El pasado 2012 fue un mal año para este museo de Luanco, casi estrangulado por su difícil situación económica. Pero el apoyo recibido, tanto desde las administraciones como por parte de los ciudadanos, da un balón de oxígeno al Marítimo, que continuará con las puertas abiertas mostrando la cultura del mar a todos sus visitantes.
Ahogado por las deudas, el pasado año el Museo Marítimo de Asturias amenazaba con echar el cierre definitivo. La instalación, ubicada en Luanco, parece que ha superado el profundo bache que atravesó en 2012 gracias a un giro de timón en la gestión económica y a la campaña de apoyo, que contó con un amplio respaldo de la ciudadanía. Por fin, parece que se puede hablar ya en pasado de esta mala racha. El cambio de estrategia incluye la organización de exposiciones externas. Se ultiman ya los preparativos de la primera, sobre Carpintería de Ribera, que podrá verse en las aulas expositivas del Puerto de Gijón y que será visitable en Semana Santa. José Ramón García, director de la instalación, se muestra satisfecho con lo conseguido y optimista con respecto al futuro inmediato.
-¿Definitivamente se ha superado el peligro?
-La crisis está ahí y las facturas hay que pagarlas, pero yo no contemplo ya cerrar el museo ni en los pronósticos más negativos. Ya hemos superado lo más difícil y contamos con que en verano el museo esté ya completamente saneado y en perfecto estado para continuar recibiendo visitantes.
«En este momento de graves dificultades, ha habido un clamor popular muy importante que nos ha dado muchos ánimos. El pueblo se identifica con este museo y no se quiere desprender de él».
José Ramón García, director del Museo.
-Las muestras de apoyo recibidas han sido más que notables. ¿Se esperaban una reacción así?
-Creo que es característica del museo que desde siempre ha contado con el apoyo popular, primero en su nacimiento y luego en su fase de recuperación. Ahora, en este momento de graves dificultades, ha habido un clamor popular muy importante que nos ha dado muchos ánimos y que además es una especie de revulsivo frente a posibles regulaciones externas que pudieran producirse en otro momento. El pueblo se identifica con este museo y no se quiere desprender de él.
-Dentro de las novedades, se hará también una apuesta por las nuevas tecnologías.
-Queremos modernizar nuestra imagen de cara al visitante. La mayor novedad de este año es que trataremos de poner en marcha los códigos QR, que permiten captar toda la información vitrina por vitrina y pieza por pieza, de una forma más ágil y cómoda, superando la tradicional audioguía. Es un esfuerzo muy grande a la hora de manejar tanto volumen de contenidos, y va a ser complicado, pero es lo que le gente ya nos está reclamando.