Hay que acercarse hasta la localidad de San Esteban de Pravia para entender la historia que ha marcado al concejo murense, que vivió años de riqueza como puerto carbonero. Ahora, sus playas, su gastronomía y la recuperación del patrimonio industrial la han convertido en un importante destino turístico.
El concejo de Muros de Nalón es conocido, dentro y fuera de Asturias, por la espectacularidad de las vistas que ofrecen sus miradores y que han atraído hacia este territorio a muchos pintores y poetas, atrapados por la belleza de su costa. Hoy día el concejo ofrece al caminante la Ruta de los Miradores, una senda costera peatonal, de aproximadamente cinco kilómetros, que une San Esteban de Pravia con la playa de Aguilar. En su recorrido, la senda permite asomarse al mar gracias a los numerosos miradores que en ella se encuentran: el Espíritu Santo, La Atalaya, Los Glayos, el alto de Las Llanas, el Miradoiro… y descubrir playas agrestes y cómodos arenales como el de Aguilar, uno de los más frecuentados del Principado de Asturias.
En una visita a este concejo es imprescindible la parada en San Esteban de Pravia. Aquí, si las condiciones meteorológicas lo permiten, es posible darse un chapuzón en las únicas piscinas de agua salada natural que hay en Asturias. El concejo de Muros de Nalón es conocido, dentro y fuera de Asturias, por la espectacularidad de las vistas que ofrecen sus miradores y que han atraído hacia este territorio a muchos pintores y poetas.Conocida antiguamente como San Esteban de Bocamar, esta localidad mantuvo una gran actividad carbonera, de la que son testigos las grúas y cargaderos de carbón aún presentes en el puerto. En su época más gloriosa, a principios del siglo XX, una línea de ferrocarril de vía estrecha traía el carbón de Turón, Aller y el Caudal. Después de embarcar en San Esteban, el mineral viajaba hasta la siderurgia bilbaína. Tras el declive del tráfico carbonero y de otras actividades portuarias la localidad de San Esteban vio decrecer su población y languidecer su patrimonio histórico-industrial durante muchos años. Sin embargo, el atractivo de su historia y de su patrimonio han hecho revivir este núcleo murense, que ha empezado a honrar sus antiguos vestigios industriales rehabilitándolos y preparándolos para el turismo. Precisamente con la intención de dar a conocer la trayectoria y el patrimonio de este lugar se ha creado el nuevo Centro de Interpretación de la Historia de San Esteban.
En la capital del concejo, destaca la plaza del Marqués de Muros, declarada de Interés Artístico por las edificaciones que la rodean: el Ayuntamiento y la iglesia construida gracias a la aportación indiana. Pero tal vez sea el cercano Palacio de Valdecarzana el que más impresione al visitante, con su torre del siglo XV y una hermosa portada plateresca del siglo XVI. También hay que visitar los bellos panteones modernistas del cementerio de la localidad, o el popular barrio de La Pumariega, donde se ubica la casa del pintor Tomás García Sampedro, miembro de la colonia de artistas que dio a conocer la belleza de Muros por toda España.
Por si no fuera suficiente el atractivo natural e industrial de este territorio del Bajo Nalón para convertirlo en un destino turístico, los hosteleros locales ponen su grano de arena con una gastronomía sustentada en productos del Cantábrico: mariscos y pescados. De entre todos ellos, hay que destacar el pixín o rape, que en fechas de Semana Santa se convierte en el protagonista de unas jornadas gastronómicas con una altísima participación.
Apenas 2.300 habitantes tiene el concejo de Muros de Nalón, distribuidos básicamente entre sus dos núcleos principales: Muros, la capital, y San Esteban de Pravia. Llegar a este rincón asturiano es muy sencillo, ya que la N-632, el acceso más importante al concejo por carretera, está muy próxima al aeropuerto de Asturias. Y pronto la Autovía del Cantábrico, ahora en construcción, acercará aún más a este concejo costero que está separado de la capital del Principado por 54 kilómetros.
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