Un Banco de Alimentos gestiona excedentes alimenticios para hacérselos llegar a la gente que más lo necesita a través de comedores sociales, albergues, asociaciones de ayuda a la familia… Con la actual situación económica, su trabajo se ha hecho más visible y más necesario que nunca. María Velasco, trabajadora social en el Banco de Asturias es quien nos informa.
Cada provincia cuenta con su propio Banco de Alimentos, que funciona de manera autónoma, pero a su vez todos los Bancos se hallan integrados en una federación nacional.
-¿En qué consiste vuestro trabajo?
-Hay varios objetivos pero el principal es conseguir excedentes alimenticios para su posterior distribución entre entidades de la región. Son excedentes procedentes de empresas, de la Comunidad Europea, y donaciones de particulares. Por ejemplo, en 2008 hemos repartido 1.300 toneladas entre más de 166 entidades de Asturias, que dan servicio a 16.800 usuarios indirectos. Son todas entidades de la región: cocinas económicas, albergues, asociaciones que trabajan con familias…
Y tenemos un segundo objetivo, que es la concienciación de la sociedad sobre las condiciones del hambre dentro del cuarto mundo, y el desaprovechamiento de recursos. Esto son otro tipo de actividades en colegios o institutos, operaciones kilo en centros comerciales, etc.
-¿Colaboráis con alguna asociación en concreto?
-No tenemos un convenio con ninguna entidad social, trabajamos en red con otras entidades en diversos campos, cuando ellos realizan actividades o al revés. Y tenemos un servicio de apoyo y asistencia a entidades pequeñas sobre cómo deben hacer la documentación, etc. Después hay convenios de colaboración con empresas como Carrefour, Masymas, etc., con las que trabajamos diariamente.
El Banco de Alimentos no solicita dinero, el dinero nos lo dan las subvenciones. Nosotros solicitamos sobre todo alimentos, especialmente de empresas, y también de personas físicas.
-Dentro del objetivo de sensibilización, habéis iniciado unas jornadas de voluntariado, junto a la Concejalía de Educación de Oviedo.
-En la primera jornada fueron los alumnos del Colegio Amor de Dios, en Oviedo. Aunque en una hora no se puede contar mucho, la verdad es que fue un campo nuevo para ellos. Tenemos varios objetivos: que sepan qué es el voluntariado, dónde tienen que ir, derechos y obligaciones de los voluntarios, etc.
Nosotros incidimos en esto porque hay que fomentar la participación social, para que la gente se involucre en su propia sociedad y la participación no se quede en ir a votar cada cuatro años. La gente tiene que estar implicada en sus propias necesidades y problemas. Además, es una forma de conocer la realidad en la que vivimos, no sólo lo que pasa en nuestra casa.
«En 2008 hemos repartido 1.300 toneladas entre más de 166 entidades de Asturias, que dan servicio a 16.800 usuarios indirectos. Son todo entidades de la región: cocinas económicas, albergues…»
-¿Se ha notado el aumento de gente que necesita servicios como éste?
-Ha habido un aumento de usuarios, y este año seguirá aumentando. El concepto de persona necesitada que existía hasta ahora se está rompiendo, porque hay una nueva categoría: aquellas personas de clase media-baja que de la noche a la mañana han dado un salto hacia abajo. Puede ser la típica pareja que uno se queda en paro y cobra mil doscientos euros, pero entre el crédito, la hipoteca o el alquiler no da para los gastos del día a día. Sin embargo, mil doscientos euros son una renta alta para los baremos de los Servicios Sociales, de modo que esta gente se queda desprotegida.
-¿Cómo es vuestro trabajo diario?
-Tenemos una nave industrial en Oviedo y nuestra infraestructura es un almacén de distribución completo y con maquinaria. Cuando hay algún excedente de algún producto, como las entidades pequeñas no pueden absorberlo lo cogemos nosotros. Nos encontramos con un poco de todo y muy variado, errores en poner fechas de caducidad, cosas como que en vez de 28 de febrero ponen el 30 de febrero. Como esa fecha no existe, no puede salir al mercado, pero es un producto que está bien. Si no lo cogiéramos nosotros, sería eliminado en Cogersa. Las empresas, esto es importante, reciben una certificación para deducir en los impuestos este tipo de donaciones. Tenemos pendiente el trabajo por las empresas, porque esto no lo saben y van poco a poco conociéndonos por amigos, conocidos, etc. Por eso desarrollaremos, espero que pronto, un buen plan de visitas. §
Fundación Banco de Alimentos. C/Reconquista, 8. 33012 Oviedo
Tfno.: 985 11 58 60