Comenzó jugando al fútbol a los trece años, hasta llegar a la primera división en la universidad. Más tarde, de la mano de su marido Miguel Ángel Alonso descubrió el triatlón y desde entonces combina carreras, bicicleta y natación con toda naturalidad. La de Beatriz Tenreiro es una vida ligada al deporte que, tras diagnosticarle una enfermedad degenerativa, se ha convertido además en una historia de superación.
Actualmente, la asturiana de Cudillero combina su trabajo en hostelería con los entrenamientos y la competición en distintas categorías, de la mano del Club Triatlón Lugones.
-¿La enfermedad ha sido determinante en tu carrera deportiva?
-En un Campeonato de España iba en primera posición y me empezó a doler la espalda, casi no pude acabar. Me diagnosticaron espondilitis anquilosante y me dijeron que tenía que dejar el deporte. Fueron meses muy duros, pero mi marido y mi familia me animaron a continuar. Al final vi que haciendo deporte en vez de encontrarme peor iba a mejor, hablé con los médicos y lo afronté de manera positiva. Ahora mismo, para mí, competir ya es una victoria; si el resultado acompaña, mejor, pero tampoco es lo principal.
-¿Qué opinan los médicos de tu evolución?
-Mi médica se quedó alucinada conmigo y cambió radicalmente de actitud. Al principio me costó convencerla, creía que compitiendo iba a empeorar, pero la realidad es que llevo diagnosticada unos siete años y la enfermedad avanzó sólo una época en la que estuve sin tratamiento. Date cuenta de que es degenerativa y ahora, con deporte y medicación, está estancada.
-El deporte también te ha ayudado en otros momentos duros, como el accidente de tu marido y también entrenador. ¿De qué manera?
-Efectivamente, mi marido hacía triatlón conmigo, tuvo un accidente y se quedó en silla de ruedas. El deporte me hizo superar esos nueve meses que estuvo en el hospital, llegar siempre con una sonrisa. Entrenar es mi válvula de escape, me recarga las pilas y me deja nueva. Yo antes iba a entrenar siempre con él, los sábados salíamos en bici, y ahora voy sola, pero también él usa el deporte para rehabilitar: juega al tenis, se ha comprado una hand bike…
-En el Campeonato del Mundo de Avilés, ¿cómo te sentiste al cruzar la meta en segundo lugar?
-Yo ya lo había ganado en 2011, así que era un sueño que tenía cumplido. Esta vez llevaba tiempo sin hacer duatlón, que es más agresivo para mi enfermedad que el triatlón, porque tiene más carrera, pero me animé a prepararlo con mucha ilusión. Ver el resultado de todo lo que había entrenado y conseguir la medalla la medalla fue muy emotivo.
-¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu carrera deportiva?
-Fue en el Campeonato de España Elite en 2011. Corrí con el Ciudad de Lugo junto a Saleta Castro y Aída Valiño, ambas profesionales, y quedamos campeonas. Y al día siguiente competí en individual y quedé la once de toda España. Conseguir ese puesto compitiendo con gente del centro de alto rendimiento, que se dedica a esto profesionalmente, me dejó muy contenta.
-Has tenido que renunciar a pruebas como el Campeonato de España por autonomías para el que habías sido seleccionada.
-Llevo diez años siendo seleccionada, pero hace tres que no puedo ir, tengo un negocio de hostelería y en julio tuve que trabajar. Ahora me he pasado a media distancia, pruebas que ve más gente y estoy consiguiendo material de patrocinadores, porque de la Federación no hay apoyos, cada vez menos.
He ganado tres medios iron man en La Coruña, en Riaño y en Ribadesella, y creo que va ser el objetivo durante los próximos años, pruebas más largas con gente de bastante nivel. Con los años pierdes velocidad y ganas resistencia, es una progresión lógica; además me he cansado ya de esas pruebas en las que cometes un error en una transición y ya pierdes la prueba por treinta segundos. En pruebas más largas hay que sufrir más, la cabeza es más importante, es un tipo de competición que se me da mejor.
-¿Qué sensaciones te está aportando este 2016?
-Estoy contenta porque este año me está yendo muy bien. Además de conseguir la plata en el campeonato del Mundo en Avilés en el mes de junio, en septiembre pude revalidar el Campeonato de Asturias de media distancia en Llanes. También gané el resto de pruebas a las que me presenté: el Triatlón de Villameca en León, el de Villa de Cudillero, el campeonato de España por clubes en la categoría de promoción y el ICAN Gandía.