Samuel Díaz Acerete llegó como un novato al Campeonato de España de Superbikes 2023. Con solo 16 años y sin experiencia en esta categoría, ni él mismo esperaba los resultados que está cosechando. De continuar así en las próximas dos pruebas, el título será suyo.
En la última prueba del campeonato, también llamado Copa de España de Velocidad, el piloto allerano llegó a poner su moto Yamaha R-1 a 300 kilómetros por hora. Todo un subidón de adrenalina que le condujo al podio en Montmeló el pasado 18 de junio. El asturiano, que compite desde hace cuatro años con el equipo Tecniracing Albacete, tiene por delante un futuro prometedor.
-¿Cómo es posible que acabes de llegar a la Superbike y, siendo el novato de la parrilla, estés subiendo al podio como ganador?
-La verdad es que yo tampoco me lo esperaba porque a finales del año pasado ni siquiera sabía que iba a dar el salto a Superbikes. El año pasado tuvimos bastantes problemas, estábamos estancados y teníamos que cambiar la moto, pero se dio la oportunidad de poder coger una R-1 y mi jefe de equipo, Ángel Gómez, -que es la persona que me está llevando y la que realmente conoce el potencial que puedo llegar a tener- me dijo que haríamos una prueba y que si veía que le ponía ganas podría entrar en el equipo. Era la primera vez que probaba la Kawasaki 400, no sabía cómo iba a ir y tuve una inspiración increíble y quedé segundo.
Así que empecé a entrenar con la R-1 y últimamente me está yendo bastante bien en el Campeonato. Como todo, al final, es a base de trabajo y de no precipitarse.
“Cuando veían que me había pasado tan pronto a la Superbike me decían un poco sorprendidos: ‘¡pero si hace nada estabas corriendo en la 400!’”
-El resto de pilotos participantes en la Copa al principio te verían como el chavaluco de 16 años que acababa de llegar, pero supongo que ahora lo harán de otra manera.
-Sí, cuando veían que me había pasado tan pronto a la Superbike me decían un poco sorprendidos: “¡pero si hace nada estabas corriendo en la 400!». Y es verdad que tengo menos experiencia que los demás para ir rápido, pero una vez que te acostumbras es como llevar una moto normal, no tiene nada de raro.
-En algún momento hablas de tu moto como de ‘tu cohete’. ¿Qué se experimenta encima de una Yamaha de 200 caballos?
-La primera vez que subí me asusté y todo. No estaba acostumbrado y según salí, al acelerar, hice un caballito en toda la recta. Cuando llegué a boxes le dije a Ángel: “quítale algo de potencia porque ¿cómo la controlo?, ¿qué hago?”.
La verdad es que es la moto con la que más he disfrutado pilotando, nada más que aceleras coges una velocidad que flipas. Y aunque tiene 200 caballos es bastante fácil de conducir; no te da muchos problemas al entrar en curva, la puedes llevar más o menos por donde tú quieres y, entre eso y la potencia que tiene, es muy divertido. Es mucha adrenalina y lo pasas muy bien.
“La primera vez que subí a la Yamaha me asusté y todo. No estaba acostumbrado y según salí, al acelerar, hice un caballito en toda la recta”
-Al mismo tiempo también es una moto exigente ¿qué es lo más difícil?
-A nivel físico es complicado porque en esta categoría las carreras son más largas y tienes que estar en forma. En Barcelona lo pasé un poco mal porque llegaba a la prueba con el antebrazo un poco cargado, además llevaba tiempo sin coger la moto y en las últimas vueltas me empezó a doler bastante.
No puedes hacer una carrera entera forzando mucho, tirando a tope, porque se pueden romper los neumáticos que tienen bastante desgaste y porque también acabas tú muy cansado.
-Oyéndote hablar no parece que tengas dieciséis años… ¿este aplomo lo tienes desde pequeño?
-Llevo compitiendo desde que tenía siete años, al principio era como un hobby, pero al llegar a este nivel tienes que ser profesional. Da igual que tenga dieciséis años, el equipo ha confiado en mí y tengo que dar mi cien por cien para que ellos sientan que lo están haciendo bien por alguien que se esfuerza. No puedes ir a hacer lo que te apetece, tienes que poner tu parte.
“Da igual que tenga dieciséis años, el equipo ha confiado en mí y tengo que dar mi cien por cien para que ellos sientan que lo están haciendo bien por alguien que se esfuerza”
-En tus redes sociales abundan tus mensajes de agradecimiento a tu equipo por el trabajo que están haciendo.
-Tengo mucho que agradecer, sobre todo a Ángel, el jefe del equipo en el que estoy ahora, porque me cogió en un momento muy malo para mí. Había tenido un 2022 con malos resultados y ya pensaba si me valdría más dejar las motos viendo que no valía para esto. En la primera carrera que fui con él me enseñó cómo tenía que hacer las cosas, me corrigió en alguna que hacía mal y quedé segundo o tercero. Es una persona muy seria que sabe muchísimo de las carreras, lleva veinte años en ellas, y gracias a él y al apoyo que me da sigo compitiendo.
El nuestro no es un equipo muy grande, normalmente los equipos van a ganar dinero, pero mis padres no tienen muchos recursos y él lo hace no por ganar dinero sino porque le gusta llevar pilotos arriba. Le debo mucho.
-Tu prematura incorporación a la R-1 te ha obligado a coger nuevas referencias. ¿Cómo está siendo tu aprendizaje?
-Es complicado porque sólo estuve un año en 400 y otro en 600 y luego ya pasé directamente a la Superbike que es lo máximo. Cuando llegas no vale sólo con ser rápido, tienes que aprender muchísimo sobre los neumáticos, cuál funciona mejor en cada situación. En el Campeonato de España hay rivales muy fuertes y yo me fijaba en ellos, me ponía detrás para ir aprendiendo y no quedarme estancado.
-El aprendizaje está funcionando, llevas varias carreras ganadas.
-La verdad es que sí. Me imaginaba luchar por el podio en alguna carrera, pero no estar primero o segundo y llegar a ser un referente en el Campeonato.
-¿Esto te mete presión?
-Un poco, pero es verdad que cuando estás ahí y sabes que has conseguido ganar una vez piensas que puedes volver a hacerlo. Lo que me planteo es que no puedo cometer errores, y que si estoy en las posiciones de delante es porque puedo estar ahí.
-En la última carrera llegaste a poner la moto a 300 km/hora. Una caída a esa velocidad puede ser brutal ¿no experimentas miedo?
-No soy consciente de que voy a esa velocidad, voy tan concentrado que no me doy cuenta. El marcador de velocidad lo llevo tapado, sólo llevo el mapa de carreras con el tiempo, las revoluciones y la temperatura porque mirar la velocidad puede distraerme. Sólo la veo al final, cuando acaba esta tanda o la carrera.
“En el Campeonato de España hay rivales muy fuertes y yo me fijaba en ellos, me ponía detrás para ir aprendiendo y no quedarme estancado”
-Si tuvieras que destacar una cualidad tuya como piloto, ¿cuál sería?
-No soy un piloto especialmente rápido porque, por ejemplo, si me comparo con mi hermano que antes competía en moto, cuando a él le entraba la inspiración podía llegar a bajar dos segundos mientras que yo bajaba uno.
A mí me cuesta más llegar a esa velocidad, pero una vez que llego soy muy constante y puedo mantener ese tiempo muchas vueltas, con buen ritmo. También soy un piloto que freno bastante tarde y adelantarme es complicado.
-Ambos hermanos empezasteis pronto a competir, ¿cómo pegó tan fuerte el mundo del motor en vuestra casa?
-Fue por mi padre, que era aficionado. Con tres años ya aprendíamos a andar en bici y en casa teníamos motos eléctricas. Un día vio que había una escuela de motociclismo en la que enseñaban a los críos y nos llevó a los dos; ese mismo año nos llevó a una prueba del Campeonato de Asturias y yo quedé tercero. Luego fuimos a otra y al final del campeonato quedé segundo, luego pasamos a otro campeonato superior y ya nos liamos.
“Si eres rápido pero no piensas, no ganas el campeonato. Si demuestras que puedes ser rápido y al mismo tiempo ser regular, al final, la gente se fija en ti”
-Dado que estás estudiando el Bachiller, ¿cómo haces para organizar tus tiempos y combinar actividades?
-Soy una persona normal y corriente, hasta hace poco la gente no sabía que yo compito en motos, y cuando lo saben se quedan flipando. Sí que tengo que dedicarle tiempo a la preparación física porque hay bastante desgaste en las carreras, por lo demás es todo igual a excepción de cuando tengo alguna carrera o algún entreno y pierdo clases, ese tiempo perdido tengo que recuperarlo estudiando más fuerte.
Yo vivo en Asturias y me encanta, pero para entrenar tengo que meterme viajes largos. El circuito más cercano en el que puedo coger la R-1 está en Navarra, a cuatro horas y media. Por el trabajo de mis padres no puedo desplazarme mucho así que entreno menos que los demás. Ahora que ya acabé las clases, posiblemente vaya a entrenar a Albacete, donde está mi equipo, allí me quedo en casa de mis mecánicos.
-Mirando hacia el futuro cercano, ¿qué te gustaría conseguir?
-Ganar la Copa de España porque no nos vale quedar segundos. Faltan dos carreras, una en Navarra y otra en Albacete, y si quedo entre los tres primeros ya estaría hecho el campeonato.
Si gano la Copa, el año que viene tenemos más o menos garantizado un sitio en el SBK, que es el Campeonato de España de Superbikes. Y si estamos ahí con buenas posiciones, compitiendo con gente que ha sido campeona del mundo, probablemente nos llamen para hacer un wild card tanto en el Mundial como en el Europeo. Luego ya habría que ver cómo me las apaño.
“Yo vivo en Asturias y me encanta, pero para entrenar tengo que meterme viajes muy largos. El circuito más cercano en el que puedo coger la R-1 está en Navarra, a cuatro horas y media”
-Así que tus dos próximas carreras son súper importantes.
-Sí porque supone demostrar que puedo luchar por los campeonatos, no sólo por ganar carreras. Si eres rápido pero no piensas, no ganas el campeonato. Si demuestras que puedes ser rápido y al mismo tiempo ser regular, al final la gente se fija en ti.
Hay gente que se pone muy nerviosa con la presión y comete errores y aquí el más pequeño error provoca una caída y un cero en el campeonato hace mucho daño. Puedes ir ganando varias carreras, pero si tienes un cero pierdes muchos puntos y puedes acabar perdiendo el campeonato. Hay que ir rápido pero teniendo todo más o menos bajo control.
-¿Eres de los que cree que “el que la sigue la consigue, que siempre se abrirá algún puerta si uno sigue luchando”?
-Yo creo que sí, pero tienes que esforzarte mucho y tener claro que si estás ahí es porque vales. Tienes que mantenerte luchando, luego el resultado puede salir o no, pero que no sea porque no has puesto todo de tu parte.