Antes de que Grado se llamase Grado, esta zona era conocida como Prámara y englobaba más territorio de lo que abarca el concejo actual. El lugar que ocupa Grado actualmente se conocía como Valldeprámaro. De ahí le viene el nombre al Círculo de Estudios Pramarenses, un grupo de estudiosos que buscan conocer la historia moscona.
La historia escondida
Durante años, la referencia para los interesados en la historia de Grado ha sido el libro de Álvaro Fernández Miranda, publicado en 1907. Con motivo del aniversario de esta publicación, hace dos años, un grupo de personas se propuso actualizar toda esa información. Surgida en torno a la biblioteca de Grado, la idea es crear un apartado en la propia biblioteca al que ir incorporando estudios, informaciones y datos relativos al municipio. Así lo cuenta Fernando Flórez, jurista y miembro del Círculo: «Nos interesan todas las perspectivas: culturales, históricas, económicas, geográficas, etc. Esto nunca se había hecho hasta la fecha, porque además en Grado no hay cronista oficial».
Las tareas se reparten en función de la especialidad de cada uno de los trece miembros, y posiblemente en el futuro publiquen un nuevo libro. «Es un proyecto ambicioso y muy a largo plazo, queremos hacer una labor de equipo científica y estructurada, no algo escrito por una sola persona». De momento combinan ese trabajo con otras actividades culturales, como organizar unas Jornadas de Estudios Locales, que a finales del año pasado celebraron su segunda edición. Además el colectivo desarrolla labores de campo, saliendo por los pueblos y haciendo inventario del patrimonio histórico-cultural del concejo.
«Estamos haciendo algo nuevo, reflexiona Fernando Flórez, no tenemos referencias y no hay precedentes, con lo cual no se sabe hasta dónde podemos llegar. Tratamos de que Grado -que casi no tiene memoria y mucha se perdió con las diferentes guerras-, recupere lo que queda».