Esta gijonesa es una apasionada de la mediación y aprovecha cualquier circunstancia para hablar de sus bondades: «existe otra vía más rápida y económica para solucionar los conflictos y eso debe conocerse». A ello entrega gran parte de su energía. Es autora del libro La mediación hoy (Ediciones Paraninfo) y también formadora de mediadores.
-¿Cómo explicar las ventajas de la mediación a una sociedad que tiene tan inculcada la cultura del litigio?
-Para que esto llegue a conocimiento del público en general sería necesaria la implicación de los organismos públicos, de las corporaciones de profesionales y también trabajar en el ámbito escolar, porque si hay educación hay cambios y las ventajas de la mediación se experimentan cuando se prueban. ¿Ventajas? Todas. Es un mecanismo muy útil para satisfacer las necesidades de la persona, no sólo a nivel material sino también emocional. Porque uno se hace dueño de su conflicto, se responsabiliza de ello e intenta solucionarlo. Y ése es un paso muy importante porque estamos acostumbrados a que las cuestiones nos las resuelvan otros, en este caso un organismo estatal en el que se delegan todas las responsabilidades.
«El mediador es un tercero neutral, imparcial que ayuda a las personas a dialogar. Es un facilitador de la comunicación interpersonal y de la negociación»
-La juez decana de Oviedo apuesta por la mediación y afirma que esta alternativa ayudaría a descongestionar los juzgados. También señala que existen ciertas reticencias entre los profesionales del Derecho.
-El fin último de la mediación no debería ser judicial porque eliminaría lo primordial, el factor humano. Aunque es cierta esa apreciación que hace la juez y estoy de acuerdo con ella.
En cuanto a las reticencias, me gustaría señalar que la mediación no supone restar trabajo a los abogados, ya que la gente necesita de cualquier manera asesoramiento, representación y alguien que vele porque el contenido jurídico del acuerdo final sea viable. Esa parte nunca la podría hacer el mediador.
-¿En qué consiste su labor como mediadora?
-El mediador es un tercero neutral, imparcial, que ayuda a las personas a dialogar. Es un facilitador de la comunicación interpersonal y de la negociación. A través de una serie de técnicas ayuda al entendimiento, a la gestión de los conflictos y las emociones entre las partes. No decide, ni propone, ni evalúa. Son las partes las que encuentran las soluciones.
-Basándose en su experiencia, ¿cuál cree que es la clave para que una mediación cuaje y convenza a las partes?
-Una parte muy importante del éxito se apoya en la habilidad del mediador para desbloquear la situación de conflicto, conseguir que se hablen las cosas y cambiar la forma de ver el problema. Por eso es importante que esté bien formado, con un amplio conocimiento de la mediación y una ética intachable, y que sea eficaz. Unas veces es posible conseguir acuerdos, otras no, pero puede quedar abierta una puerta para que al cabo de unos meses -por ejemplo-, se consigan otros acuerdos que no eran el objetivo inicial. A éstos los considero casos de éxito.
«La mediación en Asturias está empezando. En otras comunidades, donde esta práctica está más arraigada, se están obteniendo buenos resultados»
-Tiene que ser un arte el crear ese espacio de neutralidad para llevar a cabo la mediación…
-Sí, es un arte más que una técnica porque precisa de muchos ingredientes como la percepción, la sensibilidad, la paciencia, saber manejar los silencios…
-¿Qué fue lo que le impulsó a formarse como mediadora?
-Lo que me atrajo fue el elemento humano. Ejerzo como abogada y también como mediadora, y son dos parcelas de mi vida que tengo muy bien diferenciadas. Por un lado el mundo técnico-jurídico es muy árido y frío, en un juzgado no puedes hablar de emociones. En cambio en la mediación todo gira en torno a las personas, la comunicación, el entendimiento. En Asturias es algo que está empezando pero creo que va a ir cogiendo velocidad. Me ha alegrado mucho conocer el interés y el esfuerzo que está realizando en este sentido la juez decana de Oviedo. También es bueno saber que en otras comunidades -Cataluña, Valencia, Madrid-, donde esta práctica está más arraigada, se están obteniendo buenos resultados.
-¿Qué aporta a su trabajo el hecho de ser mujer?
-En el terreno laboral las mujeres a veces nos sentimos como fuera de juego porque nos han obligado a comportarnos y a sentir como los hombres, cuando es mentira porque no lo vivimos así y esto nos ha hecho mucho daño. Somos muy diferentes y eso es precisamente lo que hay que reconocer, valorar y ensalzar como un gran potencial en el mundo laboral y profesional. Valores y cualidades femeninas como la sensibilidad, la comprensión, la empatía, la intuición, cercenadas en el mundo laboral y especialmente en el judicial en el que me muevo, son esenciales en la mediación. Esto es algo novedoso que me atrae mucho de esta profesión.
«Valores y cualidades femeninas como la sensibilidad, la comprensión, la empatía, la intuición, que han sido cercenadas en el mundo laboral y especialmente en el judicial en el que me muevo, son esenciales en la mediación»
-¿Qué asuntos son susceptibles de mediación?
-Asuntos familiares que son quizá los más complicados por la carga emocional que implican, civiles y mercantiles. En este último terreno, la mediación es muy solicitada por las empresas para solucionar sus problemas, ya que acabar en un juzgado afecta a su imagen de cara a clientes, proveedores o fusiones, además de que les supone mucho dinero y también tiempo. En cambio la mediación permite solucionar los conflictos de forma más rápida, ahorrando costes y con la garantía de la confidencialidad. Por ejemplo, Holanda está viviendo un boom en este terreno.
-¿Cree que si dialogásemos más tendríamos menos problemas?
-Por supuesto. Muchos problemas son originados por la falta de diálogo, si a ello se añade la escucha, al final las posturas se acercan. Para llegar a esto de forma natural es muy importante la educación. En este momento se está implantando la mediación en algunos colegios. Forman a los niños y se establece la figura del mediador cada mes. Ellos son los encargados de actuar cuando haya un conflicto o una pelea y llegar a un acercamiento. Estos futuros mayores van a saber lo que es la mediación porque la han vivido, y la van a valorar más.
Totalmente de acuerdo. Marta: Te necesitamos, Soy la madre de Amaya Garijo Urrutia email: [email protected]