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viernes 3, mayo 2024

Juan Ramón Lucas: “Las mujeres libres y decididas de aquella época fueron pioneras sin proponérselo”

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Melina es un testimonio de admiración y homenaje hacia las mujeres que han abierto camino para que otras podamos ser, para que el mundo, en definitiva, pueda ser mejor. El periodista Juan Ramón Lucas publica su novela más personal inspirada en la figura de su madre, una mujer adelantada a su tiempo que se rodeó de mujeres fuertes y valientes que la ayudaron a forjar su camino. Melina no es la historia de una mujer sino la de muchas que nunca fueron abanderadas de ningún movimiento, ni salieron a la calle para alzar la voz por sus derechos, pero sí lucharon desde su especial trinchera, su propia vida.

-¿Qué pensaste cuando terminaste el último renglón de Melina? ¿Qué sensación te quedó?
-No sé si hay un momento donde hay un último renglón. Una novela no se termina hasta que el editor no te entrega el original, siempre hay correcciones. Cuando la entregué experimenté un gran alivio. Cuando escribes algo con tanta intensidad como yo lo hice, poniendo tanta alma y corazón en ello, la verdad es que terminas agotado, y no es que desees terminarla, pero sí sientes la necesidad de respirar un poco. Ahora ya está hecho, está publicada a la espera del juicio de la gente, de la editorial. Al final buscas emocionar, enamorar, conmover… a ver si lo consigo.

-Haces un recorrido por la historia de España del siglo XX, de la revolución asturiana del 34 al exilio, a través de distintas mujeres anónimas y un sinfín de peripecias.
-Se trata de una historia que narra las peripecias de una mujer que son muchas mujeres que creyeron que podían y lo intentaron, que se hicieron valer en tiempos difíciles. Además, incluye una historia de amor muy potente. Espero haber contagiado esa emoción. Por lo que me va comentando la gente que la ha leído, lo está consiguiendo.

“’Melina’ es la historia de mujeres que se hicieron valer en tiempos difíciles”

Melina, nuevo libro de Juan Ramón Lucas-¿Qué te supuso a nivel personal revivir la infancia y parte de la vida de tu madre para plasmarla en el libro? Partiste de unos manuscritos que ella había dejado.
-Sí, ella dejó un manuscrito que luego mecanografió mi padre. Son apuntes escritos por una niña, no por una persona adulta, y son muy subjetivos, narra peripecias que parten de hechos reales de su infancia. Yo conocía algunas cosas que nos había ido contando, pero otras no.
Vargas Llosa, en una obra suya, dice que quien aspire a ser novelista ha de enfrentarse a sus demonios personales. Escribir una novela es dejar mucho de ti mismo y eso fue lo que hice. Lo cogí todo, me enfrenté a esa realidad, a esa vida dura en esa España oscura protagonizada por personas a las que quiero, y eso se refleja en personajes que no son los más deseables para cada uno, pero que me han servido para ir más allá del relato o de las historias familiares y aportar muchos elementos que hacen más viva y atractiva a la novela.

-Has comentado que no pretendes ajustar cuentas ni rescatar memoria, sólo inspirar. ¿En qué te ha inspirado tu madre a ti?
-En muchas cosas, le profeso gran admiración, por eso le dedico la novela. Lo principal el valor de la educación como herramienta liberadora. Mi madre nos educó a mi hermano y a mí en la igualdad y en la tolerancia que son cosas aparentemente abstractas pero que se traducen en comportamientos muy concretos. ¿Cómo se educa a unos niños o adolescentes en estos valores? Pues haciendo que compartan tareas del hogar con su padre y su madre. Hablándoles de que todo el mundo es libre de pensar lo que quiera mientras no insulte u ofenda al otro. Yo aprendí en casa a escuchar y a defender mis tesis respetando a los demás. Melina refleja en el libro esa idea de la educación como herramienta de desarrollo, básica para la formación, el estímulo y el fomento de ese espíritu crítico, algo que nos transmitió mi madre y he procurado también enseñar a mis hijos.

“Las mujeres son las protagonistas de esta intrahistoria que recojo en el libro, las que van abriendo camino con su ejemplo a las demás”

-Las guisanderas, las tratantas -mujeres que se dedicaban al estraperlo-, eran mujeres empoderadas en aquel tiempo que sin saberlo consiguieron contagiar a muchas otras, a pesar de ser invisibles…
-Claro, porque no tenían un papel social relevante… Es la intrahistoria que escribía Unamuno, la importancia de la vida de las personas que cada día contribuyen a cambiar el mundo, aunque no tengan un espacio en las grandes crónicas de la historia. En este caso, son ellas las protagonistas de esta intrahistoria que recojo en el libro, las que van abriendo camino con su ejemplo a las demás. Melina dice que quiere ser como ellas, incluso aprende a guisar de mano de la guisandera; eran las mujeres libres y decididas de la época que fueron pioneras sin proponérselo.

-Las que regresaban de las américas trajeron consigo un bagaje de vivencias, de modernidad que contrastaba con lo que se estaba viviendo por aquel entonces en España. ¿Crees que se ha valorado justamente este papel?
-En general la emigración ha sido una cosa más bien de hombres y creo que ha influido mucho en lo que somos hoy en día. En Asturias, y en general en España, no seríamos lo que somos sin que la emigración hubiera actuado sobre nosotros, sobre nuestra cultura. Es lo que nos trajo y también lo que nos llevó.
La emigración nos debería de haber hecho más tolerantes, pero me temo que se nos ha olvidado. La sociedad española y en concreto la asturiana, no sería lo que es sin la emigración. Y las mujeres que emigraron, así como las que vivieron en el exilio -que también aparecen en la novela-, tuvieron poca relevancia, siguieron siendo invisibles durante todo el siglo pasado.

“En Asturias no seríamos lo que somos sin que la emigración hubiera actuado sobre nosotros, sobre nuestra cultura”

-Al igual que no seríamos lo que somos sin la emigración, también has dicho que Asturias no sería sin la Asturias minera. ¿Qué impronta ha dejado en nuestro ADN?
-¡Ufff… tanto…! No sé si estoy muy cualificado para hablar de ello. La mina nos ha hecho asturianos. Asturias no es Asturias sin la mina y no me refiero sólo a las cuencas mineras. La mina es el carácter, la capacidad de resistencia, la lucha y la dureza; es la rebelión, son muchas de las cosas que forman parte de nuestros tópicos, pero es que es así. Nada de lo que somos puede entenderse sin nuestro pasado.

-Hay una parte de tu familia que sí vivió este contexto, ¿no?
-No exactamente. Mi abuelo era carpintero y entibador, vivía de la mina, pero sólo de manera parcial. Viví un corto período de mi infancia en Mieres con mis abuelos y en Ujo en casa de mi tía Milia; su marido, tío Mundo, era minero, pero no tengo mucha conciencia de aquello porque era muy crío. Fíjate hasta qué punto que decía que mi tío trabajaba en la luna porque lo veía salir a trabajar en el turno de noche.

Presentación del libro 'Melina', de Juan Ramón Lucas en Mieres, en el Auditorio Teodoro Cuesta junto a Víctor Manuel
Presentación del libro en Mieres, en el Auditorio Teodoro Cuesta, acompañado de Víctor Manuel.

-¿Crees que el sufrimiento para todos los personajes que salen en la novela es una escuela de vida?
-El sufrimiento forma parte de la vida y tratar de eludirlo es perder el tiempo. Es una escuela de vida si eres capaz de canalizarlo y entender cómo te afecta y por qué. No soy psicoanalista pero el sufrimiento te curte, te ayuda a conocerte a ti mismo y a los demás.

-¿Por qué la presencia del asturiano en la novela?
-La novela es asturiana, mi familia es asturiana y siempre se hablaba asturiano. Me parecía que eso le daba un poco más de realismo. Yo el asturiano lo entiendo, lo hablo en alguna ocasión, pero lo he oído hablar en casa toda la vida. Me parecía que era de ley, de honestidad el que saliera en la novela. Forma parte de la atmósfera que retrato.

“La novela es también un reconocimiento a esas mujeres que pelearon de forma más o menos consciente por buscar su sitio y cuando empezaban a encontrarlo eran ya demasiado mayores para disfrutarlo”

-Antes hablábamos de las invisibles. ¿Qué crees que harían las mujeres mientras los hombres escribían la historia?
-Intentar buscar su sitio, lo habéis hecho siempre. Unas con más vigor que otras, pero la lucha ha estado siempre ahí. En cierta forma la novela es también un reconocimiento a esas mujeres que pelearon de forma más o menos consciente por buscar su sitio y cuando empezaban a encontrarlo eran ya demasiado mayores para disfrutarlo.

-“He convertido la tierra de mi sangre en una reivindicación perpetua”, has dicho. ¿Qué te supuso ser reconocido como Hijo Adoptivo de Asturias 2023?
-El mayor honor que he recibido en mi vida, es lo mejor que me ha pasado. Mis padres -que son asturianos- me han dado la vida, es mi origen, lo llevo en la sangre, pero ser reconocido como Hijo Adoptivo es el mayor regalo que me han hecho nunca, algo que me compromete aún más -si cabe- con Asturias, como dije el día que me lo concedieron.

Nombramiento de Juan Ramón Lucas como Hijo Adoptivo de Asturias, el día 8 de septiembre de 2023.
Juan Ramón Lucas con el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, en el día de su nombramiento como Hijo Adoptivo de Asturias, el 8 de septiembre de 2023.

“Ser reconocido como Hijo Adoptivo es el mayor regalo que me han hecho nunca, algo que me compromete aún más -si cabe- con Asturias”

-Hablando de compromiso, comentaste en una ocasión que “quien tiene una proyección pública está obligado a comprometerse. Si lo que haces puede influir no puedes quedarte en casa”. ¿Hasta dónde llega tu compromiso? ¿Con qué estás comprometido?
-Con muchas cosas. Estoy comprometido con el concepto que tengo de justicia, de la verdad, de la preservación del medio ambiente. Antes de Melina, escribí un libro que se llama Inmunofitness, la salud también se entrena que es una reivindicación de la salud global, medioambiental, humana y salud animal, porque todo está conectado. Mi compromiso es con la Tierra como planeta, con mi mundo y con mi gente, y procuro ejercerlo. No dejo pasar por alto las injusticias y no me quedo quieto cuando puedo hacer algo por alguien. Si aprovechas la capacidad que te da el ser una persona conocida para influir personal o socialmente, pues has de aprovecharlo. Creo que lo mejor que podemos hacer es utilizar esa proyección para procurar hacer el bien y no son sólo palabras. Soy de los que piensa que en la vida no debemos de perseguir la felicidad si no el equilibrio y eso lo consigues cuando eres coherente con lo que piensas y lo que haces.

-En tus palabras se nota pasión. ¿Cuál es el secreto para no agotarte como profesional? ¿Cómo mantienes viva esa ilusión que pones en todo lo que haces?
-Procuro vivir el presente, cada día es nuevo y en ello intento ejercitar mi capacidad de sorpresa, en eso soy muy infantil. Todos los días descubro algo y eso me apasiona. Observo, aprendo, busco el equilibrio y sigo creciendo.
Hoy concretamente, cumplo 65 años y aún soy muy crío en muchas cosas porque quiero seguir descubriendo, haciendo cosas, y disfrutando.

“Procuro vivir el presente, cada día es nuevo y en ello intento ejercitar mi capacidad de sorpresa, en eso soy muy infantil”

-Con independencia de la edad mantienes un espíritu joven…
-Procuro vivir de acuerdo a mi capacidad y no perder el entusiasmo. Hago deporte, intento llevar una vida saludable, busco cada día descubrir algo nuevo. Eso, a lo mejor, es lo que me ayuda a mantenerme así. Me gusta la naturaleza e intento vivir en sintonía con ella: aquí en Asturias tengo oportunidad de hacerlo. Me considero un aprendiz de la vida y eso da sentido a todo lo que hago.

-Después de tu dilatada carrera como periodista, ¿te has quedado con ganas de probar algo que no hayas hecho?
-Yo creo que no… he hecho entrevistas, estoy haciendo podcast, he escrito guiones, libros, una serie de televisión… creo que lo que me queda por hacer, si no lo he hecho, es porque tampoco me atrae lo suficiente o no soy capaz de hacerlo. Uno tiene que ver también cuáles son sus limitaciones.

“Me gusta la naturaleza e intento vivir en sintonía con ella. Me considero un aprendiz de la vida y eso da sentido a todo lo que hago”

-Vives entre Madrid y Asturias. ¿Aquí es donde recargas tus pilas?
-En Asturias vivo en el Oriente, en el concejo de Ribadedeva. A Madrid voy a trabajar y a seguir aprendiendo cosas. Pero donde me siento respirar y vivo con intensidad es aquí. Asturias me da mucha vida. Siempre que quiero desconectar me vengo aquí.

-¿Es tu entorno preferido para escribir?
-Sí, lo que pasa es que para escribir procuro concentrarme mucho y me da un poco igual el paisaje. Lo que pasa es que aquí tengo mucho más silencio, tranquilidad y conexión con la naturaleza por eso me encuentro tan bien.

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