Pisa el escenario con la fuerza de una leona aunque a veces muestre la delicadeza de una gacela, porque en la voz de la cantante y compositora Doñita González hay en realidad muchas intérpretes, todas unidas por su pasión por la música.
Micrófono en mano y ataviada con un aire flamenco por sus queridos lunares, así es posible encontrársela en uno de sus conciertos. La ovetense María González combina su participación en el grupo La Versión de los Hechos con su proyecto más personal: Doñita González. Su disco Puro sueño es el primero en su carrera en solitario y ya prepara un segundo trabajo.
-Se te conoce en el mundo de la música por tu trayectoria en varias formaciones. ¿Cómo llega tu momento Doñita González?
-Llevo coqueteando con la música casi desde siempre, aunque de una manera más enfocada desde hace catorce años y viviendo de ella profesionalmente desde hace ocho. Fui probando varias cosas, pero que no tuvieron mucha carrera y realmente el proyecto que terminó asentándome en la música fue el grupo de versiones La Versión de los Hechos, pero como nos apetecía hacer algo propio después formamos Efectos personales, grupo con el que ganamos en el año 2016 el Concurso Los 40 principales de Asturias. Luego quise escribir algo más personal, de otro estilo, y decidí iniciar el proyecto de Doñita González, editando el primer single en solitario en 2019. Ahora seguimos en ello, con muchas alegrías en la maleta y preparando el segundo trabajo que será un EP con temas de raíz puramente.
“El proyecto Doñita González me permitía poder pisar más fuerte, cantar los temas con más raza, tanto los que son más rockeros como los que no y que todos tengan una esencia más dura”
-¿Con qué género musical te sientes más identificada?
-Lo bueno que tiene Doñita es que tiene muchas Marías dentro o muchas Doñitas. En ese sentido me siento muy camaleónica, escucho de todo y a la hora de interpretar me gusta cambiar el disfraz. He estado en grupos de rock dándolo todo en el escenario, pero también me gusta dejarme la piel en temas tipo cantautor. Con Doñita tuve la oportunidad de escuchar más música latinoamericana y me gusta la música de Celia Cruz y de otros grandes artistas del panorama americano; así que no puedo decantarme porque en cada momento necesito escuchar una cosa u otra y también interpretarlo. Me gusta estar dentro de esa versatilidad, tener un abanico amplio a la hora de desarrollar temas propios.
-¿Qué te impulsó a dar el paso de María a Doñita González?
-Tenía muchas ganas de presentar algo más propio. Estar en Efectos personales me encantó, fue una experiencia maravillosa con los compañeros, pero en esto estaba sola ante el peligro -que tampoco es tan así porque estoy muy bien arropada por los musicazos que tengo a mi lado-. De alguna manera esto me permitía poder pisar más fuerte, cantar los temas con más raza, tanto los que son más rockeros como los que no y que todos tengan una esencia más dura. Tenía muchísimas ganas de proyectarlo, la acogida que tuvo me encantó y me dio fuerzas para continuar trabajando en ello.
“No sé si tengo algún antepasado en Andalucía, pero sí que es verdad que me encantan los lunares, es un sello que siempre me representó y siempre tienen que ser parte de Doñita”
-¿Por qué ese nombre artístico? ¿Tienes raíces en algún país sudamericano?
-Todo el mundo me lo pregunta, pero en realidad no tengo familia allí. A la hora de componer las canciones queríamos dar un giro más allá del pop y fusionarlo, quisimos hacer mezclas y todas tiraban a temas latinos, también los instrumentos tiran hacia ese tono, hacia ese carácter. Y lo primero que se nos ocurrió fue el tema Santa Cecilia, una cumbia, un himno que todo el mundo me pide porque tiene un aire muy fresco y habla de la música.
El nombre de Doñita lo pensé porque María González es muy común y había que darle un giro sin perder la esencia de mi propio nombre. Entre las diferentes opciones estaba la de mantener el apellido y cambiar sólo el nombre y así quedó Doñita González, que es un nombre con fuerza.
-En Instagram reflejas la celebración del día de los muertos, ¿bebes de culturas como la mejicana?
-Sí, soy seguidora de la historia de Frida Kahlo, no solo de su pintura, y me apeteció escribir una canción en nombre de ella, que -con todo el cariño y respeto- habla un poco de las pinceladas de su vida; se llama Mariposa bonita. Muchísima gente me vincula con mis gustos por lo mejicano, pero por fortuna es un abanico de colores lo que me representa y cada día me gusta tirar de un tinte diferente.
“Soy seguidora de la historia de Frida Kahlo y me apeteció escribir una canción en nombre de ella, que -con todo el cariño y respeto- habla un poco de las pinceladas de su vida; se llama Mariposa bonita”
-También podríamos preguntarte por algún parentesco con Andalucía, porque lo tuyo y los lunares es toda una historia de amor.
-Es verdad que mucha gente me dice ‘tú eres andaluza’ y que va, no tengo nada que ver. No sé si tengo algún antepasado, pero sí que es verdad que me encantan los lunares, es un sello que siempre me representó y siempre tienen que ser parte de Doñita. En el escenario y en los videoclips siempre hay alguno escondido, o bien en la escena o en la propia ropa.
-Indicas en una de tus canciones: Alza la voz. ¿Por qué motivo debemos hacerlo?
-Precisamente ese tema, que lo sacamos el año pasado, lo escribí para darle más visibilidad a todo el papel que hizo la mujer a lo largo de la vida, porque las que nos precedieron nos han abierto todos los caminos a las mujeres de hoy en día. Hay muchísima gente que necesita que alcemos la voz, y que expongamos tanto lo bueno como lo malo, que las mujeres nos hagamos más visibles. Y ‘Canta, alza la voz y canta’ me parecía un estribillo muy bueno para decir con fuerza. Tenía muchas ganas de agradecer el camino que muchas mujeres han recorrido antes, como cuando lograron el simple derecho a votar en una época en la que no era posible. Me apetecía hacer una pequeña canción-homenaje a los avances que han conseguido, y que gracias a ellos, hoy nos permiten disfrutar de esos derechos.
“Es verdad que a veces te desespera un poco la situación actual de la música, pero lo importante es disfrutar en el momento de lo que haces y que te llegue a ti misma. Y si luego llega a muchas más personas, pues muchísimo mejor”
-Hacer carrera en solitario, ponerte delante y tirar del carro para vivir como profesional de la música. ¿Qué ha supuesto perseguir un sueño y llegar a él?
-En ocasiones puede llegar a ser frustrante, porque empiezas a picar puertas y lo ves complicado. Intentas presentar tu trabajo a ciertas discográficas y a lo mejor no lo quieren ver en ese momento, te mandan esperar o directamente no es posible, así que con Doñita me lo tomé de otra manera. Confiando -como siempre- en mi productor Rod Feijoó, que siempre me ayuda mucho, pensé en hacer canciones que me gusten, quería hacerlas para disfrutar. Desde ese punto de vista sigues picando puertas, sigues mostrando tu trabajo, pero con la idea de seguir disfrutando de lo tuyo. Si es posible que suene la flauta y que los temas lleguen, bien, pero si no, sigo viviendo de la música que es lo que me llena. Es verdad que a veces te desespera un poco la situación actual de la música, pero lo importante es disfrutar en el momento de lo que haces y que te llegue a ti misma. Y si luego llega a muchas más personas, pues muchísimo mejor.
-¿En qué momentos de tu vida te has sentido especialmente afortunada?
-La verdad es que empiezas con miedo, porque es una profesión complicada. El otro día escuché una entrevista que me gustó muchísimo; hablaba una actriz que decía que su profesión era un poco incierta, como la música en el nivel en el que estoy yo. Contaba que tenía que compaginar épocas en las que actuaba con otras en las que no y en las que tenía que hacer otras otras cosas, tenía que recorrer distintos caminos pero sin soltar el que le llenaba, como también es mi caso. Yo, desde un tiempo a esta parte, vivo de la música, aunque ojalá fuese de mis propios temas, pero de momento no es el caso. Habrá tiempos peores y mejores, pero, por fortuna, ahora estoy en los buenos momentos y siempre enfocada en ello. Este es mi camino, es lo que me llena y creo que jamás lo soltaría.
“Recibir el premio AMAS 2021 a la Mejor Voz fue muy emocionante y gratificante en todos los sentidos. Es un reconocimiento maravilloso, (…) cada vez que lo veo me empuja a seguir trabajando”
-En 2021 fuiste galardonada con un AMAS a la Mejor Voz de Asturias, ¿qué se siente al recoger un premio de este calado?
-Fue muy emocionante y gratificante en todos los sentidos. Estaba allí mi familia y también aproveché la coyuntura para agradecer a tantos grupos que confiaron en mi voz, a gente que me pide colaboraciones. Es un reconocimiento maravilloso, tengo el AMAS en casa y cada vez que lo veo me empuja a seguir trabajando.
-¿Quién forma el equipo de Doñita González? ¿Una buena combinación es la clave?
-Es fundamental, porque aparte de que son buenísimos músicos, tengo la suerte de tener un equipo maravilloso. A la hora de componer, Rod Feijoó y yo somos la cabeza pensante, los que trabajamos los temas, pero siempre abiertos a que venga cualquier compañero y nos dé alguna aportación. Trabajamos en equipo y por eso digo que, aunque voy en solitario como Doñita González, estoy muy bien arropada en todos los sentidos por unos máquinas que tengo a mi vera.
En el bajo está Antón Ceballos, en la batería Alejandro Blanco, aunque en los directos en ocasiones nos acompaña Israel Sánchez, Tito Feijoó es mutiinstrumentista y en los teclados y el acordeón está Sam Rodríguez.
Todos en lo suyo son una maravilla. En el directo me siento muy tranquila estando con ellos y la verdad es que eso se nota, porque cuando estás tranquila puedes disfrutar y eso el público lo percibe y también lo disfruta.
“A la hora de componer, Rod Feijoó y yo somos la cabeza pensante, los que trabajamos los temas, pero siempre abiertos a que venga cualquier compañero y nos dé alguna aportación”
-Sé que no es fácil, pero destácame dos de tus temas que consideres las canciones de tu vida.
-Sí que es una pregunta difícil. Hay una que está compuesta por Rod y por mí, porque colaboramos los dos en ella, se llama Dueña de nadie, y me gusta por lo que me transmite, por la fuerza que tiene. Luego hay otra que me gusta mucho y que también gusta a la gente, es 14 Grados, un tema de amor que habla sobre lo que pasa en una habitación siendo cosa de amor y cuenta que lo que esté fuera no importa. Es un mundo de locos dentro de una habitación; me gusta todo de ella, la melodía y la letra.
-Eres la compositora del tema Princesa Guerrera, inspirado en el blog#princesasguerrerasconcancerdemama, de Mar Villanueva. ¿Cómo fue la experiencia?
-Yo soy de Oviedo, pero mis padres son de Luarca y siempre tuve vínculos con esa zona, una tierra maravillosa. Y hace mucho tiempo que conozco a Mar, que es la auténtica princesa guerrera. Conozco su historia de lucha contra el cáncer de mama, y durante la pandemia le comenté que hacía tiempo que quería escribirle una canción, pero lo cierto es que no encontraba momento para ello. Ella estaba encantada y no daba crédito. Le dije que se la quería regalar para que hiciese con ella lo que quisiera y como en la pandemia tenía tiempo me puse a componer. Nos trajimos las herramientas necesarias y grabamos todo en casa. Luego se me ocurrió que, como que no se podía salir y hacer un videoclip, sería bonito acompañar la canción de unas imágenes y qué mejor que fueran imágenes de ellas. Mar, encantada, enseguida movilizó a un grupo de whatsapp de pacientes y familiares de cáncer y con los vídeos que nos pasaron hicimos el videoclip. Ese mismo año, en abril, lanzamos la canción y tuvo muy buena aceptación porque no deja de ser algo muy bonito.
“El futuro es tan incierto que lo que importa es hacer algo que realmente me llene, me guste, que disfrute componiendo, grabando y en el escenario y que así lo pueda transmitir a la gente”
-¿Alguna vez te has sentido tentada por un estilo musical más tradicional?
-No, de momento no, pero nunca digo que no a nada porque me gusta jugar y ¿quién sabe lo que haré el día de mañana? Vivo sobre todo saboreando y disfrutando cada momento, es lo más importante. El futuro es tan incierto que lo que importa es hacer algo que realmente me llene, me guste, que disfrute componiendo, grabando y en el escenario y que así lo pueda transmitir a la gente.
-¿Qué tipo de historias te gusta contar?
-Un poco de todo, porque tanto en Efectos personales como en Doñita González tocamos variado. Me gustó mucho la composición de Santa Cecilia, porque era una canción con ritmo alegre, bailable y tenía muchas ganas de escribir algo sobre la música y su patrona. Pero también tengo una canción que habla del tiempo, de lo bueno que es en unos momentos y lo malo que es en otros cuando se nos agota, de que necesitamos tiempo para respirar, para separarnos, para esperar, para todo. Hay canciones de amor y desamor, que son un clásico, y otras como la de Mujeres o Princesa Guerrera, un poco de todo.
“Para la canción Mujeres pensé en Anabel Santiago (…). Todo fue superfácil, la mezcla de las voces me gustó muchísimo y ella aportó tanto talento…”
-En la de Mujeres contaste con la colaboración de Anabel Santiago. ¿Cómo fue trabajar con ella?
-Primero hicimos la canción y luego, como queríamos contar con la colaboración de una o de varias mujeres, pensé en Anabel, que además de ser una profesional es encantadora y su voz encajaba muy bien. Y me hizo gracia, porque la canción es una chacarera argentina y ella es argentina. Todo fue superfácil, la mezcla de las voces me gustó muchísimo y ella aportó tanto talento… Como nos dijo la maquilladora en el videoclip, Andrea Trabanco, éramos dos leonas.
-¿Quiénes son tus referentes en la música?
-Me gusta la fuerza de Tina Turner, me encanta escuchar las letras y lo que transmite Joaquín Sabina, la paz y el sentimiento de Chavela Vargas y últimamente escucho mucho a Vanesa Martín, que me gusta mucho cómo transmite. Hay muchos referentes de aquí y de allá, y no solo respecto a la voz, también en las letras y en la forma de transmitir. En Doñita hay tantas doñitas y tan diferentes unas de otras… es un abanico muy grande del pop, del rock, del soul, de todos los estilos.
-¿Tienes algún proyecto a la vista? ¿Saldrán canciones próximamente?
-Estamos preparando el segundo trabajo, un EP con temas de raíz puramente que será lo próximo que verá la luz. Barajamos varias canciones, ya tenemos cuatro, de las cuales una es un bolero muy bonito. Tenemos también otros temas que serán para otro disco, uno más pop con algo de rock. Será el siguiente y también está ahí cocinándose poco a poco.
“Estamos preparando el segundo trabajo, un EP con temas de raíz puramente que será lo próximo que verá la luz”
-¿Cómo aprendiste a cantar?
-En realidad soy autodidacta. Es verdad que fui a alguna clase, pero eso fue cuando ya estaba viviendo de ello, porque nunca dejas de aprender y cada vez van saliendo más técnicas. Los complementos son maravillosos y todo lo que puedas practicar con las diferentes teorías está bien, pero mejor que yo con mi cuerpo no me va a conocer nadie. Cada uno sabe dónde están sus límites y hasta dónde puedes forzar.
-Parafraseando otro título tuyo ¿cómo es la voz que habita en ti?
-El otro día escuché una canción que me gusta mucho: Me nace del corazón, una versión de la gran Mara Barros y habla un poco de eso, de que depende de lo que interpretes. Me puede salir una voz más desgarradora interpretando canciones de Janis Joplin o de cualquier tema rock, pero también habita en mí una parte más sensible, más dulce. Es lo bueno que veo en mí, me gusta interpretar esta canción porque proyecto más sensibilidad en la voz, pero también romper con algo más rockero. Se trata de sacar el duende, eso es lo más importante.
“Algunos compañeros con los que trabajé puntualmente reconocieron que en los ensayos me veían más tímida, más callada, pero que luego flipaban cuando me subía al escenario porque era otra. La leona está encima de las tablas, luego fuera de ellas soy muy dócil”
-¿Dónde reside esa magia?, porque incluso una gran voz puede no llegar a la gente.
-Sí, he visto voces maravillosas que impresionan y que lógicamente valoras, pero que no transmiten como otras que a lo mejor no son tan buenas. Es el ejemplo de Sabina, canta muy bien, afina, es un gran músico y compositor, no tiene una voz potente como pueden tener otros cantantes, pero transmite. Al final es el conjunto, la puesta en escena, la fuerza o la sensibilidad con la que entras en el escenario, es un poco todo, no sólo una voz.
-¿Hay una Doñita antes de empezar una actuación y otra diferente en el escenario?
-Sí, es una transformación y además me gusta. Antes de subir al escenario hay cierto nervio, cierto cosquilleo en el estómago y ese corte de respiración previo a salir, pero luego sueltas toda la adrenalina y es como una transformación. De hecho, algunos compañeros con los que trabajé puntualmente reconocieron que en los ensayos me veían más tímida, más callada, pero que luego flipaban cuando me subía al escenario porque era otra. La leona está encima de las tablas, luego fuera de ellas soy muy dócil. Me gusta dejarme la piel, es algo que me caracteriza en cada concierto, y no solo en Doñita sino en todos los proyectos en los que tengo el honor de colaborar y participar.