Es el área industrial más extensa de Asturias. Por ello, el visitante que llega al polígono de Roces Porceyo se encuentra con siete directorios, imprescindibles para poder encontrar las empresas que se ubican en los 1,7 millones de metros cuadrados que tiene esta zona industrial situada a tan solo tres kilómetros de la ciudad de Gijón.
Aunque de manera coloquial se habla de Roces Porceyo en singular en realidad son diez los polígonos que están bajo esta denominación: Roces 1, Roces 2, Roces 3, Roces 4, Roces 5, Porceyo 1-12, Porceyo 1-13, Porceyo 1-14, Roces 1b y Roces-Puente Seco, el primero en instalarse en la zona y también el único de iniciativa privada.
Una de las ventajas fundamentales a la hora de hablar de este macro polígono son las buenas comunicaciones de las que dispone. Situado entre las cuatro autopistas más importantes de la región, está conectado directamente con la AS-66, la Autovía del Cantábrico, la Autovía Minera y la Autovía I.
También está unido a la ciudad de Gijón a través de los viales AS-18 y AS-246. Esto aporta un gran dinamismo a la zona y facilita el tránsito de mercancías a las más de 400 empresas ubicadas en el área.
Desde hace años, Roces Porceyo cuenta con una Asociación de Empresarios, Gespor, que gracias a la buena relación que mantiene con el Ayuntamiento de Gijón, está llevando a cabo gestiones de gran importancia para los empresarios que se traducen en acciones y servicios como la limpieza de las calles y viales, el mantenimiento de zonas verdes, la recogida de residuos, etc.
Las condiciones del convenio que Gespor mantiene con el Ayuntamiento de Gijón desde el año 2003, se han modificado recientemente adecuándose a los tiempos actuales. “Ha cambiado la fórmula –comenta Marta Fernández, Gerente de Gespor-. Manteníamos un convenio de colaboración con todas las áreas industriales consolidadas que tuvieran gestora y teníamos también, en paralelo, una comisión mixta con el Ayuntamiento con el que nos reuníamos una vez al año para justificar las cuentas, el equilibrio de los balances y la transparencia de gasto. También para planificar el año siguiente tanto respecto a las inversiones que se comprometía el Ayuntamiento a hacer en los viales, como a la partida que se nos asignaba según íbamos haciendo peticiones. Desde este año los convenios ya no se firman sino que se participa en un concurso con unas bases establecidas y unos criterios de baremación que dependen de diferentes cosas”.
Roces Porceyo ya ha acometido dos fases del sistema de videovigilancia con cámaras y prevé continuar ampliando este servicio, que ya está incidiendo positivamente en la seguridad del polígono.
Gespor, que se ha comprometido desde sus inicios a promover el desarrollo sostenible del área industrial, ofrece a todos los asociados servicios como la limpieza de viales y zonas verdes comunes, videovigilancia las 24 horas del día, edición cada tres años de un plano, vigilancia presencial nocturna para los asociados adscritos al servicio los 365 días del año, descuentos en el alquiler del salón de actos del centro de servicios, paneles directorio de empresas asociadas, recogida mancomunada de plástico industrial de manera quincenal o mensual para empresas asociadas que lo soliciten y también gestión de plazas de aparcamiento en la Calle Arquímedes 553 en el Polígono de Roces 3.
La inauguración del Centro de Servicios Roces-Porceyo, en el año 2012, y de cuatro naves nido al año siguiente han sido dos buenas noticias para esta zona empresarial que, como el resto de tejido industrial, se ha visto golpeada por la crisis. El Centro puso a disposición de los usuarios siete locales comerciales y cuatro oficinas en régimen de alquiler en septiembre de 2013, y al igual que las naves nido tiene un cien por cien de ocupación. Estos servicios, ambos nacidos gracias a la iniciativa municipal, están centrados exclusivamente en la ayuda a emprendedores que decidan poner en marcha sus proyectos.
Los datos sobre empresas asentadas en el polígono que maneja la Asociación de Empresarios son alentadores a la hora de analizar los resultados actuales, y ofrecen una valoración de moderada positividad respecto a la situación de las empresas. “En el momento álgido del polígono, en los años 2006-2007, se estimó que podría haber unos 7.000 trabajadores. Ahora pensamos que puede haber alrededor de 4.000 aunque los datos pueden resultar engañosos porque el polígono -debido a su ubicación entre dos vías de comunicación- mantiene una circulación constante, y esto puede sobredimensionar su actividad. Sí es verdad que hay otros indicadores que observamos como una mayor actividad de carga y descarga, menor disponibilidad de aparcamiento y un incremento en la recogida de embalajes en la basura. Esto significa que aquellos negocios que estuvieron más paralizados ahora ya están recibiendo mercancía y funcionando”. El año que viene corresponde a Gespor renovar el plano comercial y a finales de este año realizará un censo de las empresas ubicadas en el área con lo cual se podrá tener una valoración más precisa. Por el momento las estimaciones confirman que aunque durante la crisis cerraron sus puertas más de 100 empresas, entre 80 y 90 nuevos negocios se instalaron en el polígono.
Junto al polígono pasa la Vía Verde La Camocha, un itinerario de 7 kilómetros que transcurre en buena parte por el trazado de un antiguo ferrocarril minero.
Entre las últimas iniciativas puestas en marcha en Roces Porceyo es importante destacar la instalación de un sistema de videovigilancia mediante cámaras visionadas por la policía local. Este proyecto, del cual ya se han ejecutado las dos primeras fases gracias a la financiación del Idepa, tiene pendiente acometer la tercera fase en la que se contempla la instalación de más cámaras de seguridad. Desde el colectivo empresarial desgranan cómo es el mecanismo a la hora de poner en marcha este tipo de solicitudes cara a la administración. “Cada fase se va haciendo en un año, pero siempre con el retardo de solicitar una prórroga –comenta Marta Fernández-. Cuando llegamos este año a la fase tres, la Delegación del Gobierno todavía no nos la había autorizado y ya se abría el plazo de convocatoria del IDEPA de la fase cuatro. La solicitamos pero tuvimos que renunciar a ella porque no nos llegaba el permiso en el plazo y, lógicamente, el IDEPA, no puede asignar una partida presupuestaria si la fase anterior todavía no tiene todos los parabienes de la administración. La solicitaremos el año que viene y, si no hay inconveniente, se ejecutará añadiendo algunas cámaras más y algunas lentes de acercamiento para matizar la localización de las matrículas”. Aunque los cuerpos de seguridad no pueden facilitar datos de las estadísticas de los delitos que se producen, desde Gespor aseguran que los robos en el polígono se han reducido. Gracias a las medidas de seguridad puestas en marcha y a la cartelería colocada, Roces Porceyo es un área industrial menos atractiva para los ladrones.