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viernes 13, diciembre 2024

Caso 25N: “No es noticia. Es violencia”

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Bajo este lema comienzan las actividades del 25N en el Ayuntamiento de Caso. Este año, serán los anfitriones de la presentación de los actos de la campaña de los cinco ayuntamientos del Valle del Nalón –Langreo, San Martín, Laviana, Sobrescobio y Caso–. Una muestra del compromiso colectivo en la erradicación de toda violencia ejercida contra la mujer.

María Garrido, responsable de las concejalías de Educación, Bienestar Social e Igualdad en el Ayuntamiento de Caso.
María Garrido

María Garrido es la responsable de las concejalías de Educación, Bienestar Social e Igualdad en el Ayuntamiento de Caso. En esta última legislatura, asumió esta responsabilidad gracias a su vocación de ayudar a las personas. Integradora Social y graduada en Educación y Trabajo Social, reconoce que “lo que me impulsa cada día a trabajar con todo mi esfuerzo es el profundo amor que siento por mi concejo y su gente. Mi compromiso es, y siempre será, poner mi dedicación y corazón al servicio de Casu”.

-Este año, sois los anfitriones en la presentación de la campaña del 25N de los cinco concejos del Valle del Nalón. ¿Qué significado tiene esto para vosotros?
-Esto es fruto de un sistema de rotación que llevamos entre todos. No se trata de un protagonismo particular de un concejo sino de resaltar que, lo más importante, es que estamos unidos. Lo que realmente cuenta es que los cinco concejos trabajamos juntos y con un mismo propósito: luchar, todos a una, contra la violencia de género. La presentación es una muestra de nuestro compromiso colectivo y de nuestra voluntad de alzar la voz de manera conjunta para enfrentar los problemas.

-¿Por qué habéis apostado por el lema No es noticia. Es violencia?
-Lo hemos elegido porque creemos firmemente en la necesidad de cambiar la manera en que la sociedad y, en particular, los medios de comunicación, abordan la violencia de género. Nos hemos dado cuenta de que, en demasiadas ocasiones, las noticias sobre estos casos terminan revictimizando a las mujeres y perpetuando estereotipos dañinos. Este lema busca enfatizar que, detrás de cada titular sensacionalista, hay una realidad de sufrimiento y vulneración de derechos que no puede ser tratada como mero contenido informativo. Nuestro objetivo es sensibilizar a los medios para que adopten un enfoque más ético y responsable, que contribuya a la concienciación y al respeto por las víctimas sin alimentar la curiosidad morbosa ni minimizar la gravedad de los hechos. Es una llamada de atención para que todos –medios, instituciones y ciudadanía– se comprometan a combatir la violencia de género de manera seria y consciente. Reconociendo que, cada palabra y cada imagen, tienen un impacto y deben ser tratadas con la responsabilidad que merecen.

-El 25N es una fecha señalada, pero ¿cuál es el compromiso del Ayuntamiento a lo largo del año con la mujer?
-Los pilares básicos para una sociedad libre de violencia deben ser contundentes, ambiciosos y centrarse en la prevención y la educación desde la raíz. La educación integral con perspectiva de género es fundamental, no basta con enseñar conceptos académicos, sino que se debe formar a las nuevas generaciones para que crezcan siendo ciudadanos conscientes, empáticos y respetuosos con los derechos de todas las personas. El compromiso político real y eficaz es imprescindible; no podemos depender sólo de palabras y campañas puntuales, sino de políticas públicas sólidas y de financiación adecuada que permitan implementar programas educativos y de sensibilización que alcancen tanto a niños como a adolescentes. La justicia debe ser accesible y enfocarse en proteger a quienes sufren violencia, asegurando procesos rápidos y sensibles para evitar la revictimización. Los servicios de apoyo y redes de protección deben ser accesibles y visibles, porque la prevención comienza con la creación de un entorno seguro y de apoyo desde edades tempranas. Además, es crucial promover un cambio cultural profundo que fomente modelos de convivencia basados en la igualdad y el respeto, desafiando estereotipos de género que perpetúan actitudes de dominio y sumisión. Una sociedad corresponsable es esencial para que las nuevas generaciones crezcan con el entendimiento de que la violencia no es una respuesta aceptable. Además, los ciudadanos deben estar preparados para identificar señales y actuar con solidaridad.

-¿Crees que existe cada vez una conciencia social mayor sobre esta problemática, sobre todo en las nuevas generaciones?
-Sí. Personalmente, tengo mucha confianza puesta en las nuevas generaciones. En general, pienso que existe una conciencia social cada vez mayor sobre la problemática de la violencia, especialmente en la gente más joven. Las campañas de sensibilización y la educación con perspectiva de género, entre otras cosas, han contribuido a que los jóvenes sean más conscientes y tengan herramientas para cuestionar actitudes que perpetúan la violencia. Sin embargo, a pesar de estos avances, también debemos considerar los aspectos que pueden empañar este progreso, como el uso de móviles y redes sociales. Aunque estas plataformas pueden ser herramientas poderosas para educar y movilizar a la sociedad, también pueden normalizar conductas agresivas, difundir contenido dañino y generar una presión social que perpetúe la desigualdad. Es fundamental no solo confiar en que la conciencia está aumentando, sino ser críticos y proactivos frente a los retos que la tecnología y las redes plantean. Debemos educar en el uso responsable de estas plataformas y en la capacidad de discernir y cuestionar los contenidos que pueden promover la violencia o la discriminación. No podemos perder de vista estos aspectos si queremos que la conciencia social se traduzca en un verdadero compromiso y en acciones que refuercen una sociedad más justa y libre de violencia.

Acto realizado el 25 de noviembre de 2023
Acto realizado el 25 de noviembre de 2023

-En tu opinión, ¿qué papel juegan los hombres en la lucha contra la violencia de género y cómo podemos involucrarlos de manera activa en este proceso?
-Considero que los hombres desempeñan un papel fundamental ya que no se trata sólo de un problema que afecta a las mujeres, sino que es un problema estructural que implica a toda la sociedad. Ellos deben ser aliados activos en este proceso, no sólo en apoyo a las mujeres, sino también trabajando sobre sus propios comportamientos y creencias. La violencia de género está enraizada en una cultura de desigualdad y en las masculinidades tóxicas que perpetúan la idea de que los hombres deben dominar, controlar o ser “superiores” en las relaciones de pareja. Por tanto, involucrar a los hombres en la lucha es crucial para transformar estos patrones. Soy muy insistente con esto, pero para hacerlo de manera activa, pienso que se debe empezar por la educación. Deben aprender desde pequeños que el respeto, la equidad y la empatía son valores fundamentales, y que el control, la agresión o la desvalorización de las mujeres no son signos de poder ni de amor. Además, los hombres deben ser visibles en la denuncia y en la visibilización de la violencia de género. Es importante que no se queden callados ante actitudes sexistas o comportamientos abusivos, sea en el entorno que sea. Ellos tienen la responsabilidad de hablar, cuestionar y corregir las actitudes machistas que ven a su alrededor, mostrando que la lucha por la igualdad no sólo beneficia a las mujeres, sino que es un beneficio para toda la sociedad. Pienso también que debemos destacar más en las campañas modelos masculinos positivos que demuestren que se puede ser un hombre respetuoso, igualitario y comprometido con la violencia de género.

-¿Cuál sería la mayor transformación que habría que afrontar a nivel social?
-Un cambio profundo en nuestra cultura colectiva. Esto implicaría cuestionar y eliminar aquellas estructuras, actitudes y creencias que naturalizan o invisibilizan la violencia hacia las mujeres. Este cambio debe comenzar por deconstruir los conceptos, refranes y micromachismos que forman parte de nuestro día a día y que, aunque a menudo no los reconocemos, contribuyen a mantener un sistema desigual y violento. Frases como “si te pega es porque te quiere”, “las mujeres son muy dramáticas” o “el amor todo lo puede” son sólo algunos ejemplos de ideas que perpetúan la idea de que la violencia es algo tolerable, justificado o incluso esperado en las relaciones. En este sentido, es fundamental cuestionar los cuentos, canciones y relatos que hemos transmitido a lo largo de generaciones y que, muchas veces, presentan modelos de relaciones desiguales o violentas. Desde las historias clásicas como La Bella Durmiente, en la que la princesa necesita ser rescatada por un príncipe, hasta canciones populares que romantizan el control y los celos en el amor, como Te regalo mi corazón o Mi vida sin ti no vale nada, que perpetúan la idea de que el amor puede justificar comportamientos posesivos y dañinos. Estos relatos deben ser reexaminados y reinterpretados para desmantelar la noción de que las mujeres deben ser pasivas, sumisas o tolerantes ante cualquier tipo de abuso.

-¿La reeducación de la que hablas comienza desde el día a día?
-Además de revisar estos aspectos culturales, es crucial que desafiemos los micromachismos cotidianos, que, aunque parezcan pequeños o insignificantes, refuerzan patrones de control y violencia. Cosas como la interrupción constante de las mujeres, el asumir que las tareas del hogar son su responsabilidad por ser “naturales” para nosotras o el tono paternalista con el que muchas veces se nos habla en espacios públicos o laborales, alimentan una cultura en la que no somos vistas como iguales. La violencia de género también está profundamente enraizada en la normalización de la desigualdad en las relaciones de poder. La sociedad debe dejar de romantizar el control, los celos o la posesividad y empezar a valorar la autonomía, el respeto y el consentimiento en todas las relaciones. Es imprescindible cambiar la narrativa sobre lo que es una “relación normal”, promoviendo modelos de relaciones basadas en la equidad y el respeto mutuo, donde ninguna de las partes tenga poder sobre la otra. Además, el ámbito legal y judicial juega un papel esencial en esta transformación. No solo se trata de aplicar leyes que protejan a las víctimas, sino de garantizar que las instituciones judiciales actúen con sensibilidad, rapidez y eficiencia. Las víctimas de violencia de género deben sentirse apoyadas por el sistema y no revictimizadas en el proceso judicial.

Programa 25N en Caso

21 de noviembre
A las 12:30 horas: Presentación de la campaña No es noticia. Es violencia. Un año más, unimos fuerzas para presentar la campaña conjunta No es noticia. Es violencia, una llamada a la reflexión y acción contra la violencia de género y la forma en que se comunica en los medios. Queremos visibilizar la realidad sin distorsiones y destacar la importancia de un tratamiento adecuado y respetuoso.
Lugar: Centro de Recepción de Redes, Caso.


24 de noviembre
A las 12:30 h: Obra de teatro “Cosas de mi abuela” en el Centro de Recepción.


25 de noviembre
En la Plaza: Caravana Malva Mini Escape Room, para los alumnos/as del Truébanu antes del acto y para el público general después.
13:00 horas: Música en directo con la banda La 402, lectura del manifiesto y minuto de silencio.
19:30 horas: Manifestación “Que la vergüenza cambie de bando” en la estación de Renfe de Oviedo, organizada por Asturies 8M.


28 de noviembre
A las 12:30 horas: Pleno ordinario en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Caso, con la moción de los cinco concejos del valle.

Este año, más que nunca: Haz Casu y ven. La lucha ye de todos y todes.

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