Son las nuevas protagonistas de la transición energética a escala local. Las comunidades energéticas convierten los tejados en energía limpia Km0 por y para los vecinos. Xúntate Llanera es un proyecto pionero y abierto que nace con el objetivo de reducir la dependencia de los mercados eléctricos y, por tanto, la factura de la luz cuidando el medio ambiente. Hablamos con María Asunción Rodríguez, portavoz del colectivo y una de las impulsoras.
El pasado diciembre y después de más de dos años de trabajo se constituía la primera comunidad energética de Asturias en la que participa un ayuntamiento. Un proyecto en el que se integran la cooperativa de cohousing Axuntase -un complejo de 36 viviendas colaborativas modernas ubicado en Caraviés (Lugo de Llanera)- y la asociación EcoPruvia. El objetivo de Xúntate Llanera es sumar el mayor número de hogares y empresas del concejo a la comunidad energética para crear múltiples instalaciones de producción de energía independientes.
-¿Cómo funciona una comunidad energética para que todos podamos visualizarla?
-Hasta ahora para nosotros era un tema desconocido. Es una figura que está regulada por ley a nivel nacional, se trata de organizaciones donde lo que hacen sus miembros es generar una energía limpia que luego se distribuye de manera responsable entre sus asociados, pero, sobre todo, de forma democrática. No puede permitirse que un bien que en nuestra sociedad es tan básico como la energía tenga un precio tan desmesurado, los usuarios no tengamos ningún tipo de control sobre esa factura y además genere unas ganancias escandalosas a las multinacionales que la distribuye. Con la crisis climática en el punto de mira decidimos trabajar para cambiar el modelo energético desde lo local hacia lo global partiendo de la unión solidaria, consciente y comprometida de las personas.
“Las comunidades energéticas son organizaciones donde sus miembros generan energía limpia que luego distribuyen de manera responsable entre sus asociados, pero, sobre todo, de forma democrática”
-¿Quién puede formar parte de una de estas comunidades?
-Cuando empezamos con todo esto la ley decía que se podían beneficiar los hogares que estuvieran en un radio de 500 metros de la fuente de producción de energía -placas solares en tejados de edificios-. Con la orografía que tiene Asturias y la población tan dispersa en el medio rural esto era un problema porque se podían beneficiar muy pocas personas. Ahora, se ha ampliado la distancia y se pueden formar esas burbujas de consumo a 1 o 2 kilómetros de distancia. Eso nos ha dado un gran respiro. Nuestra intención es sumar el mayor número de hogares y empresas a Xúntate Llanera para crear múltiples burbujas.
-Una de las primeras será la de vuestro complejo de cohousing Axuntase.
-Sí, porque cuando nació la idea del cohousing -hace ya ocho años y medio-, nosotros lo que queríamos era crear una comunidad y poder vivir juntos de una forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Nos interesamos por el tema de las energías limpias, renovables y en este camino de estudio y búsqueda descubrimos a las comunidades energéticas. Así que no se puede entender Xúntate Llanera sin mencionar este proyecto de vida que es Axuntase, un sueño que afortunadamente ya es una realidad. Para que pueda haber proyectos colectivos es necesario que haya comunidad. Esa es la base para poder cambiar cualquier cosa.
-¿Es la primera comunidad energética en Asturias en la que colabora un ayuntamiento?
-Sí. Antes de poner en marcha la comunidad energética tuvimos que crear un instrumento jurídico que es Xúntate Llanera. Después de registrarla hicimos un convenio, primero con el Ayuntamiento y más tarde con el Gobierno regional, para solicitar su colaboración. Un proyecto de esta envergadura necesita involucrar tanto a las autoridades como a las comunidades locales para que participen de manera proactiva en esta transformación energética. Nosotros teníamos entidad suficiente para hacer nuestra propia comunidad energética, pero queríamos incidir en el territorio, contar con los vecinos y vecinas, para crear un proyecto común. A raíz de la firma del convenio con el Ayuntamiento, nosotros nos comprometimos a participar en el proceso de sensibilización e información de la población a través de encuentros o charlas; hicimos una web, y empezamos a movernos en redes sociales para llegar al mayor número posible de vecinos, comerciantes y empresarios de la zona. El Ayuntamiento por su parte estudia la manera de poner los tejados públicos a disposición de la comunidad energética y cómo compartir esa energía que se va a obtener a través de las placas solares. Hay que estudiar los distintos puntos de producción para constituir las burbujas con todos los interesados. La puesta de largo de la entidad fue el 25 de junio de 2022 y además de los impulsores del proyecto, el alcalde de Llanera y las asociaciones del concejo, contamos con la presencia del presidente Adrián Barbón que quiso venir personalmente a apoyar la iniciativa que valora muy positivamente.
-¿Cuántas familias se van a beneficiar en un primer momento?
-Estimamos que puedan ser unas cuarenta. Se está estudiando qué placas se pueden colocar en los tejados ofrecidos por el Ayuntamiento. En función de la producción e interés de la gente, se estudiarán las burbujas. A estos tejados públicos también se pueden sumar otros de casas particulares que se quieran unir al proyecto. Esto funciona como si se tratase de un grupo de consumo. Vamos a rebajar la dependencia de los mercados eléctricos, a producir energía limpia, a controlar el gasto y a cuidar del medio ambiente, por ende, cuidaremos también de las personas. Y por supuesto, conseguiremos disminuir la factura de la luz. Pasamos de ser solo consumidores a ser productores, “prosumidores”, y para eso necesitamos reestructurar un poco la sociedad. Pasamos a ser los protagonistas de esta revolución energética, tenemos en nuestra mano el poder de cambiar hábitos de consumo, las fuentes de energía y el poder de decisión sobre lo que se genere. Sin el compromiso de las personas que integran estas comunidades no habría revolución posible.
“La electricidad está sirviendo para unir a la gente y hacer las cosas entre todos. Somos conscientes de que estamos abriendo un camino que sirve para que los que vienen detrás lo tengan más fácil”
-Detrás de las comunidades energéticas se encuentran sobre todo valores que empoderan al ciudadano…
-Las ganancias escandalosas de las eléctricas, de la banca, roza lo pornográfico en una sociedad con tantas necesidades, no se puede ganar dinero a costa del sufrimiento de las personas. Para no permitir esto hay que trabajar, luchar, porque los cambios no se regalan. Hay que pasar de la queja a la acción. Hay instrumentos a nuestro alcance, el momento actual es muy bueno porque hay una normativa europea que nos obliga a tener resultados en un tiempo determinado. Además, nos hemos encontrado con un Gobierno regional que está por la labor, la directora general de Energía, Belarmina Díaz, nos consta que se preocupa y ocupa en estos temas. Tenemos a las administraciones interesadas, tenemos dineros europeos, subvenciones y para que no vayan a parar a los de siempre hay que organizarse y pelearlo.
-¿Cómo está contribuyendo Xúntate Llanera al desarrollo rural?
-En Llanera hay un movimiento asociativo muy importante. Una vez al año hacen una feria de encuentro de todas las asociaciones, nos invitamos mutuamente a determinados eventos y en las charlas que se han dado en Xúntate Llanera nos hemos reunido con ellos. Nuestra idea desde el primer momento es integrarnos en este tejido asociativo para complementar, nunca competir. En este cohousing que ya está en marcha va a venir a vivir un montón de gente con muchas capacidades e inquietudes, y la intención es integrarse en lo que ya hay aquí en Llanera, reforzarlo y apoyar en aquello que sea necesario. Crearemos puestos de trabajo, consumiremos productos de proximidad, estamos en contacto con cooperativas de la zona, en definitiva, aportaremos riqueza al concejo.
“Nuestra intención es sumar el mayor número de hogares y empresas a Xúntate Llanera para crear múltiples burbujas”
-¿Cómo será la hoja de ruta a partir de ahora?
-Formalizar la entrada del Ayuntamiento en la comunidad energética, eso es algo que está estudiando el alcalde a nivel legal con los técnicos municipales. Se está creando el primer grupo que creará una burbuja y hay otro en estudio. Estamos en contacto con otras asociaciones que nos llamarán para dar charlas en otras localidades; también con vecinos del barrio de Santa Bárbara de Gijón que ya están formalizando lo que es el instrumento jurídico para poner en marcha una comunidad energética en aquel barrio. En Bimenes ya están creando otra… La electricidad está sirviendo para unir a la gente y hacer las cosas entre todos. Somos conscientes de que estamos abriendo un camino que sirve para que los que vienen detrás lo tengan más fácil.
-De todo el trabajo realizado en estos años, ¿qué es lo que más os enorgullece?
-No te sabría decir… un poco todo. Quizá los procesos iniciales, el gran acierto que ha supuesto lanzarnos a cambiar de paradigma de vida y ver que eso es algo posible y además beneficioso. El ser humano a lo largo de la historia ha cambiado las cosas por necesidad. Ahora hemos llegado a un punto de tal ahogo que exige un cambio sí o sí. Nosotros llevamos más de ocho años trabajando y no te voy a negar que pesan, pero también es muy importante lo conseguido, lo que hemos aprendido. Veo este 2023 como uno de los mejores años de mi vida y lo encaro con mucha esperanza. En febrero pondremos la primera piedra de este gran sueño que es el cohousing intergeneracional, a partir de ahí los siguientes pasos serán más sencillos.
Ya tenemos creada la comunidad energética. Estamos trabajando con EcoPruvia para el tema alimentario, pondremos en marcha nuestros propios huertos ecológicos y consumiremos productos de proximidad. Para llevar a cabo todo esto hay que cambiar de mentalidad, organizarse de una forma distinta a como lo haríamos siendo individuos aislados. El resultado es que todos nos beneficiaremos de ello. Proyectos como el nuestro hacen que la vida en el planeta sea un poco mejor… y no somos los únicos, hay mucha gente que trabaja en esta línea lo que pasa que se habla poco de ello. Si tú te mueves, el entorno también.
“Nosotros llevamos más de ocho años trabajando y no te voy a negar que pesan, pero también es muy importante lo conseguido, lo que hemos aprendido”
-Parece que las malas noticias son las que acaparan los titulares de los medios de comunicación…
-Veo la televisión y pienso que muchas veces solo sale la parte negativa del ser humano. Las guerras, los okupas, los que matan, y creo que hay un montón de cosas positivas que juntándolas producen un efecto llamada. El otro día en un encuentro con varios periodistas les decía que tenían una gran responsabilidad en este tema. Soy de las que piensa que hay mucha gente que está haciendo muchas cosas y si todo esto se visibiliza haría que otros se animaran y se sumaran.
-Vuestro proyecto de vida -cohousing- no solo ha despertado interés en Asturias, sino que ha atraído a gente de otras comunidades…
-Con Axuntase ha sido ver cumplido un sueño. Habíamos soñado vivir un grupo de personas de todas las edades por la riqueza que esto supone, niños con mayores, mayores con medianos, ver el mundo laboral, el final de la vida, el nacimiento, el aprendizaje… etc. Y otra cosa era también atraer a gente de otros sitios. Asturias es un sitio muy muy atractivo y los primeros que nos tenemos que creer eso somos nosotros.
Pues eso también lo hemos conseguido. En el cohousing, además de asturianos, vendrá a vivir gente de Tenerife, Las Palmas, Sevilla, Málaga, Madrid, Toledo, Badajoz… digo esto por decir que gente del sur viene a Asturias, algo impensable hasta hace muy poco. Desde aquí y gracias a las nuevas tecnologías se puede trabajar y conectarse al mundo, hay calidad de vida, un paisaje y una naturaleza envidiable. Aunque tendremos que esperar a que las viviendas estén construidas, mientras estamos aprovechando para vernos todo el grupo cada mes o mes y medio; esto es sobre todo un proyecto de convivencia, y a convivir se aprende conviviendo.