Cerca de los grandes centros comerciales del centro de Asturias y de las entradas de las principales autovías, Naón contrarresta los problemas estructurales con la ventaja de una ubicación estratégica.
La pequeña localidad sierense de Viella acoge a poco más de 1.200 habitantes censados, pero hace gala de un importante movimiento vecinal. Viella presume con orgullo de haber sabido mantener un ambiente tradicional, aún con la cercanía de las grandes urbes. Aquí se encuentra, por ejemplo, el lagar más antiguo de Asturias, del siglo XVIII, y una pequeña joya de patrimonio histórico en forma de imagen de Nuestra Señora de Nozana, del siglo XIII. Basándose en el empeño de toda la comunidad en mantener sus raíces, Viella lleva ya dos años presentándose al premio “Pueblo Ejemplar de Asturias”
Sin influir en la ruralidad del conjunto, no hay que obviar que Viella pertenece a Siero, un concejo asturiano de enorme concentración empresarial, de modo que también alberga pequeños polígonos industriales en las afueras de sus núcleos de población. Naón es uno de ellos, una zona industrial nacida espontáneamente, de la necesidad y oportunidad de los empresarios, que querían explotar el raro tesoro de un terreno plano, disponible y bien comunicado en el centro de Asturias.
Naón es una zona industrial nacida espontáneamente, de la necesidad y oportunidad de los empresarios que querían explotar el raro tesoro de un terreno plano, disponible y bien comunicado en el centro de Asturias.
Eso fue en los años 80, cuando empezaron a construirse las primeras naves. Con el tiempo se han desvelado determinados fallos estructurales, ya que precisamente esa espontaneidad es la fuente de los problemas a los que se enfrentan los empresarios de Naón: nada fuera de lo común en un polígono de estas características, pero sí pequeños inconvenientes que dificultan el trabajo diario, como que la estructura de construcción de las naves hace muy difícil su organización en calles, o que existen carencias en temas básicos como la iluminación, la limpieza o el mantenimiento de viales.
Para solucionar estas faltas se creó la Asociación de Empresarios de Naón (ASENA), nacida en el año 2007. La necesidad les llevó a juntarse para poder gestionar subvenciones y corregir los problemas de forma más efectiva y lógica. Tras solventar varias dificultades legales, la Asociación funciona a un ritmo correcto, aunque tiene un gran tema pendiente: para poder definir competencias y servicios, es necesario delimitar exactamente el terreno que pertenece al polígono. Aunque los planos no están claros, desde el Ayuntamiento se colabora con la Asociación para aclarar las dudas lo antes posible. De este modo se podría precisar la propiedad de cada parcela, crear un censo de empresas, y plantear una organización lógica de servicios conjuntos, tanto privados como públicos, en vez de que cada empresario se las ingenie con sus propios medios. Uno de los temas a plantear sería la vigilancia privada, que ahora es impensable: de momento es la Guardia Civil la que, aprovechando la cercanía a la carretera nacional, patrulla regularmente por la zona, de modo que el polígono no está desprotegido.
La cercanía a grandes centros comerciales como Parque Principado es una ventaja en cuanto al acceso a determinados servicios o productos, pero también satura el tráfico a determinadas horas.
También las dudas en la titularidad, así como determinados problemas legales, impiden plantear una ampliación, que en cualquier caso tendría que ser hacia el este, ya que la vía del tren en el lado contrario actúa como un cerramiento natural. De modo que Naón permanece como un polígono pequeño y de alta ocupación. Como posible avance, en algún momento se ha planteado la posibilidad de unir fuerzas con polígonos vecinos, como Estación de Viella o Llames, de características similares, unificando a las asociaciones de empresarios en torno a los problemas comunes.
Uno de ellos es el tráfico, cuya organización requiere una revisión urgente. La cercanía a grandes centros comerciales como Parque Principado es una ventaja en cuanto al acceso a determinados servicios o productos, pero también satura el tráfico a determinadas horas, ya que mucha gente utiliza la misma carretera como vía alternativa para ir a hacer sus compras.
Todos estos pequeños problemas no pueden hacer olvidar una de las grandes bazas del polígono, lo que provocó el efecto llamada en primer lugar: las buenas comunicaciones. La situación geográfica del polígono permite que la salida hacia las grandes ciudades sea casi inmediata y, por lo tanto, el acceso al mar, aeropuerto o la meseta. Éste es el principal punto a favor, y lo que hace que las parcelas en Naón y alrededores sean de las más cotizadas de toda Asturias.