Este Mercadillo de Verano apura su segunda y última semana con un gran éxito de asistencia. Más de cincuenta empresas han donado productos nuevos para colaborar con la Asociación de Enfermos de ELA de Asturias que busca mejorar la calidad de vida de las personas que padecen Esclerosis Lateral Amiotrófica.
En Gijón, el salón de la Caja Rural, ubicado en el Paseo de la Infancia 10, no deja de recibir visitas desde que el mercadillo de verano abrió sus puertas el pasado 27 de junio, y seguirá haciéndolo hasta su cierre el próximo 9 de julio. El objetivo es recaudar fondos para este colectivo sin ánimo de lucro que, desde su constitución en 2001, busca apoyar y asesorar a las personas afectadas por esta enfermedad y a su entorno familiar, así como contribuir a la investigación científica de la misma.
“Los beneficios del mercadillo se destinan a sufragar los gastos de las terapias de rehabilitación de fisioterapia y logopedia de los enfermos, ya que al ser pacientes abocados a la muerte, no las cubre la seguridad social”
(María Ronderos, voluntaria de ELA Principado)
Como explica María Ronderos, voluntaria de ELA Principado, “los beneficios del mercadillo se destinan a sufragar los gastos de las terapias de rehabilitación de fisioterapia y logopedia de los enfermos, ya que al ser pacientes abocados a la muerte, no las cubre la seguridad social”.
En una nueva edición estival, el evento solidario pone a disposición de los participantes todo tipo de productos sin estrenar y para todas las edades. Es posible encontrar calzado, ropa, bañadores, complementos, artículos de cosmética, belleza e higiene… e incluso juguetes y material escolar para los más pequeños de la casa.
Todo lo que se exhibe es fruto de la colaboración de empresas, tanto locales como de ámbito nacional e internacional, que han querido apoyar el proyecto donando los productos. Entre ellas, nombres tan destacados como Stradivarius, C&A, Cortefiel, Magefesa, Pitillos, Alimerka, Joluvi, etc. El público asistente puede adquirirlos a cambio de un donativo prefijado con un importe muy inferior al precio habitual en tiendas, “en muchos casos hasta de un 80% menos”, apostilla Ronderos.