La Sociedad La Peruyal es el equipo humano que hace posible la Fiesta del Bollu o La Peruyal, en Arriondas. Una de las manifestaciones de asturianía más multitudinarias de la región también declarada Fiesta de Interés Turístico.
Es todo un ejemplo de colaboración vecinal que se viene realizando desde que surgió la idea de esta fiesta en 1949. «Al principio eran sólo cuatro amigos, -relata Luis Miguel Álvarez, tesorero de la Sociedad-, pero la cosa cogió fuerza y la gente empezó a apuntarse. Hoy somos unos dos mil setecientos socios más o menos».
En este tiempo los parragueses han sido capaces de articular un plan colectivo que combina a la perfección la tradición, el patrimonio cultural y el atractivo turístico. «La fiesta reúne todos los ingredientes y consigue integrar tanto a jóvenes como a gente mayor. El Día del Bollu por ejemplo, que es el día grande, casi el noventa por ciento de la gente que ves por la calle está vestida con el traje regional. A los que vienen de fuera les sorprende ver el grado de participación de los vecinos en el desfile, las carrozas».
Son momentos difíciles en todos los ámbitos y también en el festivo. Organizar una fiesta con un programa de cuatro días exige una importante inversión. «La fiesta se sostiene principalmente gracias a la aportación de los socios, una revista que editamos al año donde metemos mucha publicidad y luego haciendo otras actividades: rifas, lotería. Estamos hablando de un presupuesto de cerca de ochenta mil euros».
La revista La Peruyal tiene detrás un gran trabajo que realiza Luis Miguel Álvarez en su mayor parte. «La revista sale a principios de julio. En ella se puede encontrar un resumen fotográfico de algunos momentos del desfile y las carrozas de la edición anterior, así como artículos enviados por los socios o amigos de la fiesta, fotos antiguas, emotivos testimonios de los mayores y también anécdotas. Al final acaban siendo unas doscientas treinta páginas y unos doscientos anuncios». La revista es esperada por todos, se distribuye entre los vecinos y colabora la mayor parte de comercios de la zona.
Quién se iba a imaginar que la idea que con mucho esfuerzo pusieron en marcha aquellos primeros parragueses, derivaría en una de las sociedades culturales, recreativas y de festejos más importante y con mayor número de socios, de toda Asturias. «Lo más normal cuando nace un crío aquí es que al día siguiente lo apunten como socio en La Peruyal».
En el día grande por la mañana tiene lugar la misa, el pasacalles y un festival folclórico internacional en la Plaza Venancio Pando, y por la tarde el esperado gran desfile de carrozas que parte del barrio de La Peruyal hasta el Parque de la Concordia. «Todos los años desfilan más de treinta carrozas, entre ellas colocamos a grupos de gaitas -que pueden ser diez o doce-, eso lo convierte en un recorrido kilométrico. Cuando la comitiva llega al final casi no ha dado tiempo a que salgan los últimos. Además, en Arriondas tenemos el problema de que no hay un espacio para hacer un circuito cerrado, así que cada año tenemos que pensar cómo organizar a tanta gente. Ahí nos ayuda mucho la policía local, ya que no es un trabajo nada sencillo».
El último fin de semana de julio en Arriondas hay una cita obligada en el calendario festivo asturiano y una de las manifestaciones de asturianía más multitudinarias de la región. «Para todos los parragueses es un orgullo que se haya convertido en una Fiesta de Interés Turístico y una de las mejores de Asturias, comenta el tesorero de la Sociedad La Peruyal. Es el aliciente que nos mantiene aquí trabajando todo el año».
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