Insuperable por cantidad y por calidad. Por buen ambiente, por ganas de fiesta. Por eso y por un puñado de razones más, nadie quiere perderse el XLII Descenso Folclórico del Nalón, la fiesta por excelencia. Será el 22 de agosto, en Laviana.
Cuando la fecha se acerca el concejo se convierte en un hormiguero. Cientos de personas se preparan para asistir a uno de los espectáculos más frescos y divertidos del verano, un descenso por el río Nalón que lleva celebrándose sin pausas desde finales de los años 60. El asunto es sencillo: se trata de bajar el río a lo largo del trayecto comprendido entre el Puente de Arco y el Puente La Chalana, aproximadamente kilómetro y medio, y hacerlo en embarcaciones construidas por los propios participantes.
Se trata de bajar el río a lo largo del trayecto comprendido entre el Puente de Arco y el Puente La Chalana, aproximadamente kilómetro y medio, y hacerlo en embarcaciones construidas por los propios participantes.
La idea hay que agradecérsela a aquellos jóvenes, que entonces formaban el llamado “Eros Club” y que pretendían salpimentar con un toque desenfadado las ya multitudinarias fiestas de Nuestra Señora del Otero. Años más tarde, la fiesta amenazó con decaer, pero gracias al empeño del Club Campurra hoy en día tenemos Descenso para rato. Ellos fueron los que a la denominación inicial “Descenso del Nalón” añadieron la palabra “Folklórico”. Y dieron en el centro de la diana. Cualquier cosa que flote vale como embarcación, por eso que nadie se sorprenda si el día señalado aparecen por el río naves vikingas, paneras flotantes, yates, monstruos, autobuses, avionetas… Decir que son imaginativas es poco. Y multitudinarias: algunas superan los ciento cincuenta “navegantes” inscritos. El caso es que cada comitiva consiga cubrir la distancia establecida y llegar en las mejores condiciones posibles, lo que se logra con distinta fortuna, según los casos. De cualquier modo, del remojón no se libra nadie. Y bienvenido sea, porque en la segunda quincena de agosto el calor aprieta y se agradece la mojadura. Además de eso se trata: ¿quién quiere llegar seco?
Con los años el Descenso Folklórico ha crecido y ha ganado fama. Tanta, que toda la fiesta que se organiza alrededor ha sido declarada de Interés Turístico Regional. Al descenso le llueven participantes y visitantes. En la edición del año pasado, por ejemplo, se inscribieron cincuenta y dos carrozas y un total de dos mil participantes. El público aplaude encantado los intentos de las “embarcaciones” por alcanzar la meta. Una vez que prueban las peñas y grupos de amigos que se inscriben un año, es fácil que quieran repetir en la siguiente edición.
Montarse la carroza
Las normas son sencillas, invariables desde el principio: mínimo de cuatro tripulantes por cada carroza, que, por supuesto, no llevará ningún tipo de motor y que deberá haber sido construida por los participantes, ¿o debemos decir tripulantes? Sea como sea, estos deberán ir disfrazados en consonancia con el tema de su carroza, para que el espectáculo visual sea completo.
La organización ha ido mejorando la calidad de todos los actos en los últimos años, ampliándola con actuaciones musicales y otras actividades. No obstante, si se preguntase en la calle la respuesta sería unánime: el éxito de cada edición se debe a la gente; al sentido del humor de los participantes, a la entrega incondicional del público y en general al buen ambiente de todos los que en estas fechas no quieren perderse la cita. A ellos se les debe que el Descenso Folklórico sea multitudinario y sin embargo tranquilo, eufórico y definitivamente adictivo.
A las tres de la tarde del sábado, Chema, como viene siendo habitual, será el encargado de dar comienzo con el Pregón del Descenso. La primera carroza será la de la Xana, la única que podrá ser arrastrada por un vehículo a motor. Después de una tarde intensa y agitada, es necesario que todas las embarcaciones participantes estén en La Chalana a las 21.30h. En caso contrario quedarán descalificadas. Los premios para los mejores de este año, a las once en la Plaza del Ayuntamiento: la Sopera, la Soperina, y el Premio a la Asturianía. §
Con los años el Descenso Folklórico ha crecido y ha ganado fama. Tanta, que toda la fiesta que se organiza alrededor ha sido declarada de Interés Turístico Regional.
Los mejores de 2008
Primer Premio. Olé por Boroñes. “Pa la crisis de la construcción lo antiguo como solución”
La Sopera se fue para el pueblo de Boroñes, donde se inscribieron 160 participantes acompañando a esta embarcación. Repite premio una peña en la que se vuelca gente de todas las edades, desde los tres hasta los setenta años. Todo el mundo encuentra algo que hacer para que el proyecto llegue a buen puerto. Marcos González es miembro de la Comisión que se encarga de organizar a este grupo de entusiasmados con el Descenso. “Podemos decir que la Comisión es el pueblo -aclara Marcos-, porque todo el mundo se involucra muchísimo”. Aunque se muestran descontentos con el apoyo recibido por parte del Ayuntamiento, volveremos a verlos en la edición de este año, con una idea que no desvelan pero que posiblemente no sea, como las anteriores ocasiones, un tema asturiano. Comienzan a trabajar con un mes de antelación, preparándose para apretar el acelerador en los preparativos de la última semana, donde las jornadas de los voluntarios se prolongan hasta la madrugada. “Todo el mundo trabaja muchísimo”. Y se nota. Boroñes volverá un año más a pujar por llevarse la Sopera. Y si lo logran, se llevarán el Chalanín que ofrece el Ayuntamiento a quien gane tres años seguidos o cinco alternos, un premio que a día de hoy aún no ha logrado nadie.
Segundo premio. Peña Los Barettini. Mortadelo y Filemón: los tetraceros del vecín de víboras.
Iban a por todas y se llevaron el segundo premio. No está nada mal, pero supo a poco el año pasado. Por eso volverán a la carga en esta edición, con algún proyecto que sorprenda a propios y extraños. Con la sana rivalidad de estos encuentros, van a por “los de Boroña”. “Hay que ganar, porque si no ganamos, Boroña gana el Chalanín, y eso no puede ser”. Eduardo Begega, en nombre de Los Barettini, se queja un poco de la dinámica del Descenso en los últimos años: “Antes se hacían carrozas más variadas, pero ahora lo que se lleva los premios son hórreos y casas, temas del pueblo y de asturianía. Eso nos gusta menos, la gente deja de hacer carrozas”. Y queda sobre el tapete una petición al Ayuntamiento: “A ver si ponen un poco de dinero, que ganar y no llevar nada…”
Tercer Premio. Peña de Barredos. De romería en Sayeo
La Peña ya se empieza a poner en marcha desde principios del verano. Son muchos y muy dispuestos, así que siempre hay alguien trabajando en el proyecto que se traen entre manos. En el Descenso anterior quedaron en un muy digno tercer puesto, y ahí están, preparándose para volver un año más a participar río abajo. Pablo Gómez, de la Peña Barredos, explica: “Nosotros intentamos hacer una carroza decente para que esto no vaya decayendo, que no haya carrozas malas y que no vaya a peor. Sabemos que están los de Boroñes, que son los que suelen ganar porque siempre tienen las mejores carrozas. Nosotros queremos estar ahí, para que siempre haya tres o cuatro carrozas que se puedan ver” . §
Este es sin duda el marco festivo del agosto lavianés: el homenaje anual a la Virgen del Otero, venerada no sólo en el concejo, sino en todo el Valle del Nalón. El jueves 13 comienzan las fiestas con el chupinazu desde la Plaza del Ayuntamiento. A partir de ahí se suceden las actividades, que combinan lo religioso, como la procesión en honor a la Virgen, acompañada de la Banda de música y el grupo de gaitas de Villoria; con lo lúdico, puramente festivo. Hablamos de la Orquesta Asia, el viernes 14.
También hay un fuerte apartado deportivo que incluye una concentración de vehículos 4×4 el sábado 15, exhibición de trial, carrera de cintas a caballo. El domingo 16 tendrá lugar la 4ª Gymkhana Villa de Laviana en la Plaza del Ayuntamiento, la 4º Carrera del Pitu de Caleya Villa de Laviana y el IV Campeonato de Tenis de Mesa y el Segundo partido del Memorial Ricardito, en el Campo de las Tolvas.