Los datos apuntan que conseguir trabajo superados los 50 es una tarea llena de obstáculos, pero, para muchos seniors, el desempleo a cierta edad no ha supuesto el final de una vida profesional. En realidad, han visto en la adversidad una oportunidad para emprender y afrontar nuevos retos utilizando el bagaje adquirido: ¡es hora de reinventarse!
Uno de cada cuatro afiliados a la seguridad social a partir de los 55 es autónomo, una circunstancia que en algunos tramos supera el 50% y que pone de manifiesto que ser autónomo es la opción mayoritaria para seguir activo en los últimos años de vida laboral. Sara Cillero, coordinadora general de Valnalón, asegura que la mayoría de los emprendedores que llegan al Semillero de Empresas en Langreo tienen entre 45 y 50 años, un 10% es menor de 25 años y un 8% es mayor de 50 años, una cifra que crece especialmente en momentos de crisis. “La gente tiene dificultades para incorporarse al mercado laboral y se plantea el autoempleo como una forma de seguir manteniéndose activo. Con los seniors trabajamos cosas diferentes a los jóvenes emprendedores porque llegan aquí con un bagaje y una experiencia detrás de la que carecen los más jóvenes, pero en cambio necesitan ampliar conocimientos de digitalización, nuevas tecnologías… Han de incorporarse al mundo empresarial, pero desde otra perspectiva distinta, desde la innovación, la creatividad, otra forma de comunicación, otras variables que desde Valnalón trabajamos con ellos”, explica Sara Cillero.
Una sociedad que no reconoce el talento sea de la edad que sea, no sabe aprovecharlo, no sabe compensarlo… tiene un triste porvenir. Y este no puede ser el caso de Asturias.
Emprender pasados los 50 no solo es posible si no que también puede tener sus ventajas. La capacidad de abrir un nuevo negocio no depende de los años, como es el caso de Aurora Álvarez, que decidió abrir un negocio de turismo rural a los 54 años de la mano de la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias en el pueblo de Fresnedo (Teverga) y hoy ya tiene dos casas rurales que le proporcionan su principal fuente de ingresos. Premio Abuela Campesina 2020, esta hija de labradores, que se dedicó durante años a la ganaría junto con su marido, tuvo que dar un golpe de timón después de la muerte de su pareja para poder sobrevivir. La experiencia, afortunadamente, ha sido positiva. Hoy Casa Aurora I y II son un ejemplo de que emprender en el medio rural tiene futuro.
Mix entre jóvenes y mayores
En la actualidad, encontramos en diferentes lugares del mundo, incluida nuestra región, iniciativas exitosas de equipos de trabajo intergeneracional. La combinación de experiencia y juventud está dando sus frutos en productividad y creatividad.
Japón es el país más envejecido del mundo y también el que tiene una mayor esperanza de vida. Una de cada cuatro personas tiene más de 65 años. Por eso el Gobierno de aquel país fomenta desde hace tiempo que los mayores sigan trabajando y formando parte de la sociedad comprometida. Los estudios están demostrando, tanto en este país como en Alemania que también está trabajando en esta línea, que los equipos intergeneracionales son más productivos y cuentan con un plus de valor añadido: los mayores ocupados consumen menos sanidad. Se ha comprobado que el mix jóvenes y seniors aumenta la creatividad de cualquier empresa tanto a la hora de solucionar problemas como de generar oportunidades.
Los estudios están demostrando que los equipos intergeneracionales son más productivos y cuentan con un plus de valor añadido: los mayores ocupados consumen menos sanidad.
También multinacionales como Amazon, Mercedes-Benz o Bayer han visto en la diversidad generacional una fuente de competitividad importante. ¿Es mejor un trabajador joven que uno senior? Pues según está marcando la experiencia, la identificación de las competencias de cada profesional -joven o senior- y su ajuste con las características de un puesto de trabajo van a ser fundamentales para asegurar la eficacia y rentabilidad del trabajador y por tanto de la empresa.
Estas son solo algunas que merecen ser conocidas. Porque, insistimos, una sociedad que no reconoce el talento sea de la edad que sea, no sabe aprovecharlo, no sabe compensarlo… tiene un triste porvenir. Y este no puede ser el caso de Asturias.
Red Emprendedora Valnalón. La Ciudad Tecnológica de Valnalón, en La Felguera, ha querido aprovechar el talento de las personas que han pasado por allí, han montado su empresa y por tanto tienen un bagaje, para que acudan a los centros educativos a dar charlas, participar en mesas redondas o talleres para compartir su experiencia. En este espacio de encuentro se facilita la colaboración del entorno empresarial con los centros educativos de una forma más cercana. Se generan referentes, se despiertan vocaciones y se ponen a los jóvenes ante la realidad del medio empresarial en el que les toca vivir y donde pueden participar de forma real.
“La Red Emprendedora Valnalón es también una manera en la que estas empresas, y las personas que hay detrás, devuelvan a la sociedad lo que antes hizo por ellas. Todas estas colaboraciones son de carácter gratuito”, asegura Sara Cillero de Valnalón.
“La Red Emprendedora Valnalón es también una manera en la que estas empresas, y las personas que hay detrás, devuelvan a la sociedad lo que antes hizo por ellas. Todas estas colaboraciones son de carácter gratuito”
(Sara Cillero, Valnalón)
Plan de Relevo de FADE. La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha intentado poner freno a la problemática que surge cuando un pequeño empresario se jubila y no tiene relevo generacional. La Federación quiere facilitar este proceso y ejercer de moderadora e intermediaria, asegurando que el traspaso del negocio se pueda realizar con todas las garantías. Para ello han creado una base de datos en la que se inscriben tanto vendedores como compradores. Hasta ahora han ayudado a la continuidad de ocho negocios en la región que de otra forma habrían desaparecido y han permitido conservar 38 puestos de trabajo y crear tres nuevos.
Secot, seniors por la cooperación técnica. Guillermo Díaz Bermejo es el presidente de Secot Asturias. Una asociación de ámbito nacional que en la región cuenta con 54 asociados, un grupo de directivos de empresa jubilados y prejubilados que después de la vida laboral deciden dedicarse al voluntariado, asesorando a emprendedores y ayudando a otras asociaciones o ONGs con su experiencia profesional más que con conocimientos. “Colaboramos con el Banco de Alimentos, por ejemplo, ayudándoles a gestionar sus instalaciones; ya que entre nuestros asociados hay expertos en gestión de grandes superficies. Tenemos un acuerdo de colaboración con Cáritas, Cruz Roja, con centros de Formación Profesional, con la Universidad de Oviedo o con AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios). Somos un grupo de ‘jubiletas’ que quiere seguir activo dedicándose a una labor social haciendo lo que mejor sabemos. Nuestro objetivo es ayudar a personas y en ello encontramos también nuestra recompensa”, dice Guillermo Díaz.
Aquí la experiencia es un grado. “Cuando vamos a la Universidad hablamos con jóvenes que han terminado la carrera y les explicamos un poco qué es una empresa, qué requisitos son necesarios para emprender o, si ya están decididos, qué es lo que tienen que hacer, cómo elaborar un plan de negocios, cómo buscar financiación. Colaboramos con AJE o la Cámara de Comercio, por ejemplo, para ayudar a refinanciar a las pequeñas pymes que se están yendo al garete, les ayudamos a reflotarse… todo eso sin competir con empresas privadas que se dedican a ello porque nosotros somos voluntarios y trabajamos de manera altruista”, recuerda Díaz.
El presidente de Secot Asturias se lamenta de que las instituciones no recurran más a ellos. “Muchos nos ven como un grupo de ‘jubiletas’ aburridos que no saben qué hacer… y eso nos duele porque es algo que están diciendo a directores generales de grandes empresas con una amplia experiencia, incluso en formación, porque hay profesores universitarios. Nos da la sensación de que -especialmente entre los políticos- no se valora lo que es gratis y eso es una lástima”, puntualiza.
“Muchos nos ven como un grupo de ‘jubiletas’ aburridos que no saben qué hacer… y eso nos duele porque es algo que están diciendo a directores generales de grandes empresas con una amplia experiencia, incluso en formación, porque hay profesores universitarios”
(Guillermo Díaz, presidente de Secot Asturias)
Ponerse al día con las nuevas tecnologías ha sido una de sus prioridades. “Nosotros nos actualizamos día a día. Todas nuestras colaboraciones hasta ahora eran presenciales, la pandemia nos obligó a cambiar de chip y tuvimos que ponernos las pilas rápidamente para ponernos al día con las nuevas tecnologías. Empezamos a hacer seguimientos telemáticos, videoconferencias, entrevistas personales de forma multidisciplinar, seguimos ayudando a emprender negocios a distancia… en ningún momento cesó nuestra actividad. Hasta el punto de que alguna empresa nos ha preguntado cómo lo hemos hecho para copiar el modelo. Eso tiene su mérito ya que algunos de nosotros estábamos acostumbrados a que una secretaria se encargara de todo y esta nueva situación nos ha supuesto un cambio importante. A nivel personal también nos aporta mucho. Creo que somos un modelo de envejecimiento activo y mientras estemos en movimiento no nos sentimos mayores. El mayor regalo es ayudar a los demás y si, además, esa persona consigue su objetivo, pues mejor que mejor”.
Atraer al talento senior fugado
Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado, destina más de 24 millones de euros a una docena de programas para impulsar la carrera científica y transferencia de conocimientos de los centros de investigación y tecnológicos a la sociedad y la empresa. Además de incrementar el número de investigadores en Asturias con nuevas contrataciones y aumentar el número de proyectos, los programas van a reforzar la atracción de Talento Joven, Retención de Talento y la Atracción de Talento Senior, para lo que van a destinar algo más de 1,4 millones de euros en tres años con el objetivo de captar a personal investigador de excelencia “con experiencia de más de diez años de los últimos quince trabajando en el extranjero”, ha confirmado el consejero.
Además de incrementar la inversión en I+D+i el Gobierno busca con este paquete de ayudas “poner en marcha un modelo que aborde las diferentes fases de esta carrera investigadora, desde la promoción de la vocación científica hasta la atracción de talento senior, y volcar todo ello tanto al sistema público como a la parte empresarial”, según palabras de Borja Sánchez.
De todas las ayudas, la estrella es la de atracción de talento senior que contempla que de aquí a 2023 cada investigador reciba una dotación máxima de 75.000 euros anuales y algo más de 168.000 en tres años para la contratación de personal y montar su propio laboratorio.
Todo esto va a permitir que Asturias se convierta en un lugar atractivo para desarrollar la carrera científica, tanto para los investigadores que tengan pensado volver como para aquellos que tomaron la decisión de quedarse y llevan a cabo su labor investigadora salvando muchas dificultades en su día a día.
Con todo lo expuesto, los expertos recuerdan que los datos son claros, alargar la vida activa de los trabajadores seniors tendría un impacto muy positivo para la economía asturiana: se reduciría la tasa de dependencia, gastaríamos menos en pensiones y aumentaría de forma importante el PIB en los próximos años. Por ello, urge tomar decisiones inmediatas que permitan que el talento senior aporte más y mejor a la economía. Esta llamada de atención no solo afecta al sector público sino también a empresas, representantes de los trabajadores e incluso los propios seniors. Es una responsabilidad social.
La otra cara de la moneda
En España la discriminación por edad siempre ha existido, pero desde la crisis de 2008 se ha convertido en algo que roza lo preocupante. Ahora no se trabaja porque no te ofrecen la oportunidad, se quejan los seniors. Bien lo sabe David G. de 52 años, que desde que cerró su empresa a causa de la pandemia, no ha parado de presentar currículums a distintas empresas asturianas. “Miran mi edad y no siguen leyendo. Me dicen que buscan a alguien más joven. Alguna compañía me ha llegado a decir que vende innovación y que buscan una imagen acorde a ese espíritu. La mía no lo es”.
Según los últimos datos del INE, Asturias tiene el mayor índice de envejecimiento del país, el 224.58%, lo que significa que la comunidad cuenta con 224 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años. La media del país está en algo más del 125%. Es decir: disponemos de un potencial senior que a día de hoy esta desaprovechado.
¿Hay suficientes efectivos jóvenes que puedan garantizar el relevo generacional? Las cifras dicen que no, por lo que disponer de más seniors trabajando sería una garantía de mayores ingresos para asegurar el estado de bienestar, según los expertos.
Los datos no son buenos. Según cifras del Ministerio de Trabajo, se han destruido 760.000 empleos y se prevé que 1.2 millones de trabajadores acaben perdiendo su trabajo una vez finalicen los ERTE. La reincorporación laboral de los denominados trabajadores seniors, ya de por sí muy afectados por el desempleo de larga duración, parece estar más complicado en estos momentos.
Se da la paradoja de que hay jóvenes super formados que buscan trabajo, pero como no tienen experiencia no los contratan, pero es que también hay seniors que, a pesar de su experiencia, como no están preparados en las nuevas tecnologías, tampoco tienen opción a acceder a un empleo. ¿Alguien puede explicar esto? ¿Hay suficientes efectivos jóvenes que puedan garantizar el relevo generacional? Las cifras dicen que no, por lo que disponer de más seniors trabajando sería una garantía de mayores ingresos para asegurar el estado de bienestar, según los expertos.
#TuEdadEsUnTesoro
La Fundación Adecco, a través del informe #TuEdadEsUnTesoro, reabre el debate del talento senior como única alternativa de futuro: “Ante unas cifras de envejecimiento de tal magnitud no es de recibo que un 40% de las candidaturas de los mayores de 55 años siga descartándose en los procesos de selección. Las políticas de discriminación positiva basadas en bonificaciones han demostrado su ineficacia si no van acompañadas de estrategias de diversidad e inclusión que impulsen un cambio de mentalidad y revaloricen verdaderamente el talento senior”. Al mismo tiempo, las políticas activas de empleo son el instrumento clave para que los seniors actualicen sus competencias y puedan competir en el mercado con garantías”- destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
El mencionado informe de la Fundación Adecco, estima que un 40% de los reclutadores descarta automáticamente las candidaturas de mayores de 55 años que acumulan largos períodos de inactividad. Además, el 75% de los desempleados en este rango de edad cree que no volverá a trabajar nunca.
Joaquín Miranda, jefe de la Agencia Local de Promoción Económica y Empleo del Ayuntamiento de Gijón, hace hincapié en el tema de la sensibilización: “Estamos ahora seleccionando a personas para el Plan de Empleo Local y los contratos que están reservados para mayores de 45 años son una mayoría. Tenemos en mente que es necesario potenciar a este sector, pero desde el punto de vista de la empresa, de la sociedad y de la propia persona, tiene que haber también un cambio de mentalidad. Parece que llegas a los 50 y se te acabó la vida laboral y no es así. Ahora la edad de jubilación está próxima a los 68 años, así que mira todo lo que aún te queda por delante”.
En 2019, desde la Agencia Local de Empleo de Gijón se puso en marcha la Agencia de Intermediación Senior, una experiencia piloto con este colectivo vulnerable: “Seleccionamos a cincuenta personas que habían pasado por aquí en cursos o planes de empleo, que estaban sin trabajo y que tenían posibilidades de insertarse en una empresa. Después de un proceso de formación donde se les ofrecía un certificado de profesionalidad para quien no lo tuviese, tendrían acceso a prácticas en una empresa. En experiencias anteriores con jóvenes, 1 de cada 3 se había quedado a trabajar en la empresa en la que hizo esas prácticas -en este caso, con una duración de tres meses- y un 80% encontró trabajo antes de finalizar el año. En el caso de los seniors las prácticas fueron muy cortas, un tiempo insuficiente para demostrar la valía profesional. Somos conscientes de que hay que reeditar este programa, pero modificando la parte final del itinerario, no sé si con ayudas a la contratación, trabajando en la sensibilización a las empresas para que apuesten por el empleo serio, con programas de empleabilidad… la parte de la inserción no es fácil”, se lamenta Miranda.
Además de destruir clichés obsoletos relacionados con la edad de los trabajadores, las autoridades deberían de tomar nota de otras experiencias que se están llevando a cabo en otros lugares del mundo y que están siendo pioneras en estos terrenos. Las nuevas tecnologías plantean en este sentido una apertura a un mundo laboral distinto -teletrabajo, por ejemplo-, propenso a la creación de nuevas actividades y maneras de poner en práctica el conocimiento y el esfuerzo.