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sábado 12, octubre 2024

En busca del preciado oro

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El Cuarto de los Valles, con Navelgas (Tineo) a la cabeza, tuvo antaño productivas minas de oro que los romanos explotaron de forma masiva. Hoy todavía se busca el metal precioso en los cursos de los ríos mediante la técnica del bateo.

Los astures que habitaban estas tierras ya se habían fijado en esas piedrecitas doradas y brillantes que encontraban en los cursos del agua. Con ellas elaboraban bellas joyas, pero su explotación no llegó más allá del bateo con una cesta o una batea de madera. La minería propiamente dicha llegó con los romanos, que sólo bateaban para descubrir la ubicación de los filones de oro. Después ponían en marcha un ingenioso sistema que consistía en canales y depósitos por los que hacían correr el agua para arrastrar y lavar el mineral, pero que también iba desmontando la montaña a fuerza de horadarla.
Como ejemplo quedan en el concejo los canales y lavaderos de Lavadoira y Santiago Cerrado, las grandes explotaciones de la Sierra del oro entre Navelgas y Naraval, o los canales de la Presa del Moro; todas ellas son hoy un reclamo turístico al que se accede siguiendo diversas sendas.
En la actualidad, la búsqueda de oro se ha reactivado en Navelgas, debido a la aparición de una pepita de oro de 24 quilates de 27,2 gramos en su río. El descubrimiento se debió a Enrique Sanfiz y Joaquín Paredes, mediante la clásica técnica del bateo, y a partir del mismo se creó la Asociación Barciaecus, que ha impulsado enormemente la competición internacional de bateo. Todos los años en el mes de julio decenas de participantes y cientos de curiosos vienen a ver el Campeonato Nacional de Bateo de Oro.
La afición es tal, que no es difícil ver en las orillas del río Navelgas -en un lugar con ligera corriente-, personas provistas de una especie de sartén con estrías en la que recogen arena del río y pequeñas cantidades de agua que hacen rotar. Con ello consiguen expulsar suavemente la arena y dejar en el fondo el posible oro, en pequeñas láminas o pepitas que se han desprendido de las piedras de cuarzo por medio de las tormentas y la erosión. Los pedazos del preciado material se retiran con el dedo y se guardan en probetas llenas de agua para su fácil localización y manipulación.

El oro en AsturiasEste metal precioso ha dejado huella en Asturias, donde fue ampliamente explotado por los romanos. Un libro ilustrado por Neto muestra el empleo del oro, sus características y cómo se extraía.
De la mano de Nuberu, señor de las nubes y las tormentas, los niños Pelayo y Cova, y su perrito Fipo van a conocer los secretos del oro y su existencia en Asturias. Este metal pesado y noble es muy estable, apenas se deteriora y resiste la erosión del agua y sustancias químicas abrasivas. Excelente conductor de electricidad, es tan escaso y difícil de extraer que se considera rentable cuando al remover una tonelada de roca se consiguen más de tres gramos de oro. Se emplea para joyas y aplicaciones industriales, pero su importancia se debe a su referencia como valor económico seguro.
El oro en España se concentra mayoritariamente en el Noroeste, donde los astures lo extraían mediante canales o con la técnica del bateo. En cambio, fueron los romanos quienes sacaron la mayor cantidad de oro asturiano a lo largo de doscientos años, empleando hasta cuatro sistemas extractivos diferentes.
En la zona de Navelgas (Tineo) todavía se obtienen pepitas que se encuentran en el agua de los ríos.
Ésta y otra información repleta de curiosidades, está incluida en el libro “El oro en Asturias”, promovido por el Ayuntamiento de Tineo, el MOA y el Gobierno del Principado de Asturias, en una nueva modalidad de educación, a través de una cuidada colección de libros ilustrados.

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