Llegamos al último periodo de nuestra existencia con más años en la cartera pero con muchas ganas de saborear la vida. Sociedades como la asturiana tienen ante sí el reto mayúsculo de favorecer un envejecimiento activo y saludable a un importante sector de población que reclama seguir disfrutando de una vida plena al tiempo que combate los achaques de la edad.
Habida cuenta que el Principado de Asturias es una de las comunidades más envejecidas del panorama nacional, parece lógico pensar que también sea una de las más preocupadas por sus mayores. El incremento de este segmento poblacional plantea ciertas necesidades al tiempo que aporta, entre otras cosas, nuevas oportunidades de mercado. Teniendo en cuenta que casi la cuarta parte de los asturianos tiene 65 años o los supera, conseguir un envejecimiento activo y saludable es un objetivo más que deseable y son varias las entidades de ámbito público y privado que se apuntan a este reto aportando su granito de arena.
El sector senior se está reinventando y busca nuevas maneras de ocio y de mejorar sus condiciones de salud.
La buena noticia es que en Asturias ya son varios los organismos que trabajan para este fin y la prueba es que hace escasos meses la región ha sido declarada sitio de referencia por su compromiso con el envejecimiento activo. La acreditación por la cual la región ha entrado a formar parte de la red europea de envejecimiento activo y saludable la recogió el pasado mes de diciembre el Gobierno del Principado en representación de un conjunto de empresas e instituciones asturianas que impulsaron la candidatura. El partenariado asturiano está integrado por la Consejería de Presidencia y Servicios Sociales, el clúster de Biomedicina y Salud de la Universidad de Oviedo, el Ficyt, el CEEI, los centros CTIC y Prodintec, Cruz Roja y el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. El reconocimiento pone de manifiesto el trabajo que se está llevando a cabo en la innovación de productos y estrategias que mejoren la salud, la calidad de vida y la independencia de los mayores, y permite que la región asturiana se codee con otras 73 regiones europeas también acreditadas como Reference
Site.
Y es que no hay más que echar un vistazo al trabajo que se realiza dentro de las lindes empresariales asturianas para entender que buena parte del futuro le corresponde a los llamados ‘seniors’ y para ellos existe un gran mercado de productos y servicios con amplio margen de desarrollo. Se trata de un sector que se está reinventando, que busca nuevas maneras de ocio, mejorar sus condiciones de salud, nuevos destinos a los que viajar y en definitiva aspira a una vida más plena y activa. Para ellos se hacen imprescindibles entornos amigables, viviendas acondicionadas para permitir su autonomía, productos adaptados a las nuevas necesidades.
En entidades como el CTIC tienen clara la necesidad de ahondar en soluciones tecnológicas para ofrecer una mayor calidad de vida a este sector de la población, de ahí que desarrollen proyectos como Elf@home una plataforma Tic que permite a las personas mayores realizar ejercicios de gimnasia desde sus propias casas. El proyecto iniciado en el año 2014 desarrolla un asistente personalizado virtual para cada usuario y basado en tecnología de análisis de movimiento utiliza sensores para registrar las constantes vitales de los mayores. De esta forma se acerca la geronto-gimnasia a los hogares a través de la televisión como interfaz, y aunque el proyecto todavía está en su fase inicial de implantación se espera que, entre otras cosas, ayude a combatir el síndrome de fragilidad.
Poder controlar nuestros indicadores médicos y detectar nuestro movimiento a distancia, hoy ya es una realidad.
Si hace unos años nos hubiera parecido ciencia ficción poder controlar nuestros indicadores médicos y detectar nuestro movimiento a distancia, hoy ya es una realidad que funciona en la comunidad asturiana. Y eso es solo una de las acciones piloto que está viendo la luz en los últimos años. La tecnología abre puertas a otro concepto del cuidado asistencial y ya son muchos los que participan de nuevos sistemas como el que Cruz Roja está empezando a implantar en Asturias y que permite establecer un control médico a distancia.
Lo que en el cuidado de los mayores antes suponía un problema, ahora son retos a abordar y abren nuevas posibilidades de creación empresarial. Un ejemplo de ello es el proyecto Biolife, una iniciativa europea en la que han participado los centros asturianos Prodintec y CEEI y cuyo fin es promover buenas prácticas en la alimentación de los mayores trasladando los resultados de las investigaciones al mercado.
De lo que no hay duda es que la tecnología juega un papel fundamental en la ayuda a los mayores en el control de su salud y el desarrollo de su vida diaria. No hay más que ver en el campo de dispositivos móviles las apps dedicadas a ellos y que de forma sencilla llegan al usuario. Juegos para cultivar la memoria, aplicaciones de cuidados médicos, localizadores para personas con alzheimer, ofertas de viajes, recordatorios para tomar la medicación o para felicitar los cumpleaños de sus familiares, sistemas de teledependencia familiar, podómetros… la lista de posibilidades es amplia y no deja de crecer. Y al igual que muchos abuelos se comunican con sus nietos por Skype solventando así la distancia, en un futuro cercano será el médico quien podrá atender a sus pacientes e incluso monitorizarlos a distancia.
Nerea Eguren. Directora General de Planificación, Ordenación e Innovación Social.
La revolución de la longevidad
Asturias es una de las regiones con la tasa de natalidad más baja mientras que la proporción de personas mayores de 65 años se mantiene en índices muy elevados y sigue creciendo. Con el objetivo de facilitar estrategias comunes, el Gobierno del Principado ha incrementado su política de alianzas con Europa. Y desde hace escasos meses, la región ha obtenido la acreditación Reference Site. Nerea Eguren nos explica los detalles de este reconocimiento.
-Para la región asturiana, ¿qué supone la acreditación de Reference Site?
-Supone un reconocimiento a una labor que lleva muchos años haciéndose desde un enfoque integral, porque el envejecimiento activo está en todas las políticas, es una cuestión transversal a todo el Gobierno asturiano. No planteamos solo un enfoque sanitario del envejecimiento, tenemos un enfoque más global que además de salud, contempla vivienda, accesibilidad, aprendizaje a lo largo de la vida… Y por primera vez en esta materia se incorpora a otros agentes que también llevan muchos años trabajando pero ahora lo hacemos de una manera integrada.
-¿Quién integraba la candidatura?
-La candidatura está integrada por la Administración autonómica y representantes del tejido investigador, empresarial y social. Participan el Clúster de Biomedicina de la Universidad de Oviedo, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, las Consejerías de Servicios Sociales y Presidencia, Cruz Roja y los centros tecnológicos CTIC, Prodintec, el Centro de Empresas e Innovación y la Fundación FICYT.
Lo resaltable es que los que veníamos trabajando en materia de envejecimiento en el ámbito de investigación, empresa y proyectos europeos nos hemos unido para trabajar de manera conjunta. Nuestra singularidad respecto a otras es la fortaleza de las cuatro hélices que tenemos. Esto da una solidez que no tienen otras comunidades autónomas.
«Estamos ante un cambio social revolucionario»
-¿De qué estamos hablando cuando nos referimos al envejecimiento activo y saludable?
-El envejecimiento activo fue un planteamiento que efectuó la Organización Mundial de la Salud cuando empezó a gestarse una cultura preventiva en salud o en lo social. En realidad se está hablando de hábitos saludables acuñados sobre tres pilares: la seguridad, la participación activa y la vida activa. Y aunque desde la OMS se situó en torno a la edad de 60 años, ahora desde Europa se plantea a partir de los 50 y 55, la edad a partir de la cual el cuerpo empieza a dar señales de envejecimiento.
-Asturias tiene un serio problema de población envejecida.
-A mí me gustaría diferenciar lo que es la longevidad de lo que es el envejecimiento de la población. La longevidad es un logro humano impresionante, porque antes la gente se moría muy joven y ahora casi hemos conseguido duplicar la edad con una buena calidad de vida. De hecho ahora todos tenemos un proyecto vital distinto porque pensamos que vamos a vivir más y la longevidad está dando lugar a muchos nuevos planteamientos y cambios sociales.
Lo que ocurre es que como nacen pocos niños y niñas la estructura de la población se va envejeciendo. Estamos ante un cambio social revolucionario, la revolución de la longevidad que lo ha cambiado todo, propiciando incluso maternidades muy tardías.
-¿A qué cambios se está enfrentando este segmento de población?
-La generación más mayor en España es la de la época de la guerra y pos-guerra, pero en nada nos incorporaremos personas que no hemos vivido nada de esto, que hemos participado en un sistema educativo universal, con unas condiciones de vida y alimentación mucho mejores, y con expectativas de vida distintas a los que han envejecido anteriormente. El perfil de las personas mayores de los próximos 20 años va a ser distinto al de ahora porque envejecemos como vivimos. Nuestros abuelos, tecnológicamente, están muy alejados pero nosotros no. La innovación tecnológica vinculada a la vida cotidiana permite muchas cuestiones como tomar la tensión a través de una pulsera que además te permita estar conectada a tu centro de salud, o tener una teleasistencia avanzada en tu domicilio. Pero para esto tenemos que pensar en otros modelos de casas, edificios para personas mayores con servicios comunes de cuidado y de atención que permitan una vida autónoma. Esto es algo con lo que ya estamos en toda Europa.
-¿Qué requerirá también de las próximas generaciones?
-Un elemento fundamental es el aprendizaje a lo largo de la vida. Antes se suponía que cada 15 años había una generación distinta, ahora a causa de la tecnología prácticamente es cada cinco años. Es muy importante ir incorporando novedades, y haciéndote a ellas para envejecer de forma acompasada a las innovaciones.
-¿La empresa asturiana está percibiendo este cambio?
-Pienso que sí, creo que estamos mucho más avanzados de lo que pensamos. Lo que pasa es que tenemos un complejo de inferioridad, pero cuando vas fuera te das cuenta de que tenemos un sistema sanitario de los más importantes y un sistema asistencial equiparable a algunos de los desarrollados en Europa. El CTIC colabora en muchos proyectos europeos, es un lugar para la investigación y desarrollo muy importante, al igual que PRODINTEC, y el CEEI como lugar de cuidado y lanzamiento de empresas es muy singular. Asturias tiene además una universidad muy buena y eso se nota en los proyectos, cuando vas a Europa, y entras en contacto con otras empresas ves que estamos en situaciones muy parecidas.
Un hogar fuera de casa
El progresivo envejecimiento de la sociedad conduce a que cada vez sean más las personas mayores que buscan su residencia fuera del hogar familiar. Afortunadamente Asturias cuenta con una impecable red de alojamientos y centros de día, tanto públicos como privados que ofrecen la atención necesaria.
La movilidad laboral de los hijos, los distintos estilos de vida, la necesidad de recibir tratamientos específicos a sus trastornos médicos, o el no querer ser una carga para sus familiares son algunas de las cuestiones que impulsan a los mayores a tomar la decisión de acudir a una residencia. Y aunque generalmente no resulta fácil asumir el cambio, la realidad es que en la región hay una amplia oferta que permite dar respuesta a las necesidades. A través de la red regional de establecimientos residenciales (ERA), que contempla más de 5.000 plazas entre centros propios y puestos concertados, los asturianos pueden encontrar centros asistenciales cercanos a sus domicilios, aunque es cierto que ante la creciente demanda las plazas se tornan todavía insuficientes. Afortunadamente Asturias cuenta también con una interesante oferta en centros privados que gozan de una alta consideración por los servicios profesionales que ofrecen.
La dinámica en este tipo de centros pasa por ofrecer servicios integrales tanto de orden físico como funcional, psicológico o espiritual. Lejos de mitos de épocas anteriores los centros gerontológicos han avanzado mucho, son espacios luminosos y humanizados que cumplen por ley una serie de requisitos y que han incrementado considerablemente su profesionalización. La gran ventaja es que permiten atender a los usuarios las 24 horas del día con garantías. La existencia de profesionales especializados permite una atención precisa e individualizada, facilitando la rehabilitación y el tratamiento de diferentes patologías.
Además de ejercer un control sanitario los alojamientos residenciales contribuyen al fomento de la socialización y las relaciones interpersonales. Si el proceso de adaptación del residente es favorable puede redundar positivamente en patologías como dolores articulares o en el control de las enfermedades crónicas y previene otras como la depresión o la ansiedad. Por eso es fundamental que el nuevo residente pueda llegar a sentir las instalaciones como su propio hogar, participando en la toma de decisiones y realizando en la medida de lo posible las actividades que mantenía anteriormente.
La labor de los centros de día permiten una asistencia que se completa con centros de rehabilitación. «El perfil que tratamos con mayor frecuencia es el de personas que tienen alguna enfermedad neurodegenerativa, que han sufrido un ictus y que necesitan una rehabilitación específica. Empezar a tratarlos cuando detectan los primeros síntomas es muy importante», añade Jardón.
Por eso esta profesional de la gerontología recomienda que se efectúe una primera valoración integral a cargo de equipos profesionales de la situación social y personal del usuario que permita elaborar un proyecto de intervención individualizado. A partir de ahí y con el objetivo de promover la independencia del paciente pueden realizarse múltiples terapias: terapias ocupacionales a través de gerontogimnasia, manualidades, juegos, etc., apoyo psicológico y entrenamiento de las capacidades intelectuales (memoria, atención…), logopedia para combatir los trastornos del lenguaje, actividades formativas y de convivencia, fisioterapia…
«Lo primordial es que la persona mayor no pierda la ilusión y que pueda a través de las terapias y la rehabilitación desarrollar una vida mejor. En este sentido es muy alentador comprobar que mediante el ejercicio y trabajo se pueden ralentizar los problemas y llevar una vida más normal durante un mayor periodo de tiempo. Y esto cobra una gran importancia «.
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