No hay preguntas que no se puedan contestar de una manera asequible y sencilla para quienes no son doctos en ciencia. Esto es lo que día a día demuestra la Asociación de divulgación científica Villaviciosa ConCiencia, formada por maliayos orgullosos de sus raíces.
Pablo Cayado es físico y trabaja en Ginebra. Es la persona que impulsó este colectivo que ahora está integrado por cinco científicos de distintas ramas y quien contesta hoy a nuestras preguntas. María Toyos es geóloga especializada en procesos marinos y en variaciones climáticas a diferentes escalas temporales. Al igual que el resto de sus compañeros, no trabaja en Asturias. A ella la podemos encontrar en el paso de Drake (Chile) estudiando sedimentos. Alberto Sánchez, también geólogo, gestiona proyectos de I+D+i en Bruselas, mientras que el biólogo Xurde Caravia estudia las bases moleculares del corazón en un laboratorio en Dallas (EEUU). El químico Juan Mangas es el único que tras un periplo internacional trabaja en España, diseñando rutas sintéticas de productos químicos sostenibles en un instituto zaragozano. Los cinco se criaron en el concejo de Villaviciosa, al que siguen unidos y al que quieren contribuir con sus conocimientos.
-Pablo, eres el promotor de Villaviciosa ConCiencia, ¿cómo se te ocurrió crear esta Asociación?
-Siempre me gustó la ciencia y luego me dediqué profesionalmente a ella, pero además siempre había tenido inquietud por la divulgación. Además de trabajar en ello, quería transmitir lo que hacemos de una manera accesible a todo el mundo porque desde que hice la tesis me di cuenta que había un salto entre lo que hacíamos los profesionales y lo que después llegaba a la calle. La gente no capta la importancia, no entiende los avances, y nosotros debemos incidir e intentar transmitir ese mensaje, así que en un momento determinado me lo quise tomar más en serio. Primero contacté con el Ayuntamiento de Villaviciosa y el alcalde, Alejandro Vega, me dijo que podía contar con su ayuda. Y como aquí yo ya conocía a amigos que se dedican al mundo de la ciencia fui contactando con un grupo de gente, y en tres o cuatro meses ya teníamos el papeleo hecho y hace un año que empezamos la actividad. Somos cinco personas, todas trabajando en diferentes ámbitos
-Siendo un colectivo dedicado a la ciencia vuestra agrupación podría haber sido de ámbito regional, sin embargo, mantenéis fuertemente vuestra raíz centralizando las actividades en Villaviciosa, ¿por qué?
-Sí, es lo queríamos desde un principio porque somos muy de nuestra casa y siempre tuvimos la inquietud de hacer divulgación queriendo acercarla a lo nuestro, haciendo eventos en pueblos y cuidando mucho a la gente de Villaviciosa y alrededores. Y si podemos dar un poco de voz a este territorio y que se vaya conociendo en este sentido, pues mejor. Casi todos somos nacidos en aldeas del concejo y queríamos mantener esa raíz rural, empezar haciendo divulgación por lo que conocemos y a partir de ahí ir abriendo el abanico.
“Casi todos somos nacidos en aldeas del concejo de Villaviciosa y queríamos mantener esa raíz rural, empezar haciendo divulgación por lo que conocemos y a partir de ahí ir abriendo el abanico”
-Villaviciosa no deja de ser un concejo pequeño, ¿cómo es posible que cuente con tantos profesionales del sector entre sus filas?
-Es curioso, pero hay como una generación entre los años 85-90 de la que por algún motivo salió gente interesada en este mundillo y coincidimos en el mismo tiempo y espacio justo para hacer esto. Es cierto que aquí también tenemos el SERIDA y allí hay bastantes investigadores, pero la mayoría son de una generación anterior y, por otra parte, los jóvenes están en otros sitios o marchan a estudiar fuera, ya no tienen el contacto tan cercano con Villaviciosa como nosotros.
-¿Cómo ha sido la acogida por parte de vuestros paisanos?
-Como todas las asociaciones nuevas hay que darse a conocer. La pena es que no podamos estar presencialmente porque ninguno vivimos allí y no podemos estar en el día a día de la gente. Tenemos que tirar mucho de redes sociales y eventos online, pero por lo pronto estamos muy contentos. Organizamos ya un par de eventos presenciales a los que asistió gente del pueblo y en redes nos sigue mucha gente, estamos creando una red que va creciendo poco a poco. Desde los organismos oficiales, tanto Ayuntamiento como la Oficina Joven de la Comarca de la Sidra, nos dieron desde el primer momento su apoyo y esto también es muy importante a la hora de arrancar cualquier proyecto.
-Aun así, habéis podido organizar charlas presenciales, ¿cómo lo hacéis?
-Uno de los objetivos principales era organizar eventos de divulgación científica presenciales periódicamente y que la gente supiera que en Navidad y en verano va a haber todos los años un evento de este tipo. En Villaviciosa existe el Ateneo Obrero que organiza eventos culturales de todo tipo, y alguna vez alguna charla de divulgación científica; ellos ya lo hacían muy bien, pero nosotros queríamos coger ese ejemplo y hacerlo de una manera periódica. Ya tuvimos dos actos en el Teatro Riera y tanto el Ateneo Obrero como el Ayuntamiento nos han ayudado y nos han dado todas las facilidades.
“Con el tiempo te das cuenta que por mucho que hagas en los laboratorios o en la investigación si no eres capaz de transmitirlo y que ese mensaje llegue a los demás, al final no sirve para nada”
-¿Qué temas son los que despiertan el interés de la gente?
-Hay dos tipos de temas que suelen gustar: uno está relacionado con cosas del día a día, cuestiones que afectan a la gente directamente, y después hay otro con cosas más exóticas. Tenemos una sección que llamamos ‘Preguntas conCiencia’, una especie de consultorio online donde la gente nos envía preguntas a través de email o redes sociales y nosotros intentamos dar una respuesta científica a estas cuestiones. Este tipo de post tiene bastante éxito, hablamos desde cómo funciona un microondas hasta publicaciones sobre la efectividad de las mascarillas y otros temas de salud, como los avances contra el cáncer. Respecto a otros temas más exóticos, la gente pregunta sobre astronomía, y ahora que hay misiones de la NASA tenemos un post sobre la Artemis, también sobre misiones a Marte, el telescopio Hubble, sobre la física de partículas, etc. La gente todo esto lo ve como lejano, pero les gusta entenderlo y que les hablan con un lenguaje llano que resulta más asequible. El consultorio está teniendo bastante éxito, ya tenemos publicados treinta y dos artículos en este primer año.
-¡Qué bien suena esto que cuentas de un lenguaje asequible para todo tipo de público!
-Sí, queremos alejarnos totalmente del lenguaje técnico y si utilizamos algún término que necesitamos auxiliar, tratamos siempre de explicarlo. Queremos que la gente al acabar de leer haya entendido la idea que hay detrás.
Personalmente he ido a charlas en las que ves que hay un trabajo muy bien hecho, pero, en mi opinión, el público se pierde en ellas porque empiezan a utilizar conceptos que dan por supuesto que se saben y no es así. Esa no es la idea que tenemos nosotros.
“Tenemos una sección que llamamos Preguntas conCiencia, una especie de consultorio online donde la gente nos envía preguntas a través de e-mail o redes sociales y nosotros intentamos dar una respuesta científica a estas cuestiones”
-En este caso, ¿tan importante como ser científico es ser buen divulgador?
-Sí, además con el tiempo te das cuenta que por mucho que hagas en los laboratorios o en la investigación si no eres capaz de transmitirlo y que ese mensaje llegue a los demás, al final no sirve para nada, porque la investigación pública viene de la gente. Y si la gente no recibe avances o al menos un informe de lo que estamos haciendo tampoco es justo.
-¿Tenéis algún proyecto más en mente?
-Vamos a intentar seguir con los eventos presenciales; ya estamos preparando el de Navidad que será entre Nochebuena y Fin de año, que es cuando la gente está por casa. También haremos algún evento online de la Semana de la Ciencia, como hicimos el año pasado, y la novedad que estamos intentando gestionar, para este o para el próximo año, es entrar en el ámbito educativo. Con la ayuda de los profesores queremos organizar algún tipo de concurso con el alumnado en institutos y colegios de la Comarca de la Sidra y tocar temas de proyectos relacionados con la ciencia. Ya tenemos las bases y ahora falta coordinar con los centros las fechas que podemos manejar, eso sería nuestro siguiente objetivo.
Es muy importante que el mensaje científico cale también entre los jóvenes; en el colegio porque es dónde van cogiendo los primeros conceptos, y en los estudiantes de instituto porque en uno o dos cursos van a tener que tomar la decisión sobre su futuro inmediato. Llamar a las vocaciones científicas a través de este tipo de proyectos es fundamental para que esto siga avanzando.
“A raíz de la pandemia hubo un momento de mucho bombo y platillo en medios de comunicación para los científicos, pero percibo personalmente que tan pronto como subió, se volvió a ir”
-A raíz de la pandemia, surgió en la sociedad en general una mirada de interés hacia los científicos. En cierta medida pasasteis de hablar en ocasiones en el desierto a situaros en el punto de mira. ¿Cómo están ahora las cosas?
-Fue un momento álgido para nosotros. Los que trabajamos en el sector público -en el que siempre estamos solicitando y esperando ayudas, pidiendo que aumente el presupuesto- cuando llegó la pandemia vimos cómo todas esas reivindicaciones salieron a la luz. Se empezó a dar mucha importancia a tener una investigación de calidad, avanzada y se vio nuestro déficit en inversión, porque cuando en otros sitios se avanzaba mucho con la vacunación, en España íbamos retrasados.
Hubo un momento de mucho bombo y platillo en medios de comunicación, muchos científicos daban su opinión, pero percibo personalmente que tan pronto como subió se volvió a ir. Afortunadamente pasó la pandemia, pero al irse esa necesidad de soluciones también se fue un poco ese tirón y parece que volvemos a como estábamos antes: sin soluciones reales de cambios reales.
-Películas como No mires arriba denuncian cómo los gobiernos hacen oídos sordos a lo que va descubriendo vuestro sector. ¿Cómo se puede afrontar esta falta de coherencia?
-Es un tema complicado. En esto los que trabajamos en ciencia también tenemos que ser un poco realistas porque idealmente la inversión debería ser muy grande. Si uno mira los rankings, los países más desarrollados son los que más invierten y eso desde hace muchos años; países como EEUU, Alemania y Japón destinan una parte relevante del PIB en investigación y eso al final les trae beneficios. Es fundamental tener un cuerpo científico importante porque te hace estar más preparado, no solo para emergencias como la que pasaron, sino también en el terreno industrial, de innovación, educación… pero en el caso particular de España -que no estamos a la cola, pero tampoco estamos en el top- es un proceso que se tiene que ir dando con tiempo. Hay que apostar decididamente, pero sin un proceso disruptivo, porque si incrementas mucho el PIB, otros sectores pierden y se generan otros problemas.
“Nos gustaría trabajar en España, pero sobre todo en Asturias por su calidad de vida. Los asturianos somos una comunidad con mucho arraigo de la tierrina”
-Por último, ¿os gustaría volver a trabajar en España?
-Los que estamos en la Asociación casi todos compartimos la misma idea de intentar volver, es lo que nos gustaría. Cuando empiezas en este mundillo no sabes dónde vas a acabar, es complicado porque los contratos son temporales y te obligan a ir moviéndote de aquí para allá, y a medida que pasa el tiempo vas echando de menos tu casa. Nos gustaría trabajar en España, pero sobre todo en Asturias por su calidad de vida. Los asturianos somos una comunidad con mucho arraigo de la tierrina, pero otra cosa son las posibilidades que hay y las condiciones en las que se vuelve. Puedes estar dispuesto a sacrificar bastante, pero si estás en una posición bastante buena, hay que valorar pros y contras.