Con el principio de la temporada turística y los primeros rayos de sol, unos y otros empezamos a pensar en las vacaciones. Unos, porque disfrutarán de un tiempo de descanso, en mayor o menor medida. Otros, porque será su mejor temporada de trabajo y eso, en los tiempos que corren, supone unos ingresos nada desdeñables.
El turismo en la región es un valor en alza. Año tras año la cifra de visitantes va subiendo y aunque es de suponer que este verano la crisis se hará notar, también es presumible que éste será un lugar al que la gente quiera acercarse. Es posible incluso que la situación económica tenga su lado bueno: la hostelería aquí no es cara, o al menos no tan cara como en otros lugares, así que puede que eso decante la balanza a nuestro favor a la hora de escoger destino turístico. Y no hay que desdeñar tampoco el turismo interior: a falta de medios para visitar otros países, muchos se plantean hacer viajes cortos y conocer lo que tienen más a mano, cosa que siempre es recomendable. Más de uno se llevará una sorpresa, hará pequeños descubrimientos y se enamorará de una tierra que será más suya que nunca.
En cualquier caso, hay que estar preparados. Y los concejos asturianos, cada uno con sus medios, han hecho los deberes y han preparado una completa agenda de actividades, fiestas y ferias gastronómicas. Propuestas que no falten. Eso es lo que hace falta: organizar la información, buscar reclamos para hacerla atractiva y asequible, primar la calidad para que el boca a boca funcione, mantener unos precios accesibles. En una palabra: profesionalizarse.
Precisamente en el número de este mes damos cuenta del Plan de Competitividad del Turismo Gastronómico de Asturias. Es otra vuelta de tuerca a lo que ya se sabe: en Asturias se come muy bien. Lo dice todo el que viene y los de aquí ya lo sabemos, pero ahora se trata de organizarlo en rutas que, partiendo de la gastronomía, abarcan etnografía, cultura, naturaleza, ocio… es la cocina como experiencia y disfrute, y es una atracción turística que funciona.
Además, si hablamos de gastronomía, habrá que mencionar la sidra, que es uno de nuestros símbolos más emblemáticos. Dicen los expertos que este año ha salido buena, lo cual es una excelente noticia. Más de un millón de botellas con Denominación de Origen han salido este año de los lagares asturianos con la marca “Sidra de Asturias”. Si a una buena comida le sumamos una gran bebida, la mitad del trabajo está hecho. El resto lo ponen los atractivos naturales de una tierra que sabe ponerse guapa y una hospitalidad que es inherente a los asturianos, marca de la casa.
Sin embargo, el objetivo de los planes estratégicos y de competitividad turística va, o debe ir, más allá. No se trata de ceñirse a una época determinada, ni de apurar la temporada de verano como si no hubiera nada más. Desestacionalizar el turismo es una de las directrices de futuro, porque además aquí nos lo podemos permitir. Las jornadas gastronómicas funcionan igual de bien en invierno que en verano, ya que todas tiran de productos de temporada y unas ofrecen lo que otras no tienen. Con esa excusa, y durante todo el año, se está creando una completa oferta de ocio que abarca casi todos los fines de semana del año. Para ello se está haciendo un gran esfuerzo, tanto por parte de la administración como de los propios hosteleros y vecinos, que son muchas veces los que más se esfuerzan por recuperar antiguas tradiciones, recetas clásicas e ingredientes casi olvidados.
Si bien las fiestas patronales y el buen clima tienen unos meses álgidos, Asturias ofrece mucho más. El turismo cultural y de museo, que está disponible todo el año. El turismo rural, que en otoño y en invierno ofrece paisajes únicos y poco conocidos. El turismo urbano, que cada vez gana más puntos y se escapa de un marco temporal obligatorio. Y la buena mesa, que en Asturias siempre está presente.
Concienciar a la gente de que aquí cualquier momento es bueno para tomarse unos días libres, porque siempre hay algo que hacer: es un buen camino para abrir nuevas formas de desarrollo. Para que, cada vez más, el turismo sea un puntal con el que se puede contar.