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jueves 28, marzo 2024

Juguetería Solidaria para una economía circular

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El próximo 9 de junio, el barrio de La Calzada podría tener un proyecto ganador en los Premios Europeos de Prevención de Residuos gracias a la Juguetería Solidaria de la Fundación Mar de Niebla. Con independencia de los resultados en Bruselas, la iniciativa ya ha logrado sus objetivos y cuenta con el respaldo de la comunidad gijonesa.

Cogersa ha seleccionado a la Juguetería Solidaria Factoría de Juguetes, que cada año promueve la Fundación Mar de Niebla, como uno de los cinco proyectos de consumo responsable y reutilización de productos que pueden representar a Asturias en Bruselas. Y lo hará en base a su planteamiento de reutilización de juguetes y materiales a los que da una segunda vida, tras su reparación y limpieza. La apuesta por la economía circular a través de esta actividad es una de las vertientes de interés de esta iniciativa pero no la única, ya que la Juguetería Solidaria es mucho más que un proyecto que invita a un consumo sensato, es también un programa formativo en el cual jóvenes de entre 16 y 30 años aprenden un oficio a través de una metodología puntera. Y como no hay dos sin tres, la tercera pata de esta acción permite que familias con mayor escasez de recursos puedan adquirir de una forma digna juguetes para sus hijos.

Jóvenes participantes del programa Factoría de Juguetes 2021/2022 que promueve la Fundación Mar de Niebla en el momento de su inauguración.
Jóvenes participantes del programa Factoría de Juguetes 2021/2022 en el momento de su inauguración.

Minerva Sánchez es la técnica de inserción laboral que dirige esta actividad de La Ofi, como se conoce en Mar de Niebla al programa de acompañamiento juvenil en el que se enmarca la juguetería. “Dentro de este programa hay varias partidas, hay apoyo educativo, hay orientación formativo-laboral y hay talleres ocupacionales. La Juguetería corresponde a la formación de aprendizaje-servicio porque implica aprender haciendo y para los jóvenes es genial porque aprenden un oficio de una manera muy especial”.

Ella conoce al dedillo el proyecto que plantea que un grupo de jóvenes monte una juguetería y, que de forma solidaria, cubra las necesidades de muchas familias del barrio. Todo comienza con un local vacío, muchas veces cerrado y con humedades, que deben transformar los futuros dependientes. Son los propios jóvenes los que tras varias capas de pintura y ciertos arreglos acondicionan el local en el que trabajarán durante varios meses en diferentes tareas. “Hay una primera parte en la que a través de una docente reciben formación como auxiliares de dependiente. Luego, el proceso implica crear una marca y preparar el espacio. Son ellos quienes le ponen nombre a la tienda -añade la técnica-, y luego está toda la parte de almacén, pedidos, empaquetado, colocación en tienda y la atención a las familias. Tenemos hasta hojas de reclamaciones y pasamos una encuesta de valoración a las familias para ver qué les ha parecido el servicio”.

La Juguetería Solidaria no solo contribuye a la economía de muchas familias gijonesas, sino que ofrece formación para el empleo a jóvenes entre 16 y 30 años.

En la pasada edición, fueron once los jóvenes encargados de dar vida a este proyecto que ya ha obtenido el premio a mejor proyecto en la categoría de Asociación/ONG en la Semana Europea de Prevención de Residuos a nivel autonómico, y que ahora aspira a conseguirlo en la final europea. “El perfil de quienes montan la juguetería es el de jóvenes que no están estudiando ni trabajando; en muchos casos son menores no acompañados a los que les ha sido muy difícil completar los estudios básicos, con lo cual encontrar un empleo les resulta todavía más difícil. Surgen muchísimas casuísticas, pero siempre son personas que tienen menos oportunidades. El objetivo principal es la reinserción educativa y en segunda instancia, la laboral”.

En su función de técnica coordinadora, a lo largo del proceso, Minerva aborda tutorías individualizadas con cada uno de los chavales participantes. Su satisfacción por los resultados se hace más que evidente en la conversación. “Entregaron más de 1.600 juguetes y atendieron a más de 250 familias, y esto, cuando partes de un local vacío al que tú has transformado, resulta muy satisfactorio. Además, ser reconocidos a nivel autonómico como ya ha ocurrido es un orgullo muy grande para ellos. Algunos venían de haber abandonado el instituto, llegaban con la idea metida en sus cabezas de que ‘no valían’ y en este tipo de formación viven lo contrario, demuestran que sí valen y que pueden hacer muchas cosas”.

“Algunos de los chavales participantes venían de haber abandonado el instituto, llegaban con la idea metida en sus cabezas de que ‘no valían’ y en este tipo de formación viven lo contrario, demuestran que sí valen y que pueden hacer muchas cosas”

(Minerva Sánchez, técnica de insercion sociolaboral  en la Fundación Mar de Niebla)

Montaje del interior de la Juguetería Solidaria (Fundación Mar de Niebla)
Montaje del interior de la juguetería.

En la cadena de acciones que finaliza cuando los niños reciben sus juguetes interviene también un grupo de voluntarios encargado de poner a punto los juguetes de segunda mano que recibe la Fundación, tanto de particulares como de clubes deportivos, asociaciones de padres y otras entidades. Este año fueron quince personas las que de forma desinteresada colaboraron limpiando y reparando los objetos donados. Hasta las dependencias de Mar de Niebla llega gente muy dispar dispuesta a echar una mano: jóvenes activos con las tardes libres, personas con problemas de salud mental a los que les favorece tener una actividad o incluso amas de casa que dominan el arte de la aguja y están dispuestas a enseñar lo que saben hacer. En ocasiones es tal el volumen de material donado que supera la capacidad del grupo de voluntarios. “A causa de la pandemia, hubo una edición anterior en la que éramos la única entidad en Gijón que recogíamos juguetes y nos llegaron toneladas, era increíble. Como había momentos de muchísima carga de trabajo, a los voluntarios les transmitíamos que lo importante era que disfrutasen con la limpieza y la reparación, ya que evidentemente no se podría revisar todo”.

A diferencia de otras organizaciones que también dan juguetes de forma solidaria, aquí se busca normalizar la entrega de forma que los núcleos familiares se sientan atendidos como en cualquier otro establecimiento comercial. Durante el mes de diciembre, las familias beneficiarias acceden a la tienda de manera individual y eligen los juguetes para sus hijos. En esta primera fase, hay un sistema de funcionamiento por puntos: a cada familia le corresponden de forma gratuita cien puntos por cada hijo. En enero, previo al día de Reyes, hay una segunda fase en la que la tienda se abre al barrio como cualquier otro establecimiento y cualquier persona que lo desee puede entrar al local. “En este caso, sí se pide a cambio un donativo simbólico, de esta forma evitamos el consumismo excesivo, que llegue alguien y pueda arramplar con toda la juguetería”.

“A causa de la pandemia, hubo una edición anterior en la que éramos la única entidad en Gijón que recogíamos juguetes y nos llegaron toneladas, era increíble”

El proyecto, que se inicia en octubre con la llegada de los jóvenes participantes al programa, finaliza en enero tras la segunda fase de entrega de juguetes. Para la próxima edición, los responsables de Mar de Niebla tienen previsto implementar novedades como la creación de una exposición previa a la juguetería en la que se pueda participar con una actividad de reciclaje. “Serían como pequeñas estaciones en las que la gente podría pasar, participar y entender el concepto de la tienda. De esta forma también evitaríamos que diese lugar a errores ya que, en ocasiones, quienes llegan esperan encontrar a profesionales de atención al público y hay que dejar claro que son chavales muy jóvenes que se están formando, y que dado que funcionamos a través de donaciones no siempre vamos a tener todo lo que se nos demanda. Pero, salvo casos concretos, la gente nos acoge muy bien y la juguetería es muy conocida y valorada”.

Algunos de los jóvenes participantes en la iniciativa de Juguetería Solidaria ya tienen previsto incorporarse a otro de los proyectos que la Fundación pondrá en marcha próximamente. Será el taller de reciclaje de bicicletas que se prolongará durante todo el verano y que, de nuevo, ahondará en la importancia de la economía circular. Quién sabe si cuando ya esté en funcionamiento, Mar de Niebla podría dejar de ser uno de los nominados en los Premios Europeos de Prevención de Residuos para ser uno de los galardonados. El tiempo lo dirá.


Blanca Cañedo-Argüelles, presidenta de la Fundación Mar de Niebla, recogiendo el premio al mejor proyecto en la categoría Asociación/ONG que concede Cogersa en Asturias, de manos de Paz Orviz, gerente de Cogersa.
Blanca Cañedo-Argüelles, presidenta de la Fundación Mar de Niebla, recogiendo el premio al mejor proyecto en la categoría Asociación/ONG que concede Cogersa en Asturias.

Como es habitual, Mar de Niebla emplaza la mayor parte de sus actividades en La Calzada, el barrio gijonés en el que dio sus primeros pasos en 2004 como Asociación, y en el que finalmente se consolidó como Fundación en 2014. Su arraigo con el territorio sigue marcando su trayectoria al tiempo que trabaja en red con diversos colectivos y plataformas, tanto regionales como nacionales. En OIKIA, una red para la promoción del desarrollo comunitario, Mar de Niebla comparte sus conocimientos con colectivos en el País Vasco y en Cataluña. También forma parte de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Asturias, de la Federación de Asociaciones Juveniles de Gijón, Conseyu de Mocedá de Xixón y de la Plataforma de Voluntariado de Asturias.

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