Cynthia es camerunesa, llegó a España en patera huyendo de la miseria de su país y en busca de una oportunidad para la hija que estaba esperando. Ahora vive en Gijón. La odisea de su viaje duró casi un año: viajó por mar desde su país a Nigeria, desde allí por tierra atravesó varios países hasta llegar a Marruecos, desde donde viajó a Tánger y luego a Ceuta en una lancha hinchable junto a doce hombres. Como ella explica, ‘mientras ellos remaban yo sacaba el agua de la barca”. Permaneció varios meses en el centro de inmigrantes de Ceuta hasta que el Gobierno les distribuyó y a ella le tocó Asturias.
Cynthia se ha hecho famosa por su participación en Got Talent, llegando hasta la final. A pesar de que asegura que hasta ahora solo cantaba en la ducha, durante su estancia en la Casa de Acogida descubrieron que cantaba como los ángeles, tenía voz de soprano y le ofrecieron hacerlo en el coro de San Julián; de ahí la seleccionaron para cantar en el Coro de la Fundación Princesa de Asturias. Vino con tan solo una mochila y hoy se gana la vida cantando en eventos y como empleada de hogar mientras estudia enfermería a distancia.
El pasado mes contaba su odisea en el Ateneo Jovellanos. Dice que vivir en Camerún es muy peligroso y cuando decides salir de allí “no piensas en el peligro, solo piensas en llegar”. Hizo varias interrupciones en su conversación para interpretar el Ave María de Schubert, la habanera de la Ópera Carmen, el ‘Signore, Ascolta” de Turandot y una canción típica de su país, “Tam Tam”, entre otras. Era su forma de agradecer a todos la acogida recibida y el regalo que le había hecho la vida.