La narración oral, la interculturalidad, la magia y la imaginación regresan al suroccidente asturiano, del 24 al 26 de junio, con la décima edición de Tibleus, el Festival de Cuentacuentos y Narración oral de Somiedo.
Un pequeño anfiteatro de Pola de Somiedo es el escenario principal de Tibleus, el único festival de narración oral de Asturias. Las miradas expectantes, las risas de los niños que participan en las actividades y los cuentos son su mejor tarjeta de presentación. Año tras año, esta cita cultural y recreativa conquista a un público familiar con cuentacuentos, talleres infantiles, música y sobre todo, grandes dosis de calidez y cercanía.
El evento tiene su origen en la ONG Matumaini que desarrolla un trabajo de promoción y protección de los derechos de la infancia y juventud en situación de vulnerabilidad, fundamentalmente con niños y niñas de la calle en la provincia de Karatu, al noroeste de Tanzania. Manuel Galán, coordinador del festival y cofundador de Matumaini, conoce de primera mano la realidad de estos niños tras vivir varios años en Tanzania y desarrollar in situ una labor de intervención social. Su conexión y compromiso con el continente africano no ha cesado al trasladarse con su familia a Somiedo, todo lo contrario, ya que a través de Tibleus ha llegado al Parque Natural una ventana a otros mundos. “Muchos de los niños de Somiedo quieren ser ganaderos, -explica el economista que regenta un hotel en el concejo- lo cual es maravilloso, pero también queremos darles otras miradas, que conozcan que existen otros continentes y otras formas de contar y comunicarse. De hecho, la narración oral es algo que estamos perdiendo en nuestros pueblos y sin embargo se mantiene en el continente africano. Esto es una forma de estimularla”.
El Festival nace también con vocación de dinamizar el medio rural asturiano con propuestas de cultura gratuita y de calidad, y de esta forma contribuir a paliar las carencias de un entorno con poca población y con una escasa oferta cultural y de ocio para niños y jóvenes. “Al llegar a Somiedo desde Tanzania me sorprendió encontrar que nuestros pueblos estaban vacíos -añade el coordinador de Tibleus-. Venía de un lugar donde había mucha vida social y cultural, y de repente me encuentro en un pueblo, cuyo entorno ofrece muchas posibilidades culturales y educativas, pero en el que mis hijos no tienen ocasión de ver teatro o ir a un cuentacuentos porque no hay espacios de difusión cultural. Para mí fue un shock”.
“La narración oral es algo que estamos perdiendo en nuestros pueblos y sin embargo se mantiene en los de África”
(Manuel Galán, organizador de Tibleus)
Esta iniciativa de tradición oral es una de las que Manuel Galán ha puesto en marcha en Somiedo conjuntamente con el narrador asturiano David Acera, director artístico de Tibleus. Un evento anual en el que se funden y relacionan culturas diferentes y que se fundamenta en la tradición oral como una forma de perpetuar nuestras raíces y la memoria de los pueblos. Por eso, en él se dan cita narradores profesionales y con ellos llegan las historias que se cuentan junto a las hogueras africanas al caer la noche pero también se hacen guiños a la cultura asturiana.
Cuenta, además, con fuertes raíces en Somiedo gracias al apoyo de la comunidad local. Desde la primera edición que se celebró en 2012, el Ayuntamiento, las asociaciones y otras entidades como el colegio se mostraron dispuestos a colaborar y participar. “Siempre hemos buscado que hubiera un vínculo fuerte con lo que son las instituciones locales, y que esto fuera el inicio de un proceso de difusión cultural más amplio en el concejo de Somiedo”, explica Manuel, que apunta también al apoyo recibido a través del Gobierno del Principado. “El Festival necesita recursos y por eso presentamos el proyecto a la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, que nos financia desde el 2012 y es nuestro principal sostén económico”.
Tibleus tiene un público fiel que conoce lo que ofrece el Festival y no desea perdérselo por nada del mundo, un público mayoritariamente formado por familias de la región y de otras comunidades españolas. Aunque como añade Galán, “también se renueva cada cierto tiempo porque cuando los niños y niñas llegan a los catorce o quince años ya prefieren otras cosas. El ambiente que tenemos es buenísimo, formamos todos una gran familia, y eso se aprecia incluso si es la primera vez que vienes”.
Esta nueva edición tiene como protagonista al continente africano, pero no faltarán guiños a la cultura asturiana.
Aunque en todas las ediciones anteriores ha estado muy presente el vínculo con la cultura africana, la de 2022 será sin duda la que más protagonismo dedique al continente de nuestros primeros ancestros. A lo largo del fin de semana, desde el viernes 24 al domingo 26 de junio, pasarán por el Festival narradores de la talla de Boniface Ofogo, camerunés afincado en País Vasco o el bereber Mohamed M. Hammú, al que se realizará una entrevista en directo. El ritmo del percusionista, músico y narrador de Guinea Ecuatorial Gorsy Edu será otro de los atractivos de esta cita, así como el jazz y el sonido funk africano de Akin Afrobeat Brothers, una banda en constante evolución que lidera el nigeriano Samuel Akinola. Las máscaras y juegos africanos estarán presentes en los talleres creativos infantiles que ofrecen Cuentos de Maleta y Manuel Galán, mientras que Tras la puerta Títeres realiza una sesión de bebé-cuentos. Incluso el director artístico del Festival, el narrador asturiano David Acera, incluirá algún que otra mención a la cultura africana en su divertido y gamberro espectáculo ‘Brujas’.
El Festival tiene tres partes diferenciadas, una es la relativa a la narración oral, otra incluye elementos musicales y hay una tercera en la que se combinan talleres creativos para niños y niñas. Durante esta tercera fase y mientras los pequeños disfrutan de los talleres creativos, los adultos tienen la ocasión de conocer el material educativo que prepara Matumaini. “Vienen muchos profesores interesados en conocer este material con el que promovemos modelos de educación creativos, en los cuales los niños y niñas tengan actividades dentro y fuera del aula y se formen en valores, abriendo ventanas a otras realidades», añade el cofundador de esta asociación.