Su estructura revela su origen: Grado es una villa nacida del cruce de vías importantes, pensada para caminar cómodamente. El Camín Real de la Mesa, y muy especialmente el Camino de Santiago son fundamentales para comprender la disposición y la historia de esta localidad.
Esa condición de encrucijada explica la propia fundación de Grado, con una carta puebla obtenida en tiempos de Alfonso X, que instituye el mercado como rasgo diferenciador. Caminos, mercados y villa unen así su historia, y no se pueden explicar de forma independiente.
Grado se incluye dentro del Camino de Santiago Primitivo o interior, muy utilizado entre los siglos IX y XI ya que permitía también visitar las reliquias de la Cámara Santa de la actual Catedral de Oviedo. Con el tiempo otras rutas fueron ganando importancia, especialmente el Camino Francés o la Ruta de la Plata, pero últimamente se está recuperando este itinerario tradicional, en parte por la promoción institucional, en parte también por el boca-oreja entre los peregrinos, que están redescubriendo una ruta más amigable, por clima y orografía, que la castellana. En Grado, concretamente, el Camino de Santiago es un empeño desde hace tiempo, y se ha hecho un esfuerzo para dotar al concejo de infraestructuras atractivas para el peregrino, así como para señalizar la ruta de forma eficiente.
El Camino entra en el concejo por el puente de Peñaflor, y atraviesa San Pelayo hasta entrar en la villa de Grado. De ahí continúa el recorrido hacia San Juan de Villapañada hasta el Santuario de Nuestra Señora del Fresno, donde abandona territorio moscón para entrar en el concejo de Salas.
La concha del peregrino y la flecha amarilla indican la dirección y muestran los lugares más emblemáticos, como el crucero que despide al caminante cuando abandona la capital por el llamado precisamente Barrio de la Cruz. Es una estructura poco habitual en Asturias, más común a medida que nos acercamos a Galicia. En el resto del camino se irán encontrando fuentes, ermitas y templos de diversa consideración, y dos albergues, en Cabruñana y Villapañada, que pronto serán tres con la apertura del nuevo alojamiento en Grado capital.