A punto de terminar este 2014 y después de todo lo vivido en este azaroso año, muchos se preguntan ¿cómo es posible que las cosas sigan funcionando después de la que está cayendo? Sólo hay una respuesta: son los ciudadanos quienes lo hacen posible.
Los que marchan por la Dignidad, los que dedican tiempo a ayudar a los demás, los que no se creen lo que nos cuentan y buscan otras fuentes de información, los de la Marea Verde o el Tren de la Libertad, los que defienden la sanidad pública, los que con su dinero apoyan las ideas de los otros, los investigadores que mitigan con esfuerzo personal la falta de recursos, los voluntarios de todas las edades que paran los desahucios, los jueces que luchan por que la justicia no sea privilegio de unos pocos, los que se movilizan, los que se indignan, los pensionistas que hacen milagros para sacar adelante al resto de la familia en paro, los que han tenido que emigrar para encontrar su primer trabajo… todos estos pequeños héroes de la vida cotidiana, protagonistas de tremendas hazañas, anónimas la mayoría de las veces, que son las que nos hacen mantener la fe en el ser humano y su capacidad para salir adelante en todas las circunstancias.
Por todos ellos, proponemos un brindis navideño.
Por toda la buena gente que la hay y que, afortunadamente, es mayoría.
Entremos juntos en 2015.