Antonio Menéndez y Francisco Antón salieron de Tineo en dirección a Tánger el pasado mes de marzo dispuestos a afrontar su primer VW Golf Challenge, un raid solidario que ya va por su novena edición. Tras un año de preparativos y cargados con cien kilos de material para repartir, tenían por delante nueve jornadas al volante, siete de ellas cruzando las montañas y el desierto marroquí.
El Golf de cuarta generación de Antonio fue la clave para poder participar en esta prueba cuyo principal requisito era hacerlo con un vehículo de estas características. La organización de la prueba prometía a cambio diversión, solidaridad y una aventura sin emisiones al comprometerse a compensar la huella de carbono derivada del viaje plantando árboles a través de la ONG Tree-Nation. A ambos tinetenses el reto que conocieron a través de Internet les pareció lo suficientemente atractivo para intentarlo y se pusieron manos a la obra.
“Tanto Paco como yo -explica Antonio- somos muy aficionados a los coches y a todo lo relacionado con el motor, y siempre andamos mirando por Internet qué cosas se pueden hacer. Y como yo tenía un Golf de 2002 que se adaptaba bastante bien a esta experiencia, nos animamos y empezamos a ‘cocinar’ este proyecto en marzo de 2023”.
La organización de la prueba prometía diversión, solidaridad y una aventura sin emisiones al comprometerse a compensar la huella de carbono derivada del viaje plantando árboles a través de la ONG Tree-Nation.
Rodar por las carreteras norteafricanas, con abundancia de pistas y arena, no era lo más adecuado para un vehículo preparado para el asfalto, así que tenían mucha tarea por delante para adaptarlo a estas nuevas condiciones. “Tuvimos que hacer cambios, como subir la suspensión y reforzar la zona del cárter. Un trabajo mecánico que fue posible gracias a la empresa Alvemaco”, añade el piloto asturiano.
Conseguir reunir el material escolar y la ropa que repartirían a lo largo del viaje fue otra labor no menos importante y para ello también recurrieron a la colaboración de empresas locales del occidente asturiano. El mínimo solicitado por la organización del evento consistía en quince kilos de material solidario, pero los tinetenses consiguieron reunir y acomodar en su vehículo más de cien. Además de libretas, bolígrafos y otros materiales escolares, llevaban ropa y juguetes para repartir entre niños y jóvenes de las zonas más desfavorecidas.
Conseguir reunir el material escolar y la ropa que repartirían a lo largo del viaje fue otra labor no menos importante (…). Además de libretas, bolígrafos y otros materiales escolares, llevaban ropa y juguetes para repartir entre niños y jóvenes de las zonas más desfavorecidas.
Aunque Antonio y Francisco residen en Oviedo, en ningún momento olvidaron sus raíces y su sentimiento de pertenencia, de ahí que entre el equipaje para el trayecto fueran incluidos el chosco de Tineo y la sidra local con la intención de compartirlos con el resto de participantes. Y bajo el nombre @choscoracing comenzó una aventura que les llevaría a recorrer alrededor de 3.000 kilómetros en Marruecos.
Cada jornada, los organizadores de este raid no competitivo proporcionaban a cada equipo un track con la ruta a realizar e información sobre la misma. “En realidad, -añade Antonio- la prueba no tiene carácter competitivo en cuanto a que haya un horario de salida ni de llegada. Al final, no deja de ser un viaje que haces en compañía de mucha otra gente con las que tienes el punto en común de utilizar el mismo vehículo”.
La primera etapa, el sábado 16 de marzo, comenzó en Algeciras donde un ferry les llevó hasta el puerto de Tánger y de ahí tomaron rumbo a la localidad de Ifrane. En la segunda ya empezaba la verdadera aventura con carreteras sinuosas y pistas espectaculares. “Luego tuvimos que cruzar el Atlas para después adentrarnos en el Sáhara, en dirección a las dunas de Merzouga. Nunca habíamos conducido en zonas de arena o duna, era algo que teníamos ilusión por probar -añade Antonio-, pero desde luego que no tiene nada que ver con conducir por las carreteras asturianas, por muy complicadas que sean”.
“La parte solidaria del viaje fue fundamental, aunque hubo momentos duros por las condiciones en las que vivían algunas de las personas con las que estuvimos”
(Antonio Menéndez)
El viaje no estuvo exento de dificultades que fueron sorteando con facilidad gracias a la colaboración del resto de compañeros de prueba. El principal escollo fue la rotura de un manguito del sistema de refrigeración durante la segunda etapa. “Perdimos el agua, y estuvimos parados dos horas esperando hasta que un mecánico local pudo solucionarlo. Cada coche que pasaba por allí paraba a preguntarnos si estábamos bien y si podían hacer algo, y unos compañeros franceses incluso se quedaron con nosotros durante todo el tiempo que estuvimos esperando”.
Antonio no duda en calificar esta experiencia vital como “importantísima”, destacando, además de la oportunidad de conocer la cultura y diversidad de paisajes de un país como Marruecos, “la parte solidaria del viaje que fue fundamental, aunque hubo momentos duros por las condiciones en las que vivían algunas de las personas con las que estuvimos. Pero lo principal es que pudimos dar una ayuda directa a los chavales ya que el material lo repartíamos nosotros allí donde veíamos más necesidad, no se lo dejamos a una ONG para que se encargue de hacerlo. Y la gente nos acogía y nos transmitía su agradecimiento”.
Los tinetenses, los únicos participantes asturianos entre los noventa equipos europeos, también han tomado buena nota de aquellas cosas que más interesan a la población local para poder incluirlas en un futuro reparto solidario, entre ellas ropa de bebé y calzado infantil y juvenil. Porque, aunque todavía queda mucho tiempo para la próxima edición del VW Golf Challenge, Antonio y Francisco tienen claro que quieren repetir una prueba como esta, y ya han realizado una pre-inscripción. De momento, el Golf 1.9 TDI 4Motion del 2002 de Antonio descansa en el garaje a la espera de nuevas aventuras. “A pesar de que no está pensado para este tipo de terrenos respondió perfectamente. En alguna etapa incluso nos sorprendió que aguantara como lo hizo, pero ahora está en el garaje y está perfecto”.