Hay cinco letras que pueden cambiar tu vida, las cinco que forman la palabra ICTUS.
¿Qué significan esas letras?
Muy fácil: en la mayoría de las ocasiones, una arteria de nuestra cabeza se ha obstruido, dejando sin riego una parte de nuestro cerebro, matando dos millones de neuronas a cada minuto. En otros, una de esas arterias o venas se ha roto y la sangre se acumula en nuestro cerebro, dañándolo.
Pero eso solamente pasa en ancianos, ¿verdad?
Pues no: el ictus puede aparecer a cualquier edad, sin importar raza, sexo, creencia política o religión. Y una vez que llega, en la mayoría de los casos, lo hace para quedarse.
¿Podemos evitar que ese monstruo aparezca en nuestra vida?
En parte sí: tenga cuidado con lo que coma, vigile su peso; camine, aunque sea media hora diaria, controle su presión arterial (o tensión, si usted lo prefiere), mantenga a raya su azúcar y su colesterol, sin olvidarse de un sueño de calidad y cantidad adecuados. Con todos estos puntos, estará invirtiendo en su futuro, y reduciendo el riesgo de que esa peste de cinco letras se presente en su casa.
Por último, pero no menos importante:
Si usted ve que una persona comienza a decir incoherencias o simplemente no puede hablar, si su boca se tuerce de repente o es incapaz de mover un brazo o una pierna… levante el teléfono y llame al 112, avisando de que está presenciando un posible ictus.
En ese momento, sin esperar: solamente con ese gesto, estará ayudando a que las posibilidades de recuperación de esa madre, ese hermano o esa abuela sean mucho mayores… y será usted un superhéroe de verdad. Porque para ser un héroe, no hacen falta máscaras o antifaces, ni capas rojas volando por el cielo: simplemente basta con levantar un teléfono… para pedir ayuda.
Como homenaje a todos los pacientes que han sufrido un ictus (y sus familias)
en su Día Mundial.