El ondulante paisaje de montañas y valles forma un infinito mar de verdes donde crecieron diversas culturas. El encanto de sus pueblos y la necesidad de sus gentes de recuperar las tradiciones, han dado lugar a un Tineo lleno de vida.
El concejo de Tineo forma un todo donde se encuentran dólmenes, castros, poblados fortificados y bocaminas romanas para la explotación de oro. Una extensa naturaleza donde convivían los vaqueiros de alzada que llevaban su ganado a las brañas altas, con los xaldos o aldeanos que vivían en la llanura.
El Camino de Santiago traía peregrinos hasta estas tierras, en las que encontraban como punto central de su fe la Ermita de San Roque.
La arquitectura popular es la más abundante, reconocible y cercana a los ciudadanos. Grandes paneras adornadas con motivos característicos de esta zona -caras, relojes o rosetones-, hórreos variados, pilones, fuentes… donde todavía se reúnen los vecinos a charlar y disfrutar de la vida en el medio rural. No es de extrañar que diversas asociaciones de Tineo se hayan empeñado en recuperar antiguas tradiciones, hasta lograr que formen parte de sus celebraciones. A las ferias de ganado establecidas y los mercados -que tienen lugar todos los jueves en Tineo y los segundos domingos de cada mes en Navelgas-, se suman eventos capitaneados por La Vaqueirada, la Fiesta de la Trashumancia y el Festival del Esfoyón y el Amagosto. Este último se ha convertido en Fiesta de Interés Turístico Regional, y reproduce lo más fielmente posible un esfoyón de antaño. Entonces todos los vecinos del pueblo se reunían en una casa para ayudar a esa familia a deshojar el maíz, enristrarlo y colgarlo de los corredores. Se contaban cuentos y anécdotas, se hablaba de los últimos acontecimientos, se cantaba y bailaba, y los más jóvenes cortejaban a las mozas casaderas. Hoy tiene lugar en Navelgas, al igual que el Día de los Pueblos de Asturias, a finales de agosto, al que se invita a un pueblo asturiano a participar. Hay intercambio de productos típicos entre los pueblos, y demostraciones de mallado de trigo a la antigua usanza tradicional.
En cada una de las celebraciones, los asistentes se sienten acogidos por la hospitalidad tinetense, y a su vez sorprendidos por la fidelidad de las recreaciones. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo