El Anillo Ciclista se plantea en principio en ocho etapas, pero su carácter circular permite que sea posible adaptarlo a otras gestas. En este caso, hacer toda la ruta corriendo y del tirón: casi 170 kilómetros en 31 horas y media. Y no es, ni de lejos, lo más duro que ha hecho el asturiano Fernándo González.
-¿Por qué correr este Anillo Ciclista de la Montaña Central?
-Yo soy de Sama de Langreo, así que hay una parte que me pilla muy cerca. Veía las señalizaciones y la distancia me parecía asumible, porque yo ya había corrido distancias más largas. Para conocer el itinerario lo hice primero en tres días distintos, con un grupo de gente con el que salgo todos los sábados. Y unos meses más tarde, en septiembre del año pasado, me decidí a hacerlo todo seguido.
-¿Cómo fue la experiencia?
-Me gustó mucho. Son 170 kilómetros y 15.000 metros acumulados de desniveles, es casi como subir al Everest desde el nivel del mar y luego bajar. Ahora que están «de moda» las carreras por montaña me parece un recorrido muy interesante, porque muchas veces la gente se va a hacer cosas parecidas a los Alpes, por ejemplo la Ultra Trail del Montblanc tiene una distancia y un desnivel similar, cuando esto lo tenemos aquí, está muy señalizado y además hay zonas de fácil acceso por si te encuentras mal o te pasa algo. Es una aventura muy bonita, al lado de casa.
«La gente se va a hacer cosas parecidas a los Alpes, como la Ultra Trail del Montblanc, cuando esto es una gran aventura al lado de casa»
-Más de treinta horas corriendo es una barbaridad para la mayoría de los mortales, pero en tu caso llevas años haciendo ultra trails.
-Yo empecé a salir a la montaña con quince años y desde entonces -ahora tengo 49- no hay semana que no salga. Practico muchas disciplinas: correr, caminar, bicicleta de montaña, escalada en roca, escalada en hielo, esquí de montaña… Cuando era crío pasaba todo el día subiendo y bajando picos, luego estuve una época muy centrado en las carreras de asfalto y por último volví a las carreras por montaña. La primera larga que hice fue la del Montblanc, hace diez años: 166 km que me llevaron treinta y nueve horas, llegué en el puesto quinientos de dos mil quinientos participantes.
-¿Cuál ha sido tu carrera más especial?
-Me quedé muy contento con la Fat Dog en Canadá, probablemente la mejor carrera de mi vida a nivel deportivo: tercer puesto después de correr doscientos kilómetros. Pero probablemente la carrera más dura y más bonita que he hecho nunca sea el Tor des Geants, en los Alpes italianos. Fueron ciento diez horas corriendo y entré en el puesto cincuenta, de seiscientos cincuenta que éramos. Es la que más me marcó, aunque cada carrera es una experiencia y una aventura. Pinche aquí para ver más reportajes de esta comarca