Su larga experiencia en el cargo le ha permitido comprobar cómo el tercer concejo de Asturias en extensión puede sacar partido a sus recursos. Con un sector turístico en crecimiento, impulsado por la puesta en marcha de la Estación Fuentes de Invierno y el Proder, Gabriel Pérez Villalta confía en el buen desarrollo de este territorio.
Natural de Caborana, Villalta creció escuchando los sonidos del Pozo Santiago. Su implicación personal en los asuntos del concejo se hizo evidente en las primeras elecciones democráticas, en las que este ingeniero de minas consiguió una concejalía. La siguiente llamada a las urnas le dio el apoyo del pueblo, que lo nombró alcalde. Un apoyo que no ha perdido tras veintiseis años en el cargo.
-¿Cómo está repercutiendo en el concejo el desarrollo de los programas Proder y ahora el futuro Leader?
-El Proder fue muy positivo, sobre todo para el sector turístico, de hecho se aprobaron más subvenciones para emprendedores en este concejo que la suma de todo el resto de Montaña Central en temas turísticos. Aller cogió con alegría las ayudas y se han hecho muchas cosas, como por ejemplo hoteles en el centro de Felechosa y varias empresas relacionadas con el turismo en diferentes pueblos. El año pasado fue un año muy bueno de nieve, Fuentes de Invierno ha sido todo un “boom” y ha provocado una avalancha de visitantes. Vista la experiencia tan positiva de la gente que ha recibido estas subvenciones, pienso que el Leader todavía va a ser mejor.
-¿Se aprecia también un mayor impulso para el sector agro-ganadero?
-No tanto. Aquí tenemos diez mil cabezas de vacuno de la raza “asturiana de los valles”, la mayor cabaña ganadera de Montaña Central, pero la cifra se debe a la suma de muchos pequeños ganaderos, la mayoría de los cuales son prejubilados de la mina. Hay pocos que tengan más de cien reses y vivan de esto, porque es una ocupación muy dura. Y esto es así ahora que la ganadería está subvencionada por la UE, el problema es que no sabemos qué va a pasar si un día desaparecen estas ayudas.
En cuanto a la agricultura, hay la que hubo siempre, la necesaria para el consumo propio de las casas. Aunque como curiosidad, debo decir que en estas fechas estamos vendiendo camiones de manzanas a importantes lagares de la región, porque dicen que la manzana de Aller es la de más calidad para la sidra.
-Entre los grandes proyectos que verá crecer el concejo se halla la macrorresidencia del Montepío de la Minería para la tercera edad. ¿Cómo va a repercutir en el municipio?
-El proyecto del Montepío es fundamental, primero porque va a permitir que mucha gente que actualmente no puede, esté en disposición de utilizar estos servicios. Además en este momento también estamos construyendo una residencia pública entre Caborana y Moreda, así que pasamos de no tener ningún equipamiento de este tipo a tener dos importantes, lo que se traducirá en doscientos puestos de trabajo fijos.
Tenemos que agradecer al Montepío que haya escogido este concejo para ubicar su nueva residencia, la tranquilidad que se respira en Felechosa, así como el paisaje, han sido determinantes para esta decisión. Desde las habitaciones de la nueva residencia tienen previsto instalar un telescopio para que los residentes puedan mirar los bosques que hay enfrente ya que albergan venados, rebecos, etc. Se podrá incluso escuchar la berrea de los venados. Será un equipamiento extraordinario, que va a estar a la altura de los mejores.
“La nieve arrastra multitudes y es una afición que va en aumento y que aporta al concejo el consumo de un turismo de calidad”
-En Aller, como en el resto de la Asturias rural, la gente se ha marchado de los pueblos para irse a vivir a núcleos de mayor población. ¿Podrían con el tiempo algunos pueblos llegar a convertirse en segundas residencias?
-Sí, con las inversiones que se están haciendo la gente va a volver más a los pueblos. En muchos de ellos ya se nota que, la gente quiere regresar, así que arreglan la casa de sus padres y vienen a pasar los fines de semana, buscando la tranquilidad y el paisaje. En un futuro habrá una serie de pueblos que estarán asentados, que tendrán sus habitantes prácticamente de forma fija, pero en estos momentos se está produciendo un éxodo de la zona rural a la zona urbana. Hablamos de Moreda, Caborana, Cabañaquinta, Coyanzo, Felechosa, que dentro de lo rural tienen núcleos urbanos.
-¿Dónde está siendo más evidente el trasvase poblacional?
-Una localidad que ha crecido mucho es la capital del concejo, Cabañaquinta. Aquí se están construyendo muchos pisos que están siendo ocupados por alleranos que han venido de los pueblos. En un pueblo pequeño no hay una farmacia, ni un instituto de enseñanza media, ni servicios como el ferrocarril o el juzgado, y en Cabañaquinta tienen prácticamente todos los servicios.
-¿Cuál es la principal aportación de recursos que hace el concejo al conjunto de la Montaña Central?
-El concejo de Aller tiene un amplio patrimonio natural y arquitectónico. Este año pusimos en marcha el Tren Turístico del Alto Aller y los que lo utilizaron se marcharon con la satisfacción de haber conocido algo que les impactó. El paseo permite conocer monumentos como la Iglesia de Serrapio, la Torre de Soto y parajes como las Foces del río Aller y de El Pino, la Senda Verde Foyoso o el Molín de Peón. Pero lo más visitado ha sido la Estación de Fuentes de Invierno, la nieve arrastra multitudes y es una afición que va en aumento y que aporta al concejo el consumo de un turismo de calidad.
Otro recurso muy importante que tenemos conjuntamente con Lena es el campamento romano de La Carisa. Esto ha ido más allá de lo que esperábamos. Decía un historiador que La Carisa hizo que cambiara la historia de Asturias. Se sabe que los romanos entraron por ahí, que luego fueron avanzando, etc. Nosotros estamos construyendo un Centro de Interpretación en Nembra para que el visitante conozca toda su historia.
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