Comer es una de las necesidades más básicas de todo ser humano. Antes de la aparición del virus, muchas familias ya estaban pasando hambre. Quedarse en casa, sin posibilidad de trabajar, ha aumentado todavía más el número de personas que no pueden acceder a un plato de comida caliente. Ahí es de dónde surge la iniciativa puesta en marcha por la Sidrería La Pevida. “Nosotros solíamos cargar las neveras los viernes para tener mercancía de cara al fin de semana. El cierre nos pilló con toda la mercancía en el negocio -comenta Ángel Sánchez-. Hablando con un amigo le pregunté cómo iba a pasar la cuarentena y me dijo que no lo sabía porque no tenía trabajo y en casa solo tenía un yogurt y un cruasán. Le dije que viniese a por comida y así comenzó todo”.
Subieron la iniciativa a las redes sociales y los primeros días fueron veinte las familias que se acercaron a por comida. Ahora ya son más de ochenta personas las que se mantienen gracias a todo lo que preparan en esta sidrería de Gijón que ha convertido su cocina en un reducto de esperanza y solidaridad. “Actualmente yo no tengo ingresos, acabo de pagar mil euros de luz, pero mientras pueda vamos a seguir ayudando porque, aunque supone mucho trabajo, ver la cara de satisfacción con la que marcha la gente te compensa. Estamos teniendo mucho apoyo por las redes, hay personas y entidades que han realizado donaciones y los que nos están ayudando mucho son los Ultra Boys de Gijón. Ellos juntaron dinero y ya nos han traído varias compras muy buenas de alimentos”.
Mientras haya mercancía las cocinas funcionarán a pleno rendimiento de lunes a domingo. Ángel reconoce que muchas veces espera recibir de los que más tienen pero que, por el contrario, lo hace de familias que muchas veces son las que viven necesidades grandes. “Cada uno con su conciencia que obre como quiera. Nosotros estamos muy contentos con lo que estamos haciendo”.
Si quieres colaborar con esta iniciativa entra en su Facebook Sidreria la pevida e infórmate.