Los vecinos de Selviella, en Belmonte de Miranda, están convencidos de que viven en un pueblo ejemplar. Y así quieren que se lo reconozca la Fundación Príncipe de Asturias, para poder proclamarlo con la boca grande, esto es, con mayúsculas.
Se decidieron en 2014 a dar el paso y presentar su candidatura. Lo hicieron un grupo de vecinos, después de repasar uno a uno todos los proyectos desarrollados y ver que no eran pocos. Y que estaban además ideados y llevados a cabo por el vecindario en su conjunto, e impulsados por un espíritu de conservación de los modos de vida tradicionales. Hay que señalar además que la gran mayoría de los habitantes de Selviella son de avanzada edad, pero conservan intacta la vitalidad. Argumentos para justificar la candidatura hay más que suficientes. Los van desgranando tres de los implicados, que se presentan a sí mismos como «tres de las personas más mayores del Pueblo», así, con mayúscula. Son María Yolanda Pérez Hevia, Luis Álvarez Suárez y Mario Jorge Fernández, que se explican al unísono.
¿Qué cabe destacar de Selviella? «Muchas cosas: que fue antigua capital de Belmonte de Miranda, su Área Recreativa Las Llavanderas, el Salto Salmonero, la Escuela de Pesca, su Capilla, el Monte Braña Cerredo, su abastecimiento de agua… Pero nosotros basamos nuestro merecimiento en las personas de este pequeño pueblo y en la unidad que mantienen, además de la calidad humana que hay entre ellas, que es digna de ser mencionada».
Y entonces, empiezan a explicar un asombroso despliegue de actividad a lo largo del pasado año: limpiaron todo el pueblo en una Sextaferia que acabó con comida para todos los vecinos: «Lo dejamos como una patena, saneamos los caminos públicos y plantamos flores». En julio celebraron sus fiestas tradicionales de Santiago; y en agosto el Santiaguín, un auto homenaje por el esfuerzo vecinal de todo el año. El mismo mes se celebra el día de los Corderos Xaldos. En septiembre, excursión a León y a las Cuevas de Valdevimbre. Más trabajo conjunto en noviembre: recogida de la manzana para llevarla al llagar del Pueblo, de Eugenio Díaz, preparación de la sidra y reserva de sidra dulce para un amagüesto tradicional. Se remata el año con unas Jornadas de los Callos, comidas conjuntas en Nochebuena, Navidad, visita de Papá Noel y fiesta de Nochevieja. La primera parte del año 2015 mantiene la actividad: carnavales, Semana Santa, encorchado de la sidra comunitaria…
«Hasta tenemos nuestro propio escudo -comentan estos tres embajadores de Selviella-. Lo usamos en nuestros vasos de sidra y botellas de licor casero de limón y café que realizan algunas vecinas». Con todo ello, más el entusiasmo que despliegan, esperan conseguir el reconocimiento oficial de lo que ya sienten que son: un Pueblo Ejemplar.
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