Como concejo costero, Llanes vive mirando al mar. La importancia histórica de su puerto, el tirón de sus playas y la influencia de la emigración en la economía llanisca son algunas de sus características más importantes.
En el concejo de Llanes hay 38 playas, la mayoría de fácil acceso a pie o en coche. En total casi cincuenta kilómetros de costa que hacen de reclamo para el turismo y crean un precioso paisaje donde el mar es protagonista. Las actividades deportivas están lógicamente ligadas al mar, aunque hay otras opciones, como el campo de golf municipal, situado a cuatro kilómetros de Llanes capital. Aquí también se celebra un rally de renombre, el Rally de Llanes, que atrae a multitud de seguidores.
Además del turismo rural, en auge en todo el concejo, la villa cuenta con más de 900 plazas de alojamiento, lo cual es mucho decir en un núcleo que cuenta con menos de 5.000 habitantes en el censo. En verano Llanes se transforma de villa marinera y tranquila a centro turístico con gran tirón; no en vano cuenta con el título de Municipio de Excelencia Turística.
El casco urbano está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Mantiene gran parte de su estructura originaria, con diseño cuadriculado, dentro de un recinto amurallado donde destaca la basílica gótica de Santa María del Conceyu, los barrios de pescadores, o el Palacio de los Valdés-Posada, actual sede de la Casa de Cultura.
Durante todo el verano se celebran diversas actividades lúdicas y festivas, que llenan la agenda de citas interesantes. Las fiestas de La Magdalena, las de San Roque y las de La Guía son una muestra de folklore vivo y diversión asegurada. Este mes también se celebra la Muestra de Quesos del Oriente de Asturias, para los amantes de la gastronomía. El festival Llanes al Cubo, también conocido como La folixa del tardíu, inaugura el otoño llanisco con un completo programa de música, cine, teatro, literatura y exposiciones.
Tradición marinera
A partir del siglo XV, la actividad en el puerto de Llanes era de gran importancia en la economía de la zona, por el comercio de sal y la riqueza de sus caladeros de pesca. Sin embargo, la orientación y la escasa infraestructura de sus instalaciones lo hacían uno de los puertos más peligrosos del Cantábrico. No es hasta bien entrado el siglo XX cuando se construye una estructura en condiciones, y en la década de los noventa se protege el espigón con dos escolleras de bloques de hormigón, base para la obra Los Cubos de la Memoria, de Agustín Ibarrola. De este modo, el puerto de Llanes se ha convertido en un atractivo turístico más, además de su importancia económica.
Aún tras esta reforma, los marineros veían cada invierno cómo los temporales dañaban los barcos y la lonja, de modo que se han realizado nuevas reformas, que finalizaron el pasado mes de julio. Las obras fueron de gran envergadura, incluyendo el uso de la grúa más grande del mundo, y el resultado responde a una vieja reivindicación de la Cofradía de Pescadores de Llanes, que ven así cómo el puerto responde a las necesidades de la flota, mientras el puerto deportivo gana también relevancia.
Pasear por Llanes es ir descubriendo las huellas de su historia marinera. El Paseo de San Pedro se usaba como atalaya para el oteo de ballenas, bancos de peces o barcos enemigos en época de guerra o ataques piratas. Hoy en día es un estupendo mirador sobre la Playa del Sablón, y permite ver desde la costa hasta los montes de la Sierra del Cuera, así como parte del recinto amurallado del Fuerte, desde donde se defendía la villa de los ataques por mar.
Otro Paseo, dedicado a San Antón, cuenta con un mirador especialmente adecuado para ver los Cubos de la Memoria en su totalidad, en una explanada donde se situaba el Tendedero de Redes, una estructura para poner a secar los aparejos de pesca. Al final del paseo encontramos el faro, aún en funcionamiento.
En verano Llanes se transforma de villa marinera y tranquila a centro turístico con gran tirón, no en vano cuenta con el título de Municipio de Excelencia Turística.
La Capilla de Santa Ana, del siglo XV, es otra de las paradas de este recorrido marinero. En julio se celebra la fiesta dedicada a la santa, con una preciosa procesión en barco.
Legado emigrante
Llanes, al igual que todo el Oriente de Asturias, fue un concejo muy tocado por la emigración durante el siglo XIX y la primera mitad del XX. Muchos de esos viajeros forzosos hicieron fortuna, y por eso en todos los pueblos llaniscos se encuentran Casas de Indianos, espectaculares casonas y villas con esa arquitectura característica. El capital emigrante sirvió también para mejorar la calidad de vida de los que se quedaron en Asturias, que vieron cómo se construían infraestructuras públicas como fuentes, escuelas o lavaderos, muchas de las cuales aún se conservan. Recorrer la Ruta Indiana permite admirar de primera mano estas construcciones y es una excelente forma de conocer el concejo de Llanes en profundidad.
La hemeroteca de El Oriente de Asturias, decano de la prensa asturiana, es una extensa fuente de información sobre la historia de la emigración de la zona. El periódico sigue publicándose con periodicidad semanal, y parte de su tirada se envía a América, en particular a México, país que tiene una importante presencia llanisca en sus tierras.
Llanes, al igual que todo el Oriente de Asturias, fue un concejo muy tocado por la emigración. En todos los pueblos llaniscos se encuentran espectaculares Casas de Indianos.
En Colombres, en el cercano concejo de Ribadedeva, se encuentra la Quinta Guadalupe, una casa típica de arquitectura indiana que alberga la Fundación Archivo de Indianos y el Museo de la Emigración. En él se pueden conocer diferentes aspectos sobre la emigración española a América, que tanto ha marcado el paisaje y la economía de la zona.
Escaparate de Asturias
Debido a su cercanía con la vecina comunidad cántabra, Llanes está considerado como la puerta de Asturias en el Oriente. De este modo, ejerce como excelente carta de presentación de los muchos atractivos que la región ofrece. La gastronomía es típica asturiana, basada en los productos del mar, permitiendo también contundentes platos de carne o legumbres de los valles de interior. Es precisamente la combinación de sierra y costa uno de los elementos característicos de este concejo, con una buena comunicación con las principales ciudades asturianas y con otros grandes centros de turismo, como los Picos de Europa. Paisajes, monumentos, etnografía y un servicio al visitante cada vez más profesionalizado y de calidad son las grandes bazas de Llanes, que ejerce de este modo como maestro de ceremonias para conocer la región con su mejor cara. §