El tema sobre el que te hablaré hoy es acerca del silencio, y la mejor forma de comprender su significado será mediante su experimentación. Así que, bajo esta máxima, intentaré acercarte a esa experiencia.
Quizá lo más sencillo para comenzar a entender de qué se trata, es separándolo de su opuesto, el ruido. Estoy segura de que en tu mente tienes una idea bien clara de lo que es el ruido. Algo desagradable ¿no es así?
Según la Agencia Europea del Medio ambiente, el efecto del ruido mata al año a 10.000 personas. El ruido es una grave agresión para nuestro sistema neurológico que altera nuestro rendimiento cognitivo, desembocando en síntomas como el estrés, la ansiedad, enfermedades coronarias y dislexia, entre otros.
Entendemos ahora que, si el ruido es algo desagradable y perjudicial para nuestra salud, el silencio está en el otro extremo de la balanza. El silencio es algo beneficioso para nuestra salud, aunque no siempre se percibe como agradable. No sé si has experimentado alguna vez, el sentir desasosiego en un momento de silencio.
¿Esto por qué sucede? ¿Por qué el silencio nos puede hacer sentir sensaciones tan opuestas? ¿Qué hay detrás de esta palabra que ha suscitado tantas alabanzas a lo largo de los años por diversas religiones y prácticas espirituales?
El silencio es algo beneficioso para nuestra salud, aunque no siempre se percibe como agradable.
Quiero contarte unas cuantas cosas acerca del significado de la palabra silencio, sobre todo para que seas consciente de todo lo que comprende.
Según la Real Academia Española de la lengua, el silencio es la abstención de hablar. También tiene otras acepciones como la falta de ruido, la omisión de algo por escrito, o la falta de una respuesta por parte de la administración. En música, se le da la acepción de “pausa musical”.
Si nos vamos a la Wikipedia, se comenta algo importante en la definición que dan de silencio. Dicen: “el silencio es la ausencia total de sonido. También significa abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana. Y, sin embargo, que no haya sonido alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación”.
Como ves, descifrar lo que es el silencio es una tarea compleja, ya que según parece, aun cuando no hay sonido alguno, nos podemos estar comunicando a través del silencio. Por tanto… ¿qué es el silencio?
El silencio en lingüística, que es la ciencia que estudia el leguaje humano, se usa para dar matices a lo que hablamos. No es la simple ausencia de sonido. El silencio es el pegamento que une palabra con palabra, lo que da consistencia a lo hablado. Date cuenta, que el mero hecho de no hablar, en determinados contextos es una forma de comunicar.
Nos comunicamos en silencio entre humanos, y en silencio también nos comunicamos con lo que nos rodea. El silencio es el adhesivo que une por tanto al propio individuo con la sociedad y con la naturaleza.
La comprensión del silencio trasciende lo lingüístico, y se adentra en el campo de estudio de la semiología, que es la teoría de símbolos. Los símbolos pueden ser naturales, como lo es el humo procedente de una hoguera; o artificiales, como lo es una bandera. Las primeras están basadas en hechos que vivenciamos en la realidad, las segundas, están basadas en un consenso entre humanos.
El inconsciente está conectado con la naturaleza a través de esos símbolos, entendiéndolos a niveles que nuestra conciencia no procesa. Esto es así porque el inconsciente está estructurado semióticamente. Por tanto, el inconsciente entiende de símbolos, entiende el sentido de ese símbolo.
Nuestra mente consciente está estructurada de manera que entiende el significado de ese símbolo, es decir, la interpretación limitada que da nuestra mente a ello. Se pierde parte de esa realidad, ya que habla el lenguaje de lo que el ser humano cree que significa ese símbolo.
Llegamos por tanto a la conclusión de que el silencio es un símbolo, con el que nuestro inconsciente se comunica con nosotros mismos, con la sociedad y con lo que nos rodea.
¿Qué hay en el silencio que lo hace tan especial si aparentemente es la ausencia de sonido? Algo hay en el silencio que es misterioso, oculto y místico que ha llevado a muchos pensadores, filósofos y religiones a darle especial importancia.
Entonces, ¿qué hay en el silencio que lo hace tan especial si aparentemente es la ausencia de sonido? Algo hay en el silencio que es misterioso, oculto y místico que ha llevado a muchos pensadores, filósofos y religiones a darle especial importancia.
Sin embargo, la civilización tecnológica intenta por todos los medios que estés ocupado con ruidos, sonidos, canciones, charlas vacías e hilos musicales. Todo lo que sea posible para mantener al silencio a raya.
Lo cual, estamos viendo que es contraproducente para una parte del ser humano. La parte de ser. La parte humana, social, es la que está ganando el plato con su comunicación desmedida y su interpretación de la realidad.
Pero… ¿y la realidad misma?, ¿la que está más allá de toda interpretación? Esa realidad es la que está perdiendo la batalla, la parte de nosotros mismos que se comunica a través del silencio con lo que nos rodea, y los que nos rodean.
Somos seres humanos, y ambas partes, el ser y el humano, tienen que convivir de forma armoniosa para que no se manifiesten desequilibrios. Y para ello se hace necesario el espacio que te da el silencio.
El silencio es muy importante porque a través del mismo expandimos nuestro poder. El propio silencio se entiende como un poder legítimo del ser humano. Puede ser empleado incluso como potente elemento en manos de grandes masas para expresarse su opinión públicamente frente a acontecimientos dolorosos. Es el caso de las manifestaciones silenciosas como la “Marcha del silencio” que se hace en Montevideo, Uruguay.
Y es que el hecho de hablar lleva implícito en cierto modo, aunque sea leve, un acto de violencia. Ya que el mero hecho de hablar implica una respuesta. Exigimos una respuesta. Incluso aquí el silencio en sí es una respuesta. El hecho de “dar la callada por respuesta”, ese decir no diciendo, y ese no decir diciendo es lo que al hombre le da poder sobre otros semejantes.
Por eso, en la sociedad tecnológica que vivimos las redes sociales y la televisión, nos mantienen distraídos y ausentes. El silencio es tu valioso poder, porque no necesitas nada más que tu capacidad de estar en silencio, para utilizarlo a tu favor.
Por ello, te invito a que llenes tu vida con más silencio, dejando cada vez menos espacio para el ruido, y por tanto acercándote a un estado de salud más equilibrado y conectado con la naturaleza.
Ya sea para prevenir, o para reducir un síntoma de desequilibrio en tu salud, estar en silencio es una magnífica técnica que puedes aprender a practicar. Integrar el silencio en tu vida hará que esos sucesos que te desequilibran tengan menos peso en tu vida.
El poder del silencio está en ti, poténcialo y sobre todo disfrútalo.