Todos tenemos derecho a vivir dignamente, pero los colectivos en riesgo y los más desfavorecidos sufren a menudo situaciones de injusticia social o desamparo. Desde este punto de partida, la Asociación Alambique, con sede en Gijón, ofrece un espacio de pensamiento y lucha contra la exclusión.
La oficina de información y denuncia social «La Espiral» es la primera carta de presentación de la Asociación Alambique, un colectivo que lleva funcionando en Asturias, y operando de forma especial en Gijón, desde el año 2003. Surgió de la reflexión de un grupo de personas relacionadas laboralmente en el ámbito de lo social: «algunos veníamos de trabajar con menores, otros con personas con problemas de drogadicción, otros con gente sin techo. Desde los espacios de trabajo veíamos que había una serie de carencias, y que básicamente lo que se hacía y se hace es solucionar las situaciones puntuales. Se ponen parches, pero no se va a las causas de los problemas de la gente, así que empezamos a juntarnos para debatir y reflexionar sobre estas cosas», cuenta Vanesa Izquierdo, miembro de Alambique. Ante este panorama decidieron crear un colectivo que fuese realmente autónomo e independiente, para trabajar sin cortapisas.
El local -en la calle Naranjo de Bulnes, 7- es pequeño pero suficiente para atender allí a quienes necesiten información sobre cosas tan básicas como requerir una ayuda social, conocer qué pasa en Asturias con el salario social, pasos a dar si se está en paro, etc. Esa es la parte que cubre la oficina «La Espiral», que como el resto del trabajo en la asociación es atendida por sus miembros de forma voluntaria y rotatoria. Allí se encuentra todo tipo de folletos y publicaciones con información.
Roberto Porras, miembro del colectivo, asegura que desde que se acentuó la crisis económica son muchas las personas que acuden al local «muy desorientadas. Gente que trabajó toda su vida y que ahora se encuentra en estado precario, sin trabajo, con el subsidio de desempleo agotado y que al acudir a los Servicios Sociales se encuentra con un entramado burocrático salvaje». Desde Alambique explican que su labor no es la intervención, entendida de arriba a abajo. Orientan e informan a las personas, pero «simplemente tenemos una información que puede ser útil y la compartimos, siempre velando porque sea una relación entre iguales. Aunque a veces la persona viene muy «golpeada» de varios sitios, y cuesta que exista esa relación horizontal», explica Vanesa.
«Al reflexionar sobre los verdaderos motivos de la exclusión -continúa Roberto- vemos que hay una serie de causas estructurales, por un lado el modelo social y económico que necesita exclusión social, necesita paro y pobreza para generar beneficio, y la otra es el modelo de mercado de trabajo que genera exclusión por sí mismo y que además es el que te permite conseguir unos recursos económicos, porque sólo si tienes medios puedes participar del sistema».
Su trabajo diario les ha permitido conocer la falta de información existente sobre el salario social en Asturias, que acumula retrasos superiores a un año. Roberto explica que «ahora mismo tienen tal acumulación de expedientes que si mañana se tramitasen no habría dinero suficiente para pagarlo. En años anteriores ya no había dinero en el mes de septiembre, así que retrasaban la concesión del salario social poniendo trabas a la gente, usando múltiples argucias para no tramitar las peticiones».
Acción
Entre las actividades que llevan a cabo también se encuentra la edición de un fanzine, «La Voz del Barrio», con artículos variados de la zona en la que se encuentran -Perchera, La Braña y Nuevo Gijón-, en la idea de que la acción debe comenzar desde el ámbito local.