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jueves 28, marzo 2024

Alberto & García. Latinoamérica en el corazón

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El Buen Salvaje es el tercer trabajo de estudio de este grupo asturiano, que llega tras Ley de Gravedad y Voladores. Un disco con doce temas inéditos que combinan sonidos del folclore latinoamericano con pop-rock clásico, y que están llevando de gira por todo el país.
Alberto García, fundador del grupo, lleva la voz cantante de la entrevista, que comienza por aclarar el porqué del título del disco El Buen Salvaje:
«En general preferimos la parte lírica de dejar que la gente interprete, pero uno de los motivos del título es el mito del ‘buen salvaje’ que es una fábula que se repite a través de la historia en varias ocasiones y tiene que ver con la aculturación, cuando hay un contacto entre dos civilizaciones, una supuestamente más avanzada y otra que no lo es tanto. Sucedió en la conquista de América, momento en el que aparecen las primeras referencias al mito salvaje, y nos parecía que se ajustaba bastante a lo que hay dentro del disco, que es un contacto entre diferentes culturas y sonidos. Así, el disco incluye referencias auditivas a instrumentaciones del sur de América y también del norte, con una veta más anglosajona».

-Todo parece seguir gravitando por el pop rock, aunque sois un tanto eclécticos y empleáis esos ritmos latinoamericanos en algunos de vuestros temas. ¿Qué os impulsó a seguir esta línea?
-Nosotros mismos, es lo que mamamos desde pequeños y por otro lado son instrumentos que tenemos en casa: charangos venezolanos y cubanos, percusiones como el bombo leguero típico de Argentina. Por la vertiente más del norte, evidentemente guitarras eléctricas, bajo eléctrico y después también la incorporación de vientos. Tenemos todo eso muy digerido y muy a mano, y al final sale lo que llamas ‘nuestro sonido’.

«Somos unos apasionados de Latinoamérica, donde se encuentra una de las mayores riquezas musicales del mundo»

-En el disco colabora la chilena Soledad Vélez, por otro lado tenéis una zamba que interpreta Jorge Marazu, amén de chacareras, cumbias… ¿Qué os relaciona con Latinoamérica, para que esté tan presente en el álbum?
-Aunque seamos de Asturias, en casa desde pequeños escuchábamos más Mercedes Sosa que gaita y tambor. Después está nuestra investigación de las técnicas musicales latinas y que somos unos apasionados de Latinoamérica, donde se encuentra una de las mayores riquezas musicales del mundo.
Lo que hicimos fue dar el salto de simplemente escuchar música, a decir ‘si es la que nos gusta y la que nos hace disfrutar, vamos a intentar hacerla’, desde el respeto y por supuesto no siendo nada ortodoxos. Por ejemplo, el percusionista que grabó la zamba que comentabas antes -Sebastián Merlín, reconocido percusionista de músicos como Jorge Drexler- nos comentaba que para su padre, un músico que hizo muchas grabaciones con Atahualpa Yupanqui, esta zamba era muy moderna, porque es una zamba lenta. Y es curioso, porque mucha gente que la escuche, lo interpretará como algo muy antiguo.
-Precisamente es un disco bastante nutrido de instrumentos de viento y percusión. ¿Queríais darle un toque especial o es una cuestión experimental?
-En cualquier proceso creativo musical siempre hay una parte experimental, pero somos de los que pensamos que los experimentos en casa y con gaseosa. Fuimos al estudio con las cosas muy claras y luego fue fundamental la labor de producción de Toni Brunet, que nos clarificó y nos ayudó todavía más, y sí es verdad que hay una mayor riqueza de matices. Teníamos muy, muy claro que queríamos que fuera un disco en el que las percusiones ayudaran a enriquecer y darle mayor festividad a las canciones. Y lo mismo queríamos para los vientos, que se incorporan de dos maneras diferentes: hay vientos más latinos, pero también hay un uso de los vientos desde una perspectiva más soul, o más pop rock.

«Un disco concebido con la intención de que se vaya desvelando poco a poco. Sobre todo queríamos reflejar alegría y festividad»

-En general, la atmósfera del disco es muy alegre…
-Hay de todo, es la primera vez que hacemos un disco concebido con todos los temas inéditos, compuestos en nueve meses y es para escuchar al completo. Es de esos discos que uno lleva en el coche y al principio le gustan mucho tres canciones y de repente le gustan otras cuatro. Es largo, pero la intención es que se vaya desvelando poco a poco. Sobre todo queríamos reflejar alegría y festividad; se puede escuchar tranquilamente en casa sentado, pero también en un bar y bailar alguna de las canciones.
-El disco lo grabasteis en Madrid y lo masterizasteis en Escocia ¿por qué irse tan lejos para ese remate final?
-Eso fue decisión de Toni Brunet, el productor, que nos comentó que Denis Blackham es un monstruo de la masterización, ha masterizado discos de Led Zeppelin, Eric Clapton o los últimos de Coque Malla. Por otro lado, está esa parte melómana de poder contarle a tus hijos: «Esto se llevó a este señor, y mira qué cosas había hecho antes». Y estamos muy contentos con el resultado.
-¿Cómo tenéis prevista la promoción? ¿Iréis al extranjero, a Latinoamérica?
-Ojalá, pero eso ya son palabras mayores. De momento esperamos que internet nos ayude a llegar de una manera auditiva y ojalá algún día podamos cruzar el charco, pero de momento tenemos todavía muchos sitios en España en los que nunca habíamos ido a tocar y que tenemos la suerte de poder ir, como Valencia, Murcia, Alicante, Barcelona, Salamanca, Galicia y Madrid.

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