En octubre nos visitó la nieve hasta el punto de dejar incomunicada a la región. Luego llegaron días plácidos y agradables. Muchos son los ojos que en esta época del año miran al cielo a la espera de nevadas que les permitan disfrutar del deporte blanco. Con o sin nieve, Aller lo tiene todo preparado. Ahora bien, mejor con nieve.
El concejo es un destino para disfrutar de sus muchos atractivos naturales, culturales, etnográficos y gastronómicos en cualquier época del año. Si a ello le añadimos la nieve, las opciones de pasárselo bien, se multiplican.
En invierno, el aire fresco de la montaña invita a no quedarse quieto y aquí las opciones son muchas. Esquí, snowboard, esquí de travesía, rutas con raquetas, descenso en trineo o simplemente pasear tranquilamente por la nieve bien abrigado, son algunas de las actividades que se pueden disfrutar sobre el manto blanco.
Todo está preparado en la Estación Invernal Fuentes de Invierno, solo falta la nieve. Dispone de casi nueve kilómetros esquiables, distribuidos en tres pistas verdes, tres azules, seis rojas y tres negras. A ellas dan acceso un total de cinco remontes mecánicos de última generación: un telesilla cuatriplaza desembragable, dos telesillas cuatriplazas de pinza fija, un telesquí y una cinta transportadora, con una capacidad total de ocho mil doscientos viajeros/hora. Con esta estructura de remontes y pistas la estación puede acoger diariamente sin ninguna dificultad a dos mil ochocientos esquiadores, garantizando la práctica del esquí en unas condiciones envidiables tanto para novatos como para expertos. Cuenta con amplios aparcamientos, uno para autobuses (treinta plazas) y otro para turismos (setecientos treinta coches).
En la propia estación también se puede alquilar material deportivo y hay una Escuela Española de Esquí y Snowboard que imparte cursillos de iniciación y perfeccionamiento de ambos deportes pero también de esquí de fondo y adaptado.
En invierno, el aire fresco de la montaña invita a no quedarse quieto y aquí las opciones son muchas
El descanso y el placer se fusionan para satisfacer al visitante, y la gastronomía se convierte en una pieza importante. La oferta en el concejo es muy variada y se adapta a todas las necesidades. Desde comida rápida, bocatas, platos combinados o tentempiés para no interrumpir mucho la actividad deportiva hasta menús en condiciones, como dirían las abuelas. Y es que si hablamos de sabores tradicionales es indispensable probar el pote de berzas hecho a fuego lento con productos de la huerta local y compango casero. Uno de los entrantes más antiguos, que nos ayudará a entrar en calor. Las carnes locales son de excelente calidad, destacando la carne roxa o la de cordero preparada de varias maneras: a la estaca, guisada, al horno. También la carne de caza -corzo, jabalí o venado- muy abundantes en la zona. En el apartado de postres las tentaciones se multiplican: casadielles, frisuelos, borrachinos, cuajada y por supuesto el panchón, un dulce elaborado con harina de escanda, agua y sal que una vez cocido en los rescoldos del fuego de la cocina -envuelto previamente en hojas de berza-, se desmiga y se envuelve con manteca derretida, endulzándose luego con azúcar o miel. Indispensable probarlo.
El concejo tiene todo lo necesario para disfrutar de la nieve y también de otras actividades al aire libre, culturales, gastronómicas o de ocio. El invierno es sin duda de Aller.