Para qué.
Quieres cerca el mar.
Para qué, el olor a salitre, a yodo, al respirar.
Para qué.
Quiero yo el mar.
Si tu caminar, corta el aire y a mí, ya no, me deja respirar.
Para qué.
Respirar, si no me miras, si no me quieres ver, cerca ni lejos, ni de mí, oír hablar.
Para qué.
Te voy a amar, si tu corazón, pertenece a mi rival.
Para qué.
Si mi rival, siempre en tu mente está.
Para qué.
Si ahora, sé que nunca, lo dejarás de amar.
Para qué.
Me voy a comparar, con el mar.
Para qué.
Yo no soy rival.