Gracias a la incansable labor de la Asociación, que trabaja desde hace años movida por el amor a su tierra, el patrimonio cultural, histórico y artístico de Cudillero no desaparecerá nunca.
Juan Luis Alvarez fue el impulsor de las actividades que conforman la Asociación, allá por 1973 y sigue siendo su Presidente desde su formalización en 1992. Su abuela, Elvira Bravo, dejó en él el espíritu de los pixuetos entregados a su tierra y a sus gentes. Por ello la mente de Juan Luis recuerda insistentemente el Cudillero de antes, el que vimos en la película “Volver a Empezar” o “Mar Brava”, donde Víctor Manuel grabó el especial “Tan lejos, tan cerca”; el que inspiró los cuadros de Jesús Casaus o los versos de López Pacheco. Aquel Cudillero humilde donde trajinaban los pescadores y que cada atardecer olía a pescado fresco. Era la década de los 70 y la villa era una fuente de atracción e inspiración para poetas, artistas, escritores…
-¿Qué se perdió concretamente?
-Se perdió el sabor. Para mí y para mucha gente, Cudillero era la belleza de lo humilde, algo verdaderamente entrañable. Y además ahora le falta algo esencial en un pueblo: es un pueblo con paisaje, pero sin paisanaje. El paisanaje era el bullir, la venta de pesca en la rula de Cudillero donde ahora está el Aula de los Pixuetos. Imagina lo que era la villa con una flota de 190 embarcaciones y casi mil pescadores, la vida que daba eso. Entonces Cudillero era el segundo puerto más importante del Cantábrico en pesca de bajura, después de Bermeo. Ahora por una parte la pesca bajó de una manera vertiginosa, y por otra creo que hubo una serie de intervenciones en el pueblo desafortunadas como la barandilla que pusieron igual a la de Salinas, Gijón o Avilés, con lo que pierde personalidad. Ahora es un pueblo de postal, turístico, como tantos y tantos.
“Con L’Amuravela de Oro distinguimos a quien realiza una labor a favor de Asturias y Cudillero”
-Sus actividades tienen alcance nacional, ¿cuáles son las más emblemáticas?
-A lo largo del año destaca la Fiesta Literaria de la Mar que engloba el Concurso Literario Cudillero El Pescador y la Mar -para estudiantes de instituto-, los Cuadernos Literarios, escritores en Cudillero -textos de escritores y periodistas de reconocido prestigio- y de vez en cuando la imposición de la insignia de oro de Amigos en Cudillero. Luego está L’Amuravela de Oro, un galardón de ámbito nacional con el que se distingue a la persona o institución que destaque por su labor a favor de Asturias en general y de Cudillero en particular, que han recibido desde las personas más humildes a altos cargos.
Otro acto importante es el Día del Socio o Día de Cudillero, en el que entregamos el premio Peña Roballera, que toma el nombre de la roca donde se asienta el Faro de Cudillero. Con él tratamos de premiar la labor de un colectivo, pueblo o persona del concejo. Durante diez años lo organizamos en Santana de Montarés, una ermita mágica, y ahora lo celebramos en el pueblo en el que vive el premiado. También celebramos el Día de Cudillero en cualquier lugar de España, y tenemos un Certamen Nacional de Pintura, una Bienal en homenaje a Jesús Casaus, pintor catalán que falleció en 2002 y que fue el mayor propagandista pictórico de la villa. Editamos libros, vamos a sacar una revista a primeros de año, y también fundamos un coro marinero de 14 hombres dirigidos por una mujer. Se llama Peña Roballeda y canta habaneras y canciones marineras.
“Pronto se publicará Alma Pixueta, un libro sobre la villa con fotos inéditas»
-Tengo entendido que pronto publicará un libro…
-Sí, lo edita la propia Asociación y se llamará “Alma Pixueta”. Es la segunda parte de “Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica” que llevaba 250 fotos de la villa. Yo soy un gran coleccionista de fotos de Cudillero, y en el nuevo libro voy a publicar fotos inéditas desde principios del siglo XX a 1950. Como novedad voy a incluir el capítulo “Mi corazón se llama Cudillero”, en homenaje a Jesús López Pacheco, un poeta fallecido que estuvo en Cudillero como estudiante en el 54 y universalizó esa frase con un libro de poemas que se titula así y es una auténtica maravilla. Y también incluiré el Cudillero de Agustín Guache Artime, corresponsal itinerante de La Nueva España que tiene unas fotos maravillosas.