu trayectoria?
-Quedarme solo con uno es difícil. Cuando me fichó Adidas fue un momento muy importante, porque yo venía de una lesión y no me esperaba esa oportunidad. En el deporte cuando las cosas te van mal, todo el mundo se olvida de lo bueno que has hecho, y que apostaran por mí en ese momento fue un chute de motivación. No sé si fue el más feliz, pero sí uno muy importante. Quizá también cuando en 2021 quedé cuarta de Europa en la Sub-23, ese año hice una buena temporada y competí con gente muy, muy buena. De hecho, las tres primeras fueron olímpicas en Tokio en ese año y la que ganó, Nadia Battocletti, es la actual subcampeona olímpica de 10.000, con lo cual era para estar orgullosa del cuarto puesto. Recuerdo que competí muy bien, hice lo que tenía que hacer y tengo muy buen recuerdo de ese campeonato.

-¿Cómo se afrontan los días malos en los que compites y tu cuerpo no responde como hace habitualmente?
-La verdad es que es complicado porque, aunque suele haber un porqué, hay días que no lo encuentras; simplemente tu cuerpo dice que no. Y a lo mejor llevabas meses entrenando con unas marcas súper buenas y piensas: «estoy preparadísima» y luego llega el día de la competición y no te sale. Cuando no hay ese porqué, yo intento pensar que por mi parte estoy haciendo todas las cosas bien, que no me quedaba nada por hacer, y que mañana seguiré entrenando y habrá más competiciones. No te queda otra. Machacarte a ti misma no te va a llevar a ningún lado.

Isabel Barreiro en la carrera de 10 km Villa de Laredo en la que terminó séptima en la categoría femenina.
Carrera de 10 km Villa de Laredo en la que terminó séptima en la categoría femenina.

-¿Alguna vez has te has planteado dónde pueden estar tus límites?
-Límites como tales no los pienso, ni creo que lo haga ningún atleta porque no quieres ponértelos, pero sí hay objetivos que me gustaría cumplir y que, aunque difíciles, son asequibles. Yo tengo en mente poder ir a unos Juegos Olímpicos, ser finalista europea y también ir a un Mundial, son cosas que me gustaría haber hecho antes de retirarme. Y también volver a conseguir el Campeonato de España.

-Tuviste un 2023 complicado por las lesiones, ¿en qué momento te encuentras ahora mismo?
-Esta pretemporada fue un poco rara porque el pasado verano estuve lesionada y empecé a entrenar más tarde de lo normal, así que vamos muy poco a poco. Normalmente en estas fechas estoy compitiendo prácticamente todos los Cross y el Campeonato de España de Cross, pero este año lo dejamos de lado y estamos centrados en recuperar el cien por cien y volver a la normalidad.
De momento tengo en mente no competir hasta marzo, que iría al Campeonato de España de 10K en Ruta para poder ir luego al Campeonato de Europa de Ruta, un campeonato nuevo que se va a hacer este año. Ese es el objetivo más importante a corto plazo.

-Das charlas a jóvenes y niños, ¿qué es lo que más te gusta transmitirles?
-Sí, esas charlas suele organizarlas la Federación Española de Atletismo y me gusta mucho hacerlas porque creo que es importante. Y siempre incido en que, aparte de entrenar, estudien y se preparen, que tengan un plan B, porque por desgracia el atletismo no es fútbol y muy poca gente puede vivir de él. Es un deporte con una fecha de caducidad muy corta y no vas a ganar tanto dinero como para poder retirarte y vivir del cuento, así que tienes que estar preparado por si no llegas o por si te pasa cualquier cosa. Es importante que lo tengan claro.

-¿Qué valores crees que son los que aporta este deporte?
-El más importante es el trabajo, la constancia. En el atletismo, como en el resto de campos de la vida, si tú no te lo curras por ti mismo, nadie te va a regalar nada, nadie va a venir a hacerlo por ti. Y cuando hay un momento más complicado es cuando tienes que decir: «puedo con ello, tengo que pasar y seguir». Eso te lo da el entrenamiento, te toca sufrir, pero luego tienes recompensa.

-Al final de tanto esfuerzo, ¿siempre hay recompensa?
-Sí, siempre llega. A veces tarda, pero llega.

-¿Y cuál es el momento diario en el que más te cuesta seguir con la rutina? ¿Tal vez cuando toca madrugar?
-No suelo madrugar habitualmente, pero si tengo que hacerlo no me cuesta, lo peor para mí es cuando hago varios días con doble sesión de entrenamiento, por la mañana y por la tarde. Hay veces que estás cansada y falta el entrenamiento de la tarde. Y luego, más te vale que te guste la lluvia porque aquí en Asturias si no es así, estás jodido, hablando mal. Si a eso le sumas que hace frío, lógicamente no te apetece demasiado salir a correr, pero lo haces.
En una de estas charlas de las que hablaba, los niños me preguntaban si estaba motivada todos los días. Y yo les decía que eso es imposible, porque no todos los días puedes tener las mismas ganas de comerte el mundo. Lo que pasa es que sabes qué es lo que tienes que hacer y tampoco le das más vueltas, vas y cumples.

-Como bien dices, la práctica del atletismo tiene fecha de caducidad corta. ¿Has pensado en cómo será tu futuro después?
-Hay varias opciones, por un lado, tengo la carrera de Fisioterapia, que es como mi seguro, pero tampoco descarto dedicarme a entrenar. Sería una manera de continuar en el mismo mundo en el que llevo tantos años, pero desde el otro lado, sin sufrir tanto, al menos no físicamente, porque los entrenadores también lo pasan mal. El mío, Carlos Francisco Rionda, sufre a veces más que yo.

-¿Es importante una buena sincronía, un buen entendimiento con tu entrenador de cara a conseguir un rendimiento óptimo?
-Aparte de que pasas muchas horas con él, tienes que fiarte al cien por cien, confiar en el plan que tiene preparado para conseguir el objetivo que buscas, porque si no confías del todo, va a ser muy complicado hacer las cosas bien. El entrenador es una persona muy importante y a veces no se valora todo el trabajo que hace, que es mucho.

-¿Hay muchos momentos en los que tienes que escucharle a él y no hacer caso de las sensaciones que te proporciona tu propio cuerpo?
-Sí, la mayoría, la verdad. A veces porque pienso que ya no puedo más y él entonces me anima a seguir, aunque en mi caso son muchas más veces en las que ocurre lo contrario, que estoy en un entrenamiento, me siento fenomenal y voy a un ritmo mayor del que debería. Y el entrenador me dice, «tranquila, que todavía quedan muchas series, no vayas tan rápido». Y ahí igual me resulta más difícil controlarme, pero le hago caso porque, como en cualquier profesión, la gestión de las emociones, el no venirse arriba, es fundamental.

-¿La renuncia es algo que te acompaña como atleta profesional?
-Si te refieres a las cosas que sacrificas, quizá lo que más me fastidia es no poder hacer planes con amigos o familiares porque igual tienes un viaje y tienes que entrenar. A veces es complicado de llevar, pero sabes que es lo que hay y no te queda otra. Luego hay otras cosas, como tener una alimentación adecuada, pero por suerte a mí me gusta comer de todo y además disfruto mucho comiendo y también hay momentos en los que puedes permitirte un capricho.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 3

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Más del autor /a

DEJA UNA RESPUESTA

¡Por favor, introduce tu comentario!
Introduce aquí tu nombre


Últimos artículos

Este es un banner de prueba